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Esta gistoria se desarrolla adentro de una prisión, ya esta terminada

ADVERTENCIA

•Escenas de sexo explícitas
•Lenguaje Vulgar, Mención de Drogas, armas y Mafia
•Asesinatos y Sangre

•Escenas de sexo explícitas•Lenguaje Vulgar, Mención de Drogas, armas y Mafia •Asesinatos y Sangre

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Duele. Se lanzó de la ventana de un octavo piso debería estar muerto pero después de todo "Hierva mala nunca muere" La sangre de su camisa elegante y traje echo a mano no es suya es buena señal, se ceja izquierda tiene una cortada causada por el Impactó eso dejaría cicatriz, la cornea y esclerótica de sus ojos grises esta manchada en carmesí no ve mas que manchados rojos, se removió para arrastrarse entre el interior del callejón, cuatro costillas fracturadas, una de sus piernas destrozada y el bastardo no derrama ni una lagrima, saco de su bolsillo un tabaco y lo puso en la comisura de sus finos labios, encendió el tabaco con el fuego de un encendedor viejo, lleno sus pulmones y suspiro soltando el humo. Fue lo mas sensato saltar por la ventana el edificio explotó no seria mas que carne quemada si no hubiera reaccionado.

Las patrullas de policía alumbraron el lugar, inclinó su cuello hacia atrás sonrió cínico ¿quien diría? El rey de la mafia italiana cayo al fin y el responsable esta suelto un Yakuza con demasiados escrúpulos, un hijo de la gran puta con ojos demasiado encantadores para desconfiar de el “Kaito Sato”, recordaría ese nombre el restó de su condena en prisión

Es de hombres aceptar la derrota, así que alzo sus manos en señal de redención uno de los policías saco un arma asustado del hombre frente a el. Andreano río alzó sus manos mas arriba en señal de paz, por favor esta Jodido es evidente ni si quiera Puede ponerse de pie, mucho menos huir

5 Años Después.

Andreano alzó una ceja al ver el menú de hoy en la prisión de máxima seguridad de toda la unión europea, la porquería mas grande de seguro el excremento sabe mejor, es un hombre bastante optimista y viéndole el Lado positivo a las cosas a todos no se les ve bien el uniforme naranja de la prisión y el tiene la suerte de que es su color, extendió la bandeja y se sentó en una de las mesas del comedor

Escuchó unos silbidos al parecer llego un nuevo recluso demasiado bonito para estar en prisión, no duraría una semana, Andreano no le dio Importancia lo que no tolera es estar atrapado con mas de 320 Maricas

El nuevo recluso es bonito y letal, eso les encanta a los hombres de la cárcel, su cabello azabache cae hasta mas abajo de su cintura, su piel blanquecina esta cubierta de pecas especialmente en su Nariz y mejillas, sus ojos rasgados Parecen los ojos de un Lince apunto de atacar su nombre ya es redundante ¿No? Kaito Sato, 26 años, nacionalidad Japonesa, condena 45años, Estatura 1.80, Peso 67 kilogramos

Andreano apretó su mandíbula claro que recuerda ese rostro, durante estos cinco años ese rostro se convirtió en el recordatorio de la privación de su libertad y ese rostro ha alimentado una inquina durante 1825 noches antes de Dormir. Andreano no es un hombre Impulsivo es calculador pero cuándo guardas tanto rencor no es sencillo controlarse

Kaito tomó una de las bandejas para hacer la Fila del almuerzo, no esperaba en su sano Juicio que otra bandeja golpeara su cara, un hilo de sangre solio de sus nariz junto con una de sus muelas del Juicio, no pudo reaccionar cuándo unas manos pesadas lo estrellaron contra una de las mesas estrangulando su cuello

"Pelea, Pelea, Pelea" Gritaron  Los prisioneros exaltados como bárbaros

El Japonés con su rostro y labios cubiertos de sangre, conmocionado siendo estrangulado Vio aquellos ojos grises le dio Un Puñetazo a el italiano este ni se inmutó ante el golpe, siguió estrangulando el delgado cuello de su Víctima inexpresivo como el jodido psicópata que es, incluso si vez bien de forma casi imperceptible puedes ver una sonrisa

—No~Me Mates—Dijo el Japonés en un hilo de voz suplicando aire

Andreano sonrió, puede romper ese blanco cuello como monda dientes

—Puedo ayudarte a salir de aquí, aun tengo todo lo que te robé, aun  lo tengo todo

Unos guardias gritaron a sus espaldas
Andreano soltó el cuello del Japonés—¿Donde?—Dijo amenazante, el Japonés no puede hablar apenas queda aire en sus pulmones, Andreano se volteó miro a los guardias—ya pedí perdón señores, Kaito Y Yo somos viejos amigos, así saludamos los amigos—Dijo Sarcástico

Los guardias los rodiaron—¡A confinamiento!—Grito uno de ellos

—¿Por fin me darán mis Visitas conyugales señores?—Alzó sus manos en señor de redención y le sonrió a los guardias

Amor y cárcel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora