Amor y cárcel

6

No confío en él—Mordió ferozmente su manzana—dijo Johnny acariciando su bigote, se levantó de la cama, miro hacia afuera por la pequeña ventana de su celda—tiene agarrado a él Feje por las pelotas

—Pensé que te agradaba el Japonés—Dijo el de piel oscura

—Eso fue antes de ver lo que es capaz de Hacer el jefe por el ¿No vez la gravedad del asunto? Se apuñalo la mano por el

—Ya haría lo mismo por mi esposa y hijos y sabemos que Andreano es así ¿de que te sorprendes? Confío en Andreano, prometió que me sacaría de aquí y yo confío en él, si me dice que el cielo es rojo le creeré, Andreano es mi puto dios y no quiero cuestionar ni molestar a  mi Dios, no quiero desatar su ira

—Podrían arruinar la fuga y no volverías a ver a tu esposa

—Mi amada y yo no tenemos afán los visitas conyugales son muy buenas y me manda fotos de mis Hijos, además debe a ver alguien que le ponga limites a Andreano

—¿Limites?

—Si, que tenga una debilidad es una ventaja si no la tuviera seria un serio problema

—¿Estas diciendo que Kaito es su Kriptonita? ¿O su talón de aquiles?

—Estoy diciendo que si se sale de control, al menos abra alguien que lo pare

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Andreano miro el techo de su celda, son las seis de la Mañana pronto es hora de el desayuno, la última vez que follo durante tanto tiempo estaba en sus 20, deslizo su dedo índice y pulgar por la espalda del Japonés, que esta sobre él, ni si quiera se molestaron en cubrirse o vestirse

Kaito levantó su cabeza—¿Recuerdas cuando te robé hace cinco años? Planeaba devolvértelo

—Mentiroso—Tomó uno de los mechones negros del Japonés y lo puso detrás de su Oreja

—Lo Juró, pero cuando regrese ya te habían arrestado y no supe donde te llevaron

—Como si esa Mierda Importara ahora—Puso sus brazos detrás de su nuca—¿Y la mujer que te traicionó?

—Ni si quiera me acuerdo de su rostro, recuerdo que era rubia, pero no tuve tiempo para Guardarle rencor, apenas entre tu me atacaste y me sacaste una muela con una bandeja y solo pude pensar en ti

El italiano reaccionó indiferente, pero en el fondo se alegra que esa mujer ni si quiera este en los pensamientos de Kaito—Debí sacarte dos Muelas esa Vez

—Inténtalo de nuevo, no tendrás tanta suerte—Se levantó, estiró sus brazos, se dirigió a el inodoro y descargar su Vejiga

—Podrían abrir la puerta en cualquier momento, ponte algo—se sentó en la cama, se coloco sus pantalones naranjas

—Que vean, la vista no es mala—Se dirigió al lavamanos, abrió el grifo lavo sus manos y sacó su cepillo de dientes, le colocó un poco crema dental, una sabana cubrió sus hombros se voltio—¿Porqué?

—No quiero que te vean

Metió el cepillo de dientes en su boca no pudo evitar sonrie, cepillo sus dientes, escupió la Espuma—¿Ahora que somos?

—¿Que eres? El hijo de la gran puta, que me Traicionó

—¿Y?

—¿Y?—Se acercó a el Japonés, deslizó su mano por su espalda empujándolo hacia abajo—Mi zorra

—¿En serio?—Subió las sabanas por sus piernas, descubrió su trasero—¿tu zorra?

—Si—Agarró sus caderas y manoseo los glúteos del azabache, los abrió ligeramente, el fluido que dejo adentro anoche se desbordó hacia afuera, se desliza por sus muslos o sus pantorrillas, que espectáculo

—Me niego

—¿Que quieres entonces?

Kaito frunció los labios, se Volteó y abrazó a el Italiano rodeando su Nuca—Si no Logramos salir de aquí, al menos quiero sentirme Amado

—¿Amado?—Arrugó su ceño

—Si me siento amado este lugar no será tan malo, aquí no hay mujeres así que no tendré competencia—Sonrió mostrando sus dientes—Escógeme a mi

—¿Escogerte?—Son las Circunstancias, si hubiera mujeres Jamás hubiera pensado en tener sexo con Kaito, si no estuviera privado de su liberta Jamás lo hubiera besado, Jamás lo hubiera considerada bonito y menos le hubiera molestado que ese idiota quisiera quitárselo, si llegan a salir lo primero que haría es de atrás de una mujer de grandes pechos y regresara al mundo de la mafia, solo son las circunstancias ¡Le Jode!, no puede mirarlo de ese manera y hacerle ojitos de adolecente enamorado el también esta encantado gracias a las circunstancias, todo esto hubiera acabado si lo hubiera matado cuando tuvo la oportunidad ¿o no? ¿Realmente fueron las circunstancias?

—Ya veo—Dijo Kaito, se apartó del rubio—es mucho pedir

—No me gustan los hombres—Dijo Firmé—Solo son Las circunstancias

—Entiendo—Se cubrió con la Sábana

—Aun así—Las palabras quedaron en la punta de su lengua. Kaito delante de sus ojos siempre fue considerado lindo, su lealtad es admirable y su mirada sádica bastante sensual. Una vez lo vió usar la katána algo típico de la descendencia de la Yakuza aquella vez al verlo cubierto de la sangre, pudo Jurar que si creyera en Dios le rezaría al bastardo y le diria gracias por ver tal espectáculo, porque esa noche se vio Jodidamente hermoso—Estoy muy confundido, nunca fueron las circunstancias, estar en este maldito agujero solo agudizo mas lo que siento por ti

El Japonés junto sus Cejas—¿Entonces, porque nunca te atreviste a Besarme afuera?

Rio cínico—Que estupidez ¿Que Hubieras hecho tu, si te hubiera besado de la nada?

—Te hubiera seguido el besó hasta quedarnos sin aire

Andreano acaricio su entrecejo, ahora se siente como un grandísimo idiota

El Japonés deslizó la sábana por sus hombros—Empecemos desde cero—tomó el rostro del italiano entre sus manos—finjamos que nunca nos conocimos afuera, que no me atacaste en el comedor aquella vez para estrangularme y que no te traicione, solo nos asignaron la misma celda y empezaste a pensar que era lindo

—No, no quiero olvidar nada de ti, ni lo que tenga que ver con drogas, sangre e incluso la mafia, porque Prometo que voy a sacarte de aquí