—¡Alexandra! —escuché a mi padre llamar mi nombre, haciendo que suelte la arena de mis manos y corra hacia él.
—¿Sí, papi? —mis manos estaban marrones por la suciedad con la que había jugado.
Su figura reposaba por el marco de la puerta, tenía los brazos a sus costados y las manos en los bolsillos. Un mechón de su cabello negro caía sobre su frente, siendo obvio la falta de un corte de cabello, y su mandíbula estaba contorneada por su barba. El mechón de cabello sobre su frente me recordaba a Superman y, a pesar de que no poseía súper poderes, él era mi súper héroe. Cuando mis piernas dejaron de correr, él se sentó en cuclillas para estar a mi altura y sacó un pañuelo blanco de su bolsillo.
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Perseguida. {n.h.}
Azione"Aquel sentimiento de justicia que tienes te traerá muchos dolores de cabeza, querida Alex. Si valoras la vida de aquel muchacho dejarás de meterte en donde no te llaman."