Capitulo #6

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Obito trataba de dormir, pero no podía ¿cómo se había atrevido Kakashi a tener esas fotos de él? Cuando descubriera quién tomó las fotos lo haría sufrir, pero... lo que lo tenía más inquieto, era lo que pasó cuando le quitó la foto, las sensaciones que provocó en su cuerpo.

— Con bakakashi no... —Murmuró Obito.— Él no...

El azabache logró dormirse hasta en la madrugada, por lo tanto no se levantó ni a desayunar.

— ¿Tobi-senpai aún sigue durmiendo? —Preguntó la pequeña Kioko, mientras estában en la cocina.

— Si, hay que dejarlo descansar. —Contestó Naoko.

En eso Daiki entró, para avisarles que había llegado un hombre con una carreta llena de flores, Naoko salió a recibirla.

— ¿Usted es el joven Naoko? —El chico asintió— Bueno firme aquí. —Le dió un documento dónde el firmó para indicar que lo había recibido, también le entregó el sobre.— Por cierto, ¿hay un pueblo aquí cerca? Es que no he descansado, me pidieron que entregará rápido el envío, mañana vendré por la carreta.

— Sí, sólo siga derecho. —Contestó Naoko, el hombre se despidió y se fué.

— ¿Todas esas flores son mías? —Preguntó Kioko emocionada.

— Sí, bueno ve a despertar a Tobi-senpai.

La niña entró corriendo a la casa, para luego abrir con cuidado la puerta del cuarto de Obito, Daiki la siguió y se quedó parado cerca de la puerta mientras ella se acercó despacio, el mayor balbuceaba algo mientras dormía.

— Tobi senpai. —La niña se acercó y lo movió suavemente, Daiki sólo suspiró permaneciendo cruzado de brazos.

— ¡¡Tobi-senpai!! ¡¡Se quema la casa!! —Gritó Daiki, Obito se levantó rápidamente.

— ¡Busquen agua rápido! —Dijo tirándose de la cama— ¡Mejor salgan de la casa!

— Tobi-senpai es mentira. —Mencionó Kioko al ver al mayor alarmado.

— ¡¡Daikii!! —El niño ya se había ido corriendo— Al parecer alguien estará castigado por varios días.

— Vamos a ver las flores. —Dijo Kioko cambiando de tema.

— ¿Flores? ¿Qué flores?

— Las que fuiste a comprar. —Obito sólo la volteó a ver un poco confundido, mientras Kioko lo agarró de la mano.— Por cierto, ¿Que es balashi?

— ¿Eh?

— Cuando estabas dormido decías esa palabra, balashi oh era bakaka... —Obito entendió de inmediato.

— No es nadie. —Contestó caminando más rápido, ¿porque tenía que mencionarlo?

Al llegar afuera el azabache quedó admirado al observar el montón de flores, Naoko se acercó y le dió aquél sobre, inmediatamente lo abrió y leyó aquella pequeña nota.

Por favor perdóname por lo de las fotos, te juro que yo no se lo pedí, bueno no fotos así y cómo debido a eso olvidaste las flores decidí ir a buscarlas yo mismo, bueno en la floristería me ayudaron, espero y le gusten a la pequeña Kioko.

PD. La camelia rosa la compré especialmente para ti.

— Bakakashi... —Murmuró Obito.

— Lo dijiste de nuevo. —Mencionó Kioko.

— ¿Ah? Yo... Lo que dije fue...es que ya llueve casi.

Rompiendo las reglas. (KakaObi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora