4: Animal

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No hay luna.

Estoy tan débil y desequilibrada. Rasco la puerta con desesperación.

—¡Ayuda! ¡Auxilio!

Una pequeña compuerta se abre, así que retrocedo sorprendida. Solo un plato cabe por ahí y es lo que pasa. Una carne es tirada desde afuera. No lo pienso mucho, entonces la agarro para comerla.

—¿Hola? —Golpeo la puerta.

Nadie responde.

Aunque a mi estómago no le importa, al menos tiene carne. Comer con desenfreno como un animal es lo único que puedo hacer.

Conexión con la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora