! ׅ࣪ alma de fuego ׅ ࣪ nomin ✶ drakis [1] ~ ࣪ ׅ

➶ ໑ 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕 ᘒ ꒦ 🜸

Estoy peleando de nuevo con mi taquilla; la cerradura de acero es como un beso frío en mis dedos. Los cuerpos entrechocan y pasan deprisa ante mí. Curiosamente, me arden los ojos. Las lágrimas quieren salir, lo cual es ridículo. Que no logre abrir la taquilla no es razón para lloriquear. Pero es mucho más que eso. Lo sé. Es por todo. Miro hacia la izquierda, esperando que Haechan llegue pronto para que podamos salir de este maldito lugar. -Lee Jeno. Impresionante. - Dice una graciosa voz a mi lado; me vuelvo y reconozco a una chica de la clase de Educación Física. Era más rápida que las demás. Recuerdo haberla dejado atrás en la pista una sola vez. Su lustroso pelo castaño me recuerda un poco a Renjun, aunque tiene unos ojos grandes y verdiazules que me miran abiertamente por debajo de un flequillo despuntado. Es un poco demasiado largo, y desigual, como si se lo hubiera cortado ella misma.

-¿Cómo dices? - Le pregunto. -Por aquí, Jeno y sus primos son la sensación. - Habla con voz baja y gutural, arrastrando las palabras. -¿Ah sí? - Murmuro. -Son ricos y muy guapos, y tienen ese aire de chicos malos. Yeonjun y Wonho han salido con la mitad de las chicas y chicos de este instituto. Pero Jeno no. Él es... - Me inclino hacia delante, ansioso por saber cualquier cosa que pueda contarme sobre él. -Bueno, Jeno... - Se le curvan los labios en una sonrisa pensativa. -Jeno es esquivo. No le interesa ninguna ni ninguno de las chicas o chicos de por aquí. - Pone en blanco sus maravillosos ojos y suspira dramáticamente. -Por supuesto, eso hace que nos guste todavía más. - Una alegría estúpida aletea en mi pecho. -Soy Ryujin. - Anuncia luego la chica. -Hola, yo soy... - Me interrumpe. -Jaemin. Lo sé. - Dice ella. -¿Cómo...? - Cuestiono. -Todo el mundo conoce tu nombre. Y el de tu hermano. Créeme, este centro no es tan grande... - Da un paso adelante y me aparta la mano de la cerradura. -¿Cuál es el número? - Yo le recito los seis dígitos, preguntándome vagamente si debería darle la combinación a una desconocida, y si alguna vez aprenderé a abrir esta cosa yo solito.

Los dedos de Ryujin vuelan, y un segundo después levanta la manija y abre la puerta. -Gracias. - Digo. -No hay de qué. - Apoya un hombro en las taquillas, con satisfacción y naturalidad, como si hiciéramos esto todos los días. -Voy a darte un consejo. A lo mejor deberías mantenerte alejado de él. - Menciona. -¿De Lee Jeno? - Pregunto, con un escalofrío de emoción sólo por pronunciar su nombre. Ryujin asiente. Durante un momento, siento como si estuviera hablando con Haechan de nuevo. Me invade la frustración. Toda la vida he estado recibiendo consejos que esperaban que siguiera.

Sujeto mi libre de Química y recojo el de Literatura de su estante. -¿Y eso por qué? - Pregunto. -Porque Jang Yeeun te hará trizas a ti o a cualquier otra chica o chico que vaya tras él. - Pensaba que iba a advertirme que me alejara de Jeno porque es peligroso, como él mismo me ha dicho. Eso puedo creerlo. Eso ya lo sé. Lo recuerdo cada vez que lo tengo cerca por la tensión de mi piel. -Oh. - Asiento con la cabeza, recordando a la chica de mi clase de Lengua, pero luego me encojo de hombros.

Después de salvarme la vida huyendo de los cazadores, mi radar del miedo no registra a una jovencita con demasiado brillo de labios. Ya he tenido que vérmelas con chicas y chicos que no me apreciaban. Me acude a la mente Karina, la hermana pequeña de Johnny. Esa chiquilla me odiaba. No podía soportar la cantidad de atención que me dedicaba su familia: su padre, Sehun, incluso su tía me adoraba de una manera que siempre me puso los pelos de punta; como si pensara que era mi madre o algo así. Pero como Ryujin me está mirando, debería decir algo más, así que añado: -No voy detrás de él. - Digo. -Bien. Como eres el chico nuevo, Yeeun puede convertir tu vida en un infiero. - Hace una mueca y se recoloca la correa de la mochila sobre el hombro. -Bueno, en realidad puede convertir tu vida en un infierno seas el chico que seas. Hazme caso; sé de qué hablo.

Cierro mi taquilla y el sonido me hiere junto con todos los demás portazos que resuenen por el corredor. -Entonces, en realidad da igual lo que haga, ¿no? - Pregunto. - Sólo es una advertencia. Probablemente Yeeun ya se habrá enterado de que Jeno se ha sentado contigo, y estará imaginando una muerte lenta para ti mientras nosotros charlamos. - Menciona. -Bueno, me he sentado con él. - Replico, encogiéndome de hombros. -Pero, apenas hemos cruzado palabra. - Prosigo. -Estamos hablando de Lee Jeno. - Me recuerda Ryujin, como si eso significara algo. Y claro que significa; pero no para mí como para las demás chicas y chicos. Yo me siento conectado a Jeno, atraído hacia él. Todas las fibras de mi cuerpo recuerdan los momentos en la cueva: presa y depredador hallando una comunión entre sí. Pero como lo último que quiero es revelar que Jeno es algo especial para mí, digo: -¿Y? - Contesto. -¿Y? - Ryujin enfatiza la palabra. -Jeno no sale con chicas ni chicos del instituto. Prácticamente ni habla con nosotras. Nadie lo sabe mejor que Yeeun. Vigila tu espalda cuando la tengas cerca. - Termina. -O sea que, si Yeeun no puede salir con él, ¿nadie más puede? - Pregunto. -Exactamente. - Responde. Increíble, ¿sólo llevo un día aquí y ya tengo una enemiga? -¿Por qué me cuentas esto? - Cuestiono. -Considérame una buena samaritana. Sonrío y llego a la conclusión de que Ryujin podría caerme bien. A lo mejor encuentro una amiga en este lugar, después de todo. No me opongo a hacer amigos.