El día se alarga interminablemente. Da la sensación de que nunca llegará la séptima hora. Las manecillas del reloj de pared avanzan muy despacio, marcando cada minuto con sacudidas espasmódicas. Para cuando llego a la sala de estudio, el pulso de mis sienes marca el mismo ritmo que el minutero saltarín. Remoloneo un momento en el umbral, inspeccionando el aula, casi vacía. Ahora, por fin, volveré a verlo. Con el corazón desbocado, me siento a la misma mesa que ayer, esperando que Jeno llegue antes que Ryujin, para no tener que decirle a ella que quiero sentarme con él. Y me doy cuenta de que así es... Lo acepto. Quiero sentarme con él, hablar con él, verlo, salir con él... Todo. Por lo menos mientras esté aquí. Y no sólo por el bien de mi Draki. Me habría gustado Lee Jeno fuera yo quien fuese.
Tras lanzarme una breve sonrisa, Hendery se dirige a otra mesa. Al menos no tendré que preocuparme porque intente sentarse conmigo de nuevo. El timbre suena por encima de mi cabeza y se me acelera la respiración. Observo la puerta. En cualquier instante sucederá. Pero entonces Ryujin entra a toda prisa, con el largo flequillo al viento. Procuro ocultar mi desilusión cuando es ella, y no Jeno, quien se deja caer a mi lado. En la parte delantera del aula, la monótona voz del señor Kyungsoo recita la misma cantinela que ayer.
Yo sigo mirando la puerta. -No está aquí. - Me sobresalto al oír la voz de Ryujin. -¿Quién? - Le pregunto. -Jeno. Lo he visto marcharse con sus primos a quinta hora. - Me encojo de hombros como si no me importara. Como si no hubiera decidido salir con él. Como si él no me lo hubiera pedido. Como si no se lamentaran todas las fibras de mi cuerpo, necesitadas de su presencia. -Bueno, después de las vibraciones que había entre ustedes ayer, y hoy en Educación Física, me he imaginado que estarías buscándolo. - No contesto. Me tiemblan las manos, así que las dejo debajo de la mesa.
Contaba con verlo, con volver a sentir mi Draki. Con que él me devolviera la vida, haciendo que recordara... Que me recordaba a mí mismo. Necesitaba eso, y ahora no puedo tenerlo, siento una opresión en el pecho. El peso de mi decepción me aplasta. Ryujin rebusca en su mochila, y mi corazón está lo bastante desesperado como para impulsarme a preguntar, como si esperara que ella lo supiera: -Ah... ¿Y dónde está? - Pregunto. -Toma. - Contesta Ryujin, deslizando una nota por encima de la mesa hacia mí. -Jeno me ha pedido que te dé esto. - Yo me quedo mirando el trozo de papel doblado un largo momento, con el corazón martilleando. Cuando por fin lo tomo, el papel está frío y cruje entre mis dedos temblorosos mientras lo desdoblo, tomándome mi tiempo para alisar los pliegues y estudiar la letra de Jeno.
Jaemin: Lo siento, pero tengo que marcharme de la ciudad por un
asunto familiar. Mientras estoy fuera, procura no dejar inconsciente a
ningún profesor más. Hasta pronto (aunque no lo bastante), Jeno.Se me escapa un sonoro suspiro y sacudo la cabeza, que me da vueltas. Esto es una locura. Yo, suspirando por un cazador. Y un cazador, suspirando por mí. Debería tenerlo muy en cuenta, aunque él no pueda. Especialmente si él no puede. -Jeno y sus primos faltan muy a menudo. - Me cuenta Ryujin. Eso me lo creo. Hace cosa de una semana estarían al norte de aquí, persiguiéndome en las cascadas. Tendrían que perderse días de clase. -¿Ah, sí? - Me doy golpecitos en los labios. Los noto agrietados, secos, como el resto de mi cuerpo. -Ajá.
Ryujin saca su libro de Química, lo abre por la tabla periódica y empieza a rellenar una hoja de ejercicios. -Y, ojo, ¿sabes por qué faltan tanto? - Niego con la cabeza, aunque lo sé, mucho mejor que ella. Dentro del pecho, el corazón se me cierra como un puño, apretando... Apretando. -Su familia es buenísima en la pesca con mosca. Genial, ¿no? Se saltan las clases para ir a pescar. - Ryujin tamborilea con el lápiz sobre la mesa mientras estudia la tabla, y ese sonido es une eco del tartamudeo de mi corazón.
Me deslizo un poco en mi taburete, aferrándome al borde de la mesa. Pesca con mosca... Casi resultaría divertido si no me doliera tanto el pecho. Ryujin continúa hablando. -Hacen esos viajes más o menos cada... Jaemin, ¿te encuentras bien? - Jeno se ha marchado... A cazar de nuevo. Probablemente regrese a donde casi me capturan. Está persiguiendo a mi manada. Jeno no es mi salvador. Es un asesino. Es la llamada de aviso que necesitaba para despertar. Soy un idiota por pensar que un cazador va a salvarme, protegerme, mantenerme vivo. Encontraré otra manera. Cierro la mano sobre su nota, convirtiéndola en una bola arrugada, decidido a olvidarme de Jeno, pero eso no hace que me sienta mejor. El pecho me duele todavía más.
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! ׅ࣪ alma de fuego ׅ ࣪ nomin ✶ drakis [1] ~ ࣪ ׅ
Science Fiction▸ 𖥻 no + min = ♡ ˑ 𖦹 ⊹ ᨘ໑ ¡ además de ser un joven indepentiente, rebelde y decidido, jaemin es un draki, un descendiente de dragones capaz de adoptar forma humana para vivir entre los hombres sin llamar la atención. Un día pone en peligro a su tr...