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Lemon
III
Tradición
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Tom llegó muy temprano al departamento que su hija compartía con Adrien esa helada mañana de diciembre, para dejar bajo el árbol, los presentes que Sabine y él habían comprado para ambos jóvenes. Adrien lo había recibido, puesto que Marinette había tenido que salir temprano por un arreglo de un vestido a ultima hora. Así que solo estaban ambos hombres en el departamento.
—¿Y cómo va todo? —pregunto Tom, terminando de acomodar las cajas debajo del árbol.
—Muy bien, Tom —respondió con una sonrisa—. Es increíble como Marinette y yo, nos hemos adoptado tan bien a vivir juntos...
—Y verás, no quiero sonar entrometido —continuó el hombre girando hacia su yerno—. Y quizás sea igual que mi padre en ese aspecto, pero las tradiciones son tradiciones y realmente me gustaría saber si piensas compartir anillos con mi hija, en algún momento, especialmente antes de que mis nietos empiecen a moverse por la panadería.
Adrien no pudo evitar sentir sus mejillas alborotadas, puesto que, por obvias razones no podía decirle a su suegro que ambos estaban bastante activos en su campaña para darle un nieto.
Tosió para aclarar su voz, antes de responderle a su suegro que lo miraba con los brazos cruzados, Tom tenía una postura muy amenazante, y aunque él era más alto que éste, no dejaba de ser su suegro, el padre de la mujer que amaba.
—Bueno, en realidad, mi regalo de navidad, va de eso. Es algo tradicional.
—¿Cómo? —preguntó pasando de un segundo serio, a uno completamente emocionado. Adrien no pudo evitar reír, aquel hombre era un romántico empedernido.
—Pensaba regalarle de navidad a Marinette, anillos de promesa —informó, señalan un pequeño paquete rojo con un listón blanco—. Quería darle un anillo de compromiso, pero creo que el de promesa me permitirá ver que tan preparada está ella para la boda. Si no hay nada en contra, para San Valentín, estaría dándole el de compromiso. Lo que más deseo es poder seguir la tradición como corresponde.
—Vaya, lo tienes todo bien planificado —comentó Tom, sorprendido.
—Teníamos trece años cuando nos conocimos, y desde ese tiempo supe que no quería a otra persona a mi lado —afirmó con total seguridad—. Tuvimos un par de desencuentros, pero cuando finalmente pudimos convertirnos en pareja, me jure a mi mismo que cuidaría y haría que ella me volviera a elegir todos los días.
—Ay muchacho —de pronto, Adrien se vio abrazado por Tom, con tanta emoción que se sentía algo ahogado—. Estoy tan feliz de que mi Marinette haya encontrado alguien como tú, realmente espero que sean muy felices siempre los dos.
...
Cuando Marinette regresó pasada del mediodía, se sorprendió con los regalos bajo el árbol y, sobre todo, porque los Kwamis estaban todos dormidos en el sillón.
—¿Eres una especie de encantador de Kwamis? —le preguntó a su pareja, en cuanto lo vio. Adrien sonrió mientras tomaba dos platos para servir el almuerzo que había preparado.
—Es que estuvimos jugando un rato, videojuegos, estuvieron tan eufóricos que comieron algo y luego, partieron al mundo de los sueños —le explicó, entregándole su plato con papas asadas con carne salteada— ¿Pudiste arreglar el vestido?
—Sí —contestó, afirmando mientras pinchaba una papa—. La señora quiso mostrárselo a su hija, y se pasó a enganchar con un adorno de su habitación. Por suerte estaba atrás, en la parte del bordado, solo tuve que aplicar unos bordados extras —comentó elevando el tenedor— Y no es por ser yo, pero que me quedó hermoso el aplicado... y me pagó un extra por eso.
—Que magnifico —dijo Adrien— Tu papá trajo los obsequios y se llevó los chocolates que hicimos.
—¿Qué hicimos? —preguntó con mucha curiosidad Marinette mientras tomaba verduras de su plato con mucho cuidado.
—Traté de no volver a tocarte, así que yo cooperé.
Entre la risa de aquel comentario, ambos siguieron conversando de diversas cosas de la mañana que habían tenido hasta que terminaron de almorzar, luego de lavar la loza y guardar el resto de comida para la cena, Marinette extendió sus brazos hacia arriba, soltando un bostezo.
—¿Sueño?
—Tal vez un poco.
—¿Y si vamos a dormir una siesta? —le propuso el rubio, con una sonrisa ladeada, Marinette solo lo miró de reojo.
—Sabes que, si vamos, eso no va a pasar...
—Bueno dormimos la siesta, después de nuestra practica de lucha cuerpo a cuerpo... —comentó, tratando de aguantarse la risa.
—Eres un ridículo —dijo, tratando de aguantarse ella también la risa.
—Pero, es el ridículo que amas —respondió, encogiéndose de hombros.
—No puedo discutir contra eso —contestó la de ojos celestes, caminando hasta Adrien para tomarle la mano y llevarlo con ella a la habitación, donde claramente, harían más que dormir la siesta.
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El Rinconcito de la que escribe:
Al fin me deshice de esto Jajajaj
Los siguientes tres promtps son con temática amistosa así que puedo volver al Fluff cursi que me gusta.
¡Gracias a todos por seguir aquí!
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Aquatic~
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13 de Diciembre 2021
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Rojo y verde: Drabbles de Navidad
FanfictionParticipación especial en el Calendario de Adviento 2021 de Motin Fanficker