Amor y cárcel

13

Andreano no pudo dormir, se acostumbró demasiado a tener a Kaito a su lado que sin el no puede dormir. lavó su rostro en uno de los lavamanos al lado de las duchas, secó las gotas escasas de su rostro estirando su playera naranja

Una mano cubre sus ojos y un brazos rodio su cuello, el rubio tensa su mandíbula empuja su cuerpo hacia atrás empujando a el sujeto que intento atacarlo

—Vaya que fuerza tienes cariño—Dijo aquella voz adolorida—Eres mas fuerte que yo

Andreano Volteó al Escuchar aquella, Voz—Acaso eres idiota no puedes asustarme así como así ¿Te lastime?

El Japonés tensa sus labios,  sus arquea su espalda tratando de aliviar el dolor—Si—Sonrió—Da igual—abrazó a el italiano, mete su rostro en sus pectorales—Te extrañe

—No vuelvas a hacer eso pude dejarte inconsciente ¿Como te fue anoche?

—No pude dormir muy bien, mi nuevo compañero de celda es muy rarito—Alzó la vista—Quiero follar

—¿Aquí?

—Si es temprano, duchan esta mas tarde—Empuja a el Rubio adentro de uno de los cubículos—Siéntate

El Italiano se sentó en el retrete, no es que sea muy higiénico tener sexo aquí, pero la cárcel no es muy higiénica no importa por donde lo mires—¿No que podrías sobrevivir sin sexo?

—Mentí—Se quitó se la playera naranja, deslizó su mano por su Abdomen, sube por su Pecho, se quita los pantalones naranjas Junto con la ropa interior—Será rapido

El italiano abre la cremallera de sus pantalones, sacó su miembro ya duro—Chúpamela

El Japonés se arrodilla ni si quiera protestó quería hacerlo, acerco sus labios a la punta del glande, le da un pequeño besito deslizo su nariz por toda la extensión del tronco—el olor es fuerte en la mañana—metió su nariz en los testículos—aquí el olor es mas intenso—Abrió su boca, introduce por completo el miembro

—Tanto te gusta el olor, eres un verdadero pervertido

Kaito succiona y sorbe toda La extensión, cómo se atreve a decirle pervertido cuándo el que le gusta oler donde no llega la luz es otro, desocupa su boca, no hay mucho tiempo, se levanta coloca sobre el regazo del rubio, alza sus caderas y introduje el miembro en su interior, gime de éxtasis

Andreano sonríe burlón

—¿Qué?—Frunció el Ceño

—Me acabó se dar cuenta que te haz hecho adicto a mi verga

—Púdrete—iba a levantarse pero las manos pesadas del rubio lo detuvieron—Esta muy profundo—Cubre sus labios para no gritar, podría jurar que entro esta su colón, mas arriba de su ombligo 

El italiano sonrie, se levanta del retrete, agarra las caderas de Kaito con fuerza, una vez de pie, lo alzo dejar caer sobre su verga—Eres el Puto Cielo—Muerde la oreja del azabache—Nunca Lo Habíamos echó en esta posición al parecer llego mas profundo

Kaito se aferra a los hombros del rubio, sus cejas esta temblando no duele pero Jamás había llegado tan profundo—Despacio

—Eres tan lindo—Muerde su mejilla——ojalá pudieras verte—Abre la puerta del cubículo, lleva a su amante al frente de los espejos

—¡Estas loco alguien podría venir!

—Aun es muy temprano—Gira a el azabache alza sus rodillas, dejándolo caer sobre el lavamos

—Puto loco—Aferra sus manos en el lavamanos, el aliento caliente de sus gemidos empaña el vidrio de el espejo. El Italiano aprieta el cuello del Japonés con su mano derecha, sabia que era su punto débil. Si lo hubieran echos a anoche como de costumbre jamás hubieran probado esta nueva posición, el solo ver su reflejó y ver como esa enorme verga entra y sale de el dejando restos de fluidos en su interior, lo excita demasiado

Andreano coloca su dedo pulgar y índice por el tatuaje de dragón en la espalda del Japonés, con una sonrisa de oreja a oreja, los músculos de su espalda se tensan cuando llega a el orgasmo o cuando tiene espasmos de placer, es demasiado sexy—Carajo—Limpió la saliva que se desliza por la comisura de sus labios—Me tienes babeando como un perro—tira del cabello del Japonés hacia atrás, este acto brusco hace que arquee su espalda y eyaculara de placer—Viste eso—Tomó la barbilla del Japonés, lo obliga a mirarte a el espejo—La expresión que haces cuando tienes un orgasmo es demasiado linda, quiero que la veas

Kaito se sonrojo al ver su reflejo su mejilla tiene la marca de una mordedura que no va a desaparecer en semanas, su abdomen esta hinchado, es demasiado vergonzoso no sabia que podría ver así, aparta su cabello de su nuca y espalda—muerde ahí

—¿Seguro? Todos van a verlo

—No~Importa—Dijo extasiado esta demasiado excitado para pensar con claridad—Vamos

Andreano muerde su cuello, marcando esa blanca y tersa piel .Tomó el rostro del Japonés para darle un pequeño besito en la frente—Tengo algo para ti, pero me daba vergüenza dártelo antes

—¿Regalo?—Dijo Hiperventilando—¿Acosó vas a pedirme matrimonio?

—Algo así—Metió la mano en su bolsillo trasero, saca un colgante con el dije de una esmeralda—¿Te gusta?—Rodea su cuello con ella—El colgante es bastante masculino y el color destaca bastante con tu piel

Kaito acaricia la esmeralda—No dejare que nadie me la quite, ni si quiera los guardias, me gusta, acomoda su Cabello detrás de sus orejas

Andreano bajo la mirada, la espalda de Kaito tiene una ligera capa de sudor, ni si quiera la ha sacada y ya se le esta poniendo dura de nuevo, desliza su mano a los pectorales del azabache—te queda muy bien

Arruga su entre ceño, abre sus labios, no le gusta que le toquen el pecho de esa forma, es demasiado vergonzoso, lo peor de todo es que podría Jurar que sus pezones en estos momentos son mas sensibles que los pezones de una mujer

—Kaito—Río en la oreja de su amante—Eres sensible donde menos re Imaginas

Andreano lo folla tan bien que es incontrolable no decir un...—Te amó