Capítulo X ~Verdad~

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Tarde en actualizar está historia porque al recordar lo que viví me duele.
Tuve que madurar más y tratar de alejar los malos sentimientos que estos recuerdos me traen.
Para las pocas personas que lleguen a leer esto sepan que están entrando en mi vida y que esto que pase con "Leon" me marco para siempre...

Llegamos a mi parada y Leon bajo conmigo. Cruzamos la avenida sin decir palabra, tomó mi mano y comenzó a jugar con una pulserita que tenía en mi muñeca, me la quito y se la puso.
-Me quedaré con ella - me avisó
-Esta bien -lo miré y le regalé una sonrisa
Después de caminar un poco llegamos a la entrada de mi casa
-Pues aquí es, aquí vivo - le anuncie mientras me acercaba a la puerta
-¿Quién era el tipo que te tenía sostenida de la mano? -me dijo mirándome de una manera pesada
-No es nadie
-¿Nadie y te tiene de la mano?
-Apenas y lo conozco, es amigo de una amiga
-¿Osea que no lo conoces y dejas que te toque? -cruzó los brazos, parecía consternado
-No, fue algo que paso muy rápido y cuando caí en cuenta lo solté, él no significa nada
Él inhaló profundo y dejó salir un fuerte suspiro
-Bien, solo que no me agrado mucho la manera en que te veía
-¿Cómo me veía?- eso me tomó por sorpresa
-Como un nuevo objetivo
-¿Ahh?
-Yo me entiendo... Debes mantener la guardia alta, no confíes en él
-Prometo que estaré alerta
-Eres muy ingenua aún
Me reí porque somos de la misma edad y me pareció chistoso que dijera eso
-¿Que te causa gracia?- preguntó de inmediato
-Pues somos de la misma edad León
-No, yo soy mayor que tu
-¿Que edad tienes?
-Tengo 19, si, soy joven pero he vivido muchas cosas que me han hecho madurar más rápido de lo que se supone debe ser -se recargó en la pared viendo a la nada, cómo si en su mente pasarán todas esas cosas como una película
-No tenía idea -dije mirándolo a los ojos
-Creo que esos chocolates fueron lo mejor que pudo pasarme, tu plan funcionó
-¿A qué te refieres? - cuando dijo eso fruncí el ceño
-¿Crees que no sé que todo eso fue un plan para acercarte a mi?
Me sorprendió mucho, tanto que abrí la boca para empezar a protestar pero ¿Qué iba a decir?
-Estas equivocado yo no buscaba acercarme a ti
-Fuiste muy obvia -le salió media sonrisa, la típica de chico malo y quedé hipnotizada, se veía tan guapo y varonil
-Yo no...
-Admito que pensé que serías una acosadora pero resultaste ser completamente adorable
-¿y por qué no me mandaste por un tubo?
-Principalmente por curiosidad, pero después vi lo tierna que eres y seguí

Lo miré y entendí que aunque quisiera ya no podía escapar, me estaba enamorado de él, prometí no encariñarme de nadie y aquí estoy, parada afuera de mi casa viendo a este chico convirtiéndose en mi más anhelado sueño.

-Debo entrar, se hace tarde y debes ir a casa - comencé a quitarme la sudadera para entregársela pero me detuvo
-no, quedatela. Me la puedes dar después
-¿Seguro?
-Por supuesto, entra... ve a descansar Jess - se acercó a darme un gentil beso en la mejilla  y se retiró

***

Las semanas pasaban y con el tiempo mis sentimientos por León incrementaban mucho más, al igual que mis mentiras para con Joselyn, ya no sabía ni que decirle ni como encubrir mis encuentros con León en la escuela, de ves en cuando Tai me ayudaba con eso pero ya era algo insostenible. Tenía que decirle la verdad lo antes posible, ella no se merecía lo que yo estaba haciendo. Soy una fiel creyente sobre el karma y si no lo arreglaba pronto mi karma me destruiría.

Era viernes, las clases estaban a nada de terminar y Joselyn estaba parloteando sobre una reunión que haría el sábado y por supuesto yo estaba invitada. Cada ves me sentía más y más culpable respecto al tema de Leon y aunque sabía que tenía que confesarle la verdad lo estaba posponiendo para protegerme, no quería ser yo la amiga traicionera, sabía que se sentía ser traicionada y no podía, no debía ser yo ahora la que lo hiciera.

