Capitulo II ~La tabla periódica~

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Desperté antes de que mi alarma pudiera sonar, lo mismo del día anterior, mis padres se despidieron de mi, desayuné, hice mis deberes y arreglé mi mochila llevando está vez las libretas de las materias que ya habían pedido los profesores. Está ocasión elegí llevar los pantalones y la blusa, para estar más cómoda, salí y tome el transporte, al llegar a la escuela entre con más confianza, se supone que si el primer día lo pasas bien, todo el semestre será así. Entré al salón y como era de esperarse ya había "grupitos" eran muy pocos los que seguían solos. Esta ves me senté más al fondo y el mismo ritual del día anterior saque mi libro y empecé a leer.
Estaba muy adentrada en mi lectura cuando una voz me sacó de ella.
-¡Hola! - alcé la vista y me encontré con una chica delgada de cabello oscuro y corto, también traía el pantalón y un delineado no muy derecho
-Hola - respondí amablemente
-Soy Joselyn mucho gusto ¿y tú eres?- era muy efusiva.
-Jessica- dije menos entusiasta.
-Veo que te gusta leer, yo soy más de hacer cosas
-¿Cómo manualidades?
-Noo- abrió los ojos- deporte y esas cosas
-Ahh, genial
-¿No hablas mucho verdad?
Negué con la cabeza
-Escucha ya pude analizar a éstos - señaló a todo el salón - y la verdad todos son unos neardentales, te hablo a ti por que eres la única rescatable
-No se si sentirme halagada o insultada
Soltó una risa muy sonora y yo la mire extrañada mientras alcé una ceja.
En ese momento entró un profesor algo mayor de edad, se presentó
-Soy el profesor Jorge y les impartire la materia de literatura española- dirigió la clase de manera sencilla y después de dos horas haciendo que nos levantaramos y nos presentaramos a la clase se retiró.
Joselyn volvió a hablarme.
-¿Quieres pasar el descanso juntas?
-Si esta bien
Llego un segundo profesor, era muy alto y al igual que Eva se veía imponente, se veía muy bien, era apuesto, quizá de cuarenta años, vestía un traje hermoso color gris y sostenía un maletin negro que parecía de piel.
-Mi nombre es Alejandro Tovar y yo les daré introducción al laboratorio - su voz era varonil.
Con él nos tocaban tres horas seguidas pero no se sintieron, la forma de explicar y la pasión con la que hablaba de su materia era hipnotizante.
Al finalizar su clase salió rápidamente y Joselyn nuevamente me interceptó, fuimos al descanso a comer algo y no paraba de hablar, pero en cierto momento empecé a escucharla de verdad y tuvimos una gran platica, resultó que no era tan parlanchina como creí. De hecho empezó a agradarme, pero solo eso, prometí que no me encariñaria de nadie.
Entramos nuevamente al salón y llegó la última profesora.
-Me llamó Fernanda y soy su maestra de biología- como los anteriores maestros habló sobre su forma de trabajar y sin hacer mucho término su clase dejándonos prácticamente una hora libre, cosa que mi nueva compañera aprovecho.
Comenzó a contarme varias cosas, una de ellas y la que más me sorprendió era que tenía 18 años, mientras que yo tenía 15, me platicó que tenía problemas, que no vivía con sus padres si no con su abuela, que trabajaba para pagarse la escuela y que por eso a veces llegaba tarde. Prácticamente se abrió conmigo. Toda esa hora se la paso contándome su vida, teníamos algunas cosas en común, de hecho una de ellas era que nos gustaba el rock... Desde Marilyn Manson hasta Green Day, The Rasmus y Guns' n roses cosa que no era muy fácil de encontrar, la mayoría de chicos escuchaban música no muy buena.
Terminó el día y ambas salimos, ella me tomó del brazo y nos dirijimos a la salida.
-¿Por dónde vives? ¿Qué transporte tomas?
-No es muy lejos de aquí, cualquiera pasa por mi calle
-Bien, entonces vamonos juntas
Y nos fuimos juntas, ella no paraba de hablar y así fueron los siguientes quince días.

