Meriggiare Restaurant || chanbaek

Parte 8: oasis y catarsis.

Los días pasaban, Chanyeol cada vez se sentía más cómodo en su relación con Baekhyun. Por fin, sentía que en verdad estaba avanzando. Su antigua vida llena de monotonía, frustración y decepción había quedado muy atrás, gracias a que había decidido seguir su instinto, lo que su alma gritaba.

Ahora, por primer vez en mucho tiempo, podía sentirse agradecido con la vida por haberle puesto en el camino al bonito castaño, alguien opuesto a él, lo que necesitaba en ese justo momento. Pero, no solo agradecido por eso, también, por todos sus amigos, por su familia y por seguir vivo, porque no se dió por vencido y gracias a eso había llegado hasta Baekhyun, lento y atropelladamente, pero llegó a él.

Y siente que ha valido tanto cada uno de los momentos difíciles que tuvo que pasar para poder llegar a su propio oasis, y se siente tan afortunado cada vez que se duerme a su lado y se despierta con la imagen del castaño delicadamente dormido a su lado o encima de él.

Aún debe aceptar que algunos traumas no se han ido, lo que cree que es normal, por ejemplo, el corazón aún se le detiene cuando le deja a Baekhyun manejar su Jeep para regresar a casa por la noche y su alma tilita cada vez que una de esas noches es una lluviosa, y no importa si es una ligera llovizna o una torrencial. O también, cuando el teléfono suena a horas de la noche en la que todos deberían estar dormidos, no puede evitar contestar con el miedo en su garganta.
Aún no puede evitar tener miedo a la muerte repentina de alguien y él sabe que todos en el mundo tenemos miedo de perder a quien amamos, pero, también sabe que su miedo no es como el de cualquiera, sabe que a veces su miedo lo paraliza y lo mantiene despierto en medio de la madrugada, y se odia por eso, pero, también trata de tenerse paciencia.

Aún tiene pesadillas que ahora involucran a Baekhyun, son muy pocas, pero ahí están y los despertares son tan gélidos y difíciles.

Pero, todo eso cambia cuando Baekhyun se despierta y lo mira con ojos brillantes y adormilados, y le sonríe, porque Baekhyun lo conoce muy bien, y le sorprende porque es poco el tiempo que han estado juntos, pero el castaño siempre sabe lo que siente, siempre lo ha sabido leer y ama eso, porque cuando está despierto en la madrugada con su mente torturándose ante la posibilidad de que Baekhyun muera a la mañana siguiente, Baekhyun lo siente y lo sostiene más cerca y fuerte, y entre sueños le dice que lo ama mucho; cuando se despierta con la respiración agitada y pálido después de una pesadilla, aunque intentaa fingir que todo está bien y nunca le dice qué sueña, Baekhyun está ahí para recibirlo y lo abrazar fuerte, y le murmura al oído con su suave voz que lo ama y que todo va a estar bien, y después lo besa mucho, y lo sostiene hasta que su corazón se calma y ya no siente que podría morir del miedo.

Y Baekhyun siempre está ahí, sosteniéndolo, y le ruega al cielo que no se lo quiten, que le permitan tenerlo por mucho tiempo, porque no ha amado así a nadie en mucho tiempo.

Su Baekhyun... quien le ha tenido tanta paciencia, le ha dado tanto amor y compresión. Como aquel día, que llegó el 25 de octubre.

No era un secreto para el alto que Baekhyun temía despertar sin el cuerpo del rubio a su lado o terminar su día laboral y que él no regresara a su departamento. Por eso, Chanyeol lo abrazó fuertemente al dormirse y lo besó mucho, hasta que se quedó dormido. Y a la mañana siguiente, Baekhyun le enseñó a liberarse de su miedo y olvidarlo.

Empezó cuando Chanyeol tuvo una de esas pocas pesadillas en la que su novio moría, por un momento había creído ver a Dante frente a él, pero cuando se acercó más se dió cuánta que era Baekhyun pidiendo ayuda, pero Chanyeol no podía acercarse, algo lo detenía. Y se volvía loco ante la frustración.

Cuando abrió los ojos, un rostro angelical y amoroso lo recibió, cerca, muy cerca.

-Estoy aquí, amor, tranquilo -le susurraba mientras se recostaba en cima de él, cuidado de no aplastarlo.