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Hoy es el Dia. Recuerda la Ultima Vez Hoy es el día. Recuerda la ultima vez que uso traje, fue en su primera graduación era solo un niño, la voz de su abogado se escucha turbia pasa a segundo plano cuando solo quiere escuchar del Tic Tac del reloj, no vendrá el tiempo se acaba, al menos pensó que se despedirían, es la segunda vez que traiciona a Andreano si fuera no vendría a despedirse aunque fuera la ultima vez que se verían en la vida

—Me permite un momento—Dijo Kaito

Su abogado asintió guardando los papeles en el portafolios

Se levantó se cruzó de brazos, abrazándose a si mismo porqué esperar los abrazos de alguien mas no tendría sentido, esta apuntó de salir por la puerta y no regresará

—¿Todo listo?—El alcaide toca su hombro Kaito asiente—¿Porqué la mirada tan triste?—Le dio una mirada al Japonés—¿Es porqué lo estas esperando? Le dije a los guardias que le dejarán pesar a la sala, es su decisión venir a verte y despedirse de ti o no

Kaito giro su rostro a un lado, limpió la lágrima que se deslizó por su mejilla, en estos momentos necesita un abrazó—¿Porqué me ha ayudado todo este tiempo? Incluso contrató un abogado de confianza

El hombre acomodó sus lentes, suspiró iba a vocalizar un par de palabras para se callo de inmediato para pensarlo mejor—Mi oficina esta llena de grabaciones tuyas

Kaito se tensó—¿Qué?

—De las cámaras de seguridad, tengo muy buenas grabaciones, al principio solo fue curiosidad pero después empecé a verlas todos los días—Se rascó la nuca incómodo e incluso avergonzado—Lo que te quiero decir es qué cuando seas libre seguiré ayudándote a ti

—¿Me esta ayudando porqué esta interesado en mi?—Preguntó pero el hombre frente a el no respondió, solo desajusto su corbata unas venas se formaron en su cuello por la tensión, en el Lengua corporal se ve de forma evidente la respuesta, no sabía que decir

—tu eres diferente a los criminales de este lugar, estas aquí porque no tuviste opción no porqué quisiste, te enamoraste de un hombre peligroso

—No—Interrumpió—No lo hice por obligación lo hice porqué quería estar a su lado, y me gustaba no me arrepiento de nada

—Ya veo—Se acercó, lo suficientemente a el Japonés para hacer que este daría un pasó a atrás algo intimidado—¿Y eso a que te ha llevado? A acabar en una prisión de máxima seguridad impenetrable

Mordió sus labios, otra lágrimas acompañada por otro par salieron y trato de limpiarlas antes de que fueran evidentes—Usted no sabe nada

—Ha hacerte llorar, porque ese hombre te está haciendo llorar Justo ahora—Extendió sus pulgares para limpiar los lagrimas de el rostro del Japonés—Yo no haré eso—Se acercó a los labios del azabache

Necesita un abrazó, un beso, sentirse querido, así que este hombre lo este besando Justo ahora no es desagradable bien, pero las lágrimas no dejan de salir porque no es él hombre a quién ama, incluso si imagina que es Andreano quién lo esta besando ni si quiera es la misma forma en la que el lo besa, aunque en estos momentos la culpa lo abruma no es el mismo beso, los besó de Andreano lo hacen perder el aliento, hacen encender una chispa un choquecito eléctrico en su cerebro y en su entrepierna.
Kaito aparta a el alcaide, sus pupilas se dilatan al desviar la mirada y verlo ahí, al final llegó esta frente a el, Andreano es demasiado tarde, la expresión de su rostro no es rabia, ni de tristeza, parece la típica cara Poker, ¿Qué esta pasando por su cabeza? Al ver a su amante besar a otro hombre

Andreano asienta con su cabeza, no hay una reacción violenta o incluso triste simplemente esta ahi parado como si fuera algún tipo de Voguerista masoquista

Kaito limpió sus labios con su antebrazo Yo—Tomó las manos del italiano y las entrelazo con las suyas—Yo Puedo..

—¿Explicarlo?—Completo la oración sin mostrar una expresión o un gesto si quiera descriptible en su rostro—No, hay necesidad, ya quedo claro

—No es eso—Sus labios empiezan a temblar

—Kaito tenemos que irnos el Juicio empieza en unos minutos—interrumpió el alcaides—Tu única oportunidad para poder abrazar a tu Padre

Andreano por fin cambió la expresión de su rostro frunció ligeramente sus cejas, observo a el alcaide quiere lanzarse sobre el imbécil y arrancarle los ojos—Ve con el—Dijo Andreano—no es infidelidad ya habíamos terminado ni siquiera se porqué vine, el te conviene mas que yo

Kaito apretó las manos del italiano, no Planeaba dejarlo ir—No, No, No—Dijo con su Voz Frágil conteniendo Sollozos. No es Justo esto no tenia que pasar así beso al hombre equivocado por un impulso estúpido, la razón estúpida de sentirse querido—Yo estoy demasiado abrumado por todo lo que pasa a mi alrededor, mi Familia, el juicio, Tú simplemente pasó

—Deja de excusarte, ya habíamos terminado—Apartó sus manos de las manos entrelazados del Japonés—Ahora si se acabó

—Kaito es hora de irnos—repitió el alcaide mas insistente

Kaito asintió le dio una última mirada a Andreano antes de que el reo saliera por la puerta, esta es la decisión correcta, el camino bueno, ir a casa con su familia y jamás recordar que alguna vez estuvo en prisión, casarse tener hijos un trabajó estable, ser lo que no pudo ser, lo que su madre sueña que será ese es el camino correcto, no hay espacio para andreano en su futuro solo quería o al menos esperaba el ultimo beso de despedida

Amor y cárcel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora