Amor y cárcel

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Las cosas se complicaron mas desde el incendio, la seguridad aumentó y ahora los guardias tratan a los reclusos como animales, Alcaide se desquito con todos los reos

Kaito tomó una de las bacantes de la cocina se negó a lavar los uniformes sucios de los demás reos o limpiar los baños recoge los platos que eran dejados en el comedor

20 reclusos nuevos llegaron ayer a la prisión, la mayoría de nacionalidad extranjera. Cuando eres nuevo en prisión no conoces las reglas y el trasero del Japonés se ve muy tentador inclinándose para tomar las bandejas

—No te atrevas—Advirtió Kaito sin ni si quiera voltear, cuando una mano atrevida se acerco a su trasero planeaba estrujarlo y luego huir—Si quieres conservar tus dientes

El tipo sonrío en burla, eso no logra intimidarlo, ni si quiera estuvo cerca de tocarlo cuando alguien tomó su muñeca y apartó sus manos lascivas del azabache—Eso es acosó sexual—Andreano apretó la muñeca del reo—Estamos en prisión pero al menos deben haber modales y respetó

Kaito se giró—Déjalo ya, no quiero que te lleven a confinamiento—Se cruzó de brazos

—¿Y tu quién carajos eres, para decirme que Hacer?—Dijo el reo irritado

Andreano miró a el tipo—Tienes razón no soy Nadie—Tomó La unión de el pulgar y el dedo indicé de la mano del tipo este trato de liberarse del agarre pero le es Imposible—Pero todo lo que tenga que ver con Kaito es mi asunto—El tipo hizo una expresión de dolor, se paralizó en un simple movimiento, el italiano podría esquinzarle la mano o incluso fracturarle el Pulgar—¿Entiendes?

—Si señor—Respondió

—Genial, ahora dile a los nuevos que no toquen a mi chico—Soltó la mano del sujetó

—Si—Se alejo acariciando su mano

Es mejor aprender las reglas rápido. Ya es ley y no fue escrita por nadie, Andreano Y Kaito son una pareja peligrosa

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Es un nuevo recluso 39 años, 1.76 de altura, Hen yamashita de nacionalidad china, solía ser el líder de la mafia china hasta que dos bastardo acabaron con todo lo que alguna vez construyó, sus ojos parecen dos pequeñas líneas rectas si los vez de lejos, un fino bigote va a cada lado de su rostro, detrás de el hay siete hombres chinos a sus espaldas

—¿Ellos si están aquí, como habías dicho?—Le susurró a el guardia a su lado

—Andreano y Kaito, ambos están aquí señor

—¿Les diste mi regalito de bienvenida?

—Si—El guardia le quitó las esposas

El chino junto sus manos y camino hacia el comedor los demás reclusos observaban a los nuevos, al llegar al comedor pudo cruzar miradas con Andreano el cual esta sentado en la mesa principal, Kaito fue el segundo en notar la presencia del chino, Hen sonrío fingiendo amistad, le alegra que lo reconozcan

Kaito y Andreano se miraron cómplices —No, nos atacará—Dijo el rubio susurrando en el oído del Azabache—Estamos vigilados por guardias

El azabache miró a Endrio y Johnny a su lado, lo mejor no era decirles—¿Que carajos hace el panzón aquí?

—¿Crees que sea casualidad?

—Casualidad que lo arrestaran si, estar en la misma prisión que nosotros Lo dudo—Apretó sus labios—Aun nos guarda rencor

—Al menos es inteligente y no nos atacará aquí frente a los guardias, no como otros—dijo Kaito

—¿Eso fue una indirecta para mi? Tienes mas muelas y ahora que me doy cuenta nuestro reencuentro fue muy romántico

—¿Acosó es sarcasmo?

—¿Ustedes dos estas coqueteando o simplemente son insultos pasivo agresivos? Siempre es lo mismo—Dijo Johnny—¿Porque murmuran?

Endrio frunció sus cejas sus hay algo extraño en su almuerzo, mastico sacó el objetó—¡Chicos!—Dijo asustado, le enseño a los demás la cuchilla oxidada que estaba en su comida

—¡Nadie coma nada!—Dijo Andreano en advertencia

Johnny hurgo en su comida sacando una aguja de inyección entre los frijoles—Vaya que ingenioso—Dijo. Pinchó su dedo con cuidado con la aguja—Creo que no le agradamos a alguien

Andreano esparce los frijoles en su plató buscando algún objeto corto punzante, no hay nada

Kaito olfatea su plató y luego el plato de frijoles del rubio—Veneno para ratas,  esto pudo matarnos en cinco horas—aparto las manos de su bandeja

—Esto solo es una advertencia—Dijo el italiano, le dio una mirada amenazadora el jefe de los Chinos en la mesa del al lado

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Endrio miro a ambos lados nervioso mientras caminaba por su celda asustado—No quiero que me asesinen, tengo esposa y hijos

—No chilles—Dijo Johnny desde su cama—Ya faltaba algo de diversión aquí

—¡Yo no tengo nada que ver!—Señalo a el Italiano y a el Japonés—¡Sus asuntos con la mafia no tiene que ver conmigo!

Andreano se encogió de hombros—Es solo un viejo amigo

—Viejo enemigo—Corrigió Kaito—Yo lo estafe me dio todo su dinero, a cambio de unas cinco toneladas de heroína o mas bien le di talco para bebé, por otro lado andreano se follo a la que en esa época era su esposa, solo porque se parecía a mi, Hubo una guerra de mafias y ahora quiere matarnos

El rubio curvo sus labios a un lado—No éramos personas de fiar en el pasado—Arrugó su ceño, miro a Kaito—Espera ¿tu sabias?...

—¡No quiero estar en una Guerra de bandas carceleras!—interrumpió el de piel negra—No soy bueno en esto

—¿Guerra carcelera?—Rio Johnny—Son mas que nosotros, nos harán papilla

—¡No!—Respondió, se sentó en su coma—Debí suponerlo, son los presos mas peligroso, no es de extrañar esta mierda ¿Y cual es el plan?

—Ninguno por ahora, solo nos cuidaremos las espaldas entre si, hasta que yo encuentre una manera de negociar con él—Dijo Andreano