Ya teníamos más confianza, cada día me agradaba más, ahora si los "grupitos" estaban bien definidos... y nosotras solo eramos dos, claro que otras chicas y chicos nos hablan, pero muy poco y normalmente para preguntar alguna duda sobre la clase. Ese día... ese día comenzó todo. Estábamos en el descanso comiendo, ella un gran emparedado y yo un vaso de fruta, tomé un sorbo de mi botellón de agua y ella me tomó por el brazo atragantandose con su comida
-¿Qué pasa?
-Mira ese chico - me señaló a un joven delgado y de tez morena nada agraciado
-¿Qué tiene? - dije desconsertada
-¿Es hermoso no crees?
-Bueno, es subjetivo, si a ti te parece hermoso... Pero a mi la verdad - negó con la cabeza cuando vió en que dirección estaba enfocada mi vista y me redirecciono un poco más a la derecha
-Noo, él - me señaló está vez a un chico alto de tez pálida, brazos fuertes <<seguro se ejercita>> caminaba muy seguro, tenía una mochila negra tipo maletín que atravesaba su abdomen, tenía puestos unos audífonos rojos y caminaba hacia la cafetería, pasó muy cerca de nosotras y por un momento giró la vista y pude ver sus ojos castaños al igual que su pelo. No se podía negar que era atractivo pero nada del otro mundo.
-Si, es lindo
-¿Lindo? Es más que eso
- Pues ve y hablale
-¡Como crees! Noo
Seguimos observando el ganado masculino, ella más emocionada que yo obviamente. Cuando vi pasar a un chico extremadamente alto 1.90 quiza, era de tez pálida, cabello claro y muy delgado, me acerque a ella y susurre cerca de su oído.
-Este sí me gusta - reí por lo bajo
-Pues esta dos/tres
Después de eso, parecía que ella había puesto un chip localizador en el joven que le gustó por que siempre que salíamos del aula lo veíamos y ella estaba sumamente derretida por él, mientras yo solo veía de vez en cuando al que a mi me había gustado.
Los días siguieron pasando hasta que al profesor Arturo de Química se le ocurrió la grandiosa idea de dejarnos de proyecto hacer una tabla periódica pero no sólo dibujada, tenía que ser algo creativo, dijo que anteriormente unas alumnas hicieron una de gelatina y que fue la ganadora de más puntos.
<<Grandioso>>
Todos empezaron a comentar sobre que harían y eso, Joselyn me dijo que la hiciéramos de pastel o algo así pero saldría en extremo costoso
-¿Y si la hacemos de chocolate? - dije sin pensar demasiado - podemos comprar las tablillas pequeñas de chocolate y las acomodamos y después con granillo de colores hacemos las letras y todo
-¡Ay si! Es magnífico, amo el chocolate, ¡si!
Saliendo de la escuela nos pusimos de acuerdo para vernos en mi casa y comenzar con la creación de nuestra tabla periódica.
Ella iría el sábado siguiente y trabajaríamos todo el fin de semana en ella para entregarla el lunes próximo.
El sábado llegó y Joselyn con el, fuimos de compras al pequeño mercado que estába cerca de mi casa y compramos todo lo necesario, cartón duro, chocolate, granillo y no paraba de hablar de aquel chico.
Al llegar a casa nos instalamos en el comedor y nos pusimos a trabajar, dibuje la tabla sobre el cartón y empezamos a desembolver los chocolates y los derretimos solo un poco para pegarlos en el cartón, una ves pegados todos comenzamos a hacer las letras con el granillo, esto fue lo mas tardado del mundo por que teníamos que poner chochito por chochito hasta formar la letra y todo lo demás.
Terminamos tarde, se fue a casa y al siguiente día volvió para terminar.
Platicamos sobre películas, música, libros hasta que por fin terminamos.
Mi mamá nos preparó un bocadillo y después de comerlo ella se retiró.
-Esa tabla tiene que llegar perfecta a la escuela oíste, nos tomó mucho tiempo hacerla- sentenció
-Si mamá - me reí - pero la verdad quedó super bien
-Lo sé, bueno te veo mañana - se despidió dándome un beso en la mejilla, yo entre y comencé a recojer todo el desastre, al terminar subí a mi habitación y puse música para relajarme específicamente 'Choplin'
Y sin más me quedé dormida

Crónicas de una adolescente enamorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora