Harry Potter: Susurros en la noche

Capítulo 29: Un comienzo difícil

El segundo día de la fiesta de fin de verano había sido tan estridente y sorprendente como el primero. Todos se habían tomado un momento desde el segundo día para darle a Buckbeak, Hedwig y las otras lechuzas de los adolescentes y familias asistentes una despedida brillante, acompañada de fuegos artificiales de los gemelos Weasley. Al final de la noche, mientras brindaban por un nuevo año escolar, todos sintieron que había llegado un final agridulce al verano. Si bien algunos esperaban que hubiera prisa para prepararse a la mañana siguiente, los elfos ya habían preparado el desayuno y, trabajando con los elfos de las otras familias presentes, tenían el equipaje de todos listo para el nuevo año escolar. La atmósfera en los terrenos de Bones Manor era algo sombría ya que todos recogieron sus cosas y completaron sus preparativos finales.

Después de empacar su tienda y la hielera encantada en su cartera de erudito, Harry hizo un trabajo rápido para ayudar a todos los demás a prepararse para el resto del día. El clima, sin embargo, no les pareció muy agradable. Había llegado la lluvia y un trueno retumbaba a lo lejos en el horizonte. Tan pronto como llegaron a la plataforma, Harry se encontró con un brazo alrededor de Susan, consolándola lo mejor que pudo mientras esperaban al resto del grupo. La mayoría de sus amigos y sus familias se habían esperado mutuamente para estar listos y ahora se precipitaron a la plataforma nueve y tres cuartos para decir su último adiós.

Una vez que todos estuvieron a salvo en la plataforma, Amelia se unió a ellos, su insignia de Jefe de DMLE brillando mientras caminaba entre ellos, sonriendo y deseando lo mejor a las familias. Se detuvo por un momento para hablar con los Granger, contenta de haberles dado otra experiencia para recordar con cariño el mundo mágico durante los últimos dos días antes de desearles lo mejor y darle un abrazo de despedida a Hermione también. Rápidamente se alejó de la familia hasta llegar a donde Harry y Susan esperaban con Daphne. Cuando notó que Bill y Nym se acercaban a ellos, Amelia se detuvo, curiosa por ver cómo sucederían las despedidas este año.

"¿Hacer un buen negocio, sí? Me decepcionará si descubro que no hay alcohol en la tienda de Harry la próxima vez que la visite", bromeó Nym con Daphne mientras abrazaba a la morena.

"No creo que Harry sea del tipo que bebe, a pesar del whisky de fuego que todos probamos esa noche", ofreció Daphne con una sonrisa cuando la pareja se separó.

Susan rápidamente abrazó al metamorfo, con una brillante sonrisa en los labios. "Gracias, por toda su ayuda con la magia y los duelos. Va a ser útil para el torneo de duelos".

"¡No hay problema en absoluto, amor! ¡Estoy seguro de que pronto darás a los extranjeros una lección sobre las mujeres británicas fuertes!" respondió el metamorfo con una sonrisa mientras miraba a ambas chicas. "Y es muy útil para mantener a raya a los chicos que se ponen un poco juguetones". El trío se rió de eso antes de que Nym mirara a Daphne y Susan con un poco más de seriedad. "Cuídense unos a otros, ¿de acuerdo?"

"Siempre lo hacemos, y siempre lo haremos", respondió Susan mientras tomaba la mano de Daphne entre las suyas. La sonrisa de la morena se reflejó en la pelirroja y la auror de cabello rosado. Con un último abrazo, el trío se despidió por última vez antes de que Nym se acercara a Harry.

"Trata de no causar demasiados problemas, ¿no? No me gustaba verte herida o Hogwarts en llamas el año pasado", bromeó el auror mientras Harry la abrazaba.

"Pero no puedo soportar no ser el centro de atención", dijo Harry arrastrando las palabras sarcásticamente, ganándose las risitas de Nym, Susan, Daphne, Bill y Amelia mientras sostenía al auror en sus brazos con más fuerza. "Lo prometo, nada de heroicidades ni búsqueda de atención. Venga al infierno o al agua alta, me aseguro de tener un año tranquilo".

"Mientras estés a salvo, eso es lo que importa", dijo Nym mientras los dos se separaban y ella lo miraba a los ojos. "Cuidado con tus amigos y vigila a esa gente extranjera. Nunca se sabe cuando uno intentará robar a alguien".