Sonó la campana y todos salimos disparados hacia el patio.
Joselyn y yo estabamos hablando de los preparativos de la fiesta cuando llegó Leon por atrás y me abrazo levantandome
-Hola tu... -me giró para darme un beso en la mejilla
Yo estaba colapsando en ese momento ¿Cómo iba a explicarle eso a Joselyn?
-Ahh hola Joselyn -dijo Leon para empeorar las cosas
-Ahh no sabía que se hablaban en persona - respondió Jos mirándome a mi y a Leon
-Pero claro, llevamos semanas viéndonos, recuerdo tu nombre por aquella ves que está pillina fingió lo de los chocolates para hablarme. Se que la vuelvo loca aunque no lo admita aún.
Era oficial, estaba muerta. Leon firmo mi sentencia de muerte con Jos, ya todo estaba perdido.
-¿Qué? - dijo Jos y el tono que uso ¡Dios! Ese tono lo conocía bien, esa sensación de que tu amiga te acaba de dar una puñalada por la espalda, sabía bien que se sentía y ahora yo había sido la culpable
-Leon necesito hablar con ella a solas por favor vete, te enviaré un mensaje ¿si? -creo que mi cara logró convencerlo sin mucho problema y se alejo confundido
Me gire para verla de frente, estaba a nada de llorar
-Jos yo te lo explico...
-¿Qué me vas a explicar? ¡Me mentiste! Dijiste que no hablas con él
-se me salió de las manos, yo no quería enamorarme - para cuando me dí cuenta de lo que había dicho ya era tarde, me tape la boca
-¿Enamorada? ¿Te enamoraste del chico que me gusta?
-Jos... Perdón no quise, no quise...
-Callate, no hables, no me hables - empezó a caminar hacia la salida dejándome ahí
-Y por si no es obvio, olvídate de la fiesta - solo se volteo a decir esa última frase

Me quedé por varios minutos ahí parada sin moverme ¿Qué debía hacer ahora? Ella me odiaba; era algo seguro ¿y Leon? Tenía que decirle a él también la verdad.
Todo esto era una bomba de tiempo y termino explotando en mi cara.
Ya casi estaba vacía la escuela, me sentía terrible que no quería ni salir.
Escuché pasos detrás de mi, era el profesor Alejandro, cuando paso cerca de mi me estaba limpiando las lágrimas que inevitablemente derrame
Me miró extrañado y se acercó cauteloso
-¿Estás bien? - me preguntó un tanto angustiado
-Si profesor, siga su camino
-Eres alumna mía ¿no? Te recuerdo porque eres sobresaliente en mi clase
-Si, usted es mi profesor
-Ya es tarde ¿Nadie viene por ti?
-solo estuve aquí unos minutos
-¿unos minutos? Son casi las 10:30 soy de los últimos profesores aquí
-¿10:30? ¡Por dios! Es tardísimo -mi hueco mental por la culpa me hizo perder la noción del tiempo ¿Cómo era eso posible?
-Escucha -me tocó el hombro - sal de la escuela y esperame en la siguiente calle, yo te llevo a tu casa pero no es apropiado que vean que te subes a mi auto aquí
Yo solo asentí
Salí y los guardias me vieron extrañados, no me dijeron nada pero sabía que a mis espaldas murmurarían el por qué salí a esa hora
Como el profesor Alejandro me indico lo esperé en la calle siguente. Su auto era de un hermoso color gris, se estacionó frente a mi y me indicó que entrara y lo hice.
-¿A dónde vamos? ¿Dónde vives?
-Solo siga derecho, cuatro avenidas más adelante
-muy bien -comenzo a manejar y no dijo palabra alguna, no hizo preguntas ni comentarios lo cual agradecí
-veinte minutos después indique en qué calle entrara y me dejó en la puerta de mi casa
-Muchas gracias profesor, de verdad se lo agradezco
-Lo que sea que está atormentandote no es tan malo, eres inteligente lo arreglarás solo no te expongas a qué algo te pase. Te veo el lunes -inclino la cabeza en señal de despedida y se alejo rápidamente.
Ahora tenía que lidiar con mis padres que seguro estarán frenéticos.
Entre rápidamente y mi mamá estaba sentada en la sala con una taza de té en la mano
-Hola mamá
-¿por qué si tienes un teléfono no lo contestas? -estaba muy molesta
-Lo siento la pila se terminó
-Creo que eres lo suficientemente inteligente como para ponerlo a cargar ¿No? A tu padre y a mi nos tenías muertos de la preocupación
-¿Dónde está él? - deje la mochila en el suelo
- Salió a buscarte ¿Por qué llegas a esta hora? -me recriminó
-Lo siento me quedé platicando con Jos y el tiempo se me fue
-¿Solo eso? -se acercó y me dio un beso en la coronilla -me alegra que estés bien, no vuelvas a hacerlo
-Lo siento mamá, no volverá a pasar
-Llamaré a tu padre para que regrese
-Ve a dormir, mañana será otro día
-gracias mamá -le di un abrazo y me fui a mi recámara, solo quería dormir y olvidarme por un momento de mi realidad
Puse a cargar mi celular y tenía varios mensajes de Leon, unos cuantos de Tai y un "ya no puedes responder a esta conversación" en el chat de Jos

Crónicas de una adolescente enamorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora