27: Atacar

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De nuevo en el suelo, cansada y sin forma de salir. Me arrastro a sentarme cerca de la pared y poder ver la luna, entonces sonrío con ternura, una emoción que me genera en cualquier momento al verla, incluso aunque esté en la peor desesperación.

La puerta se abre y giro mi vista despacio hacia allí.

—Sígueme. —Oigo a Orión y me levanto.

No dudo mucho en ir a atacarlo, pero me detengo cuando me doy cuenta que en realidad esto no es el bosque, es una cripta y la luna solo se reflejaba por una rendija. No me di cuenta porque la ventana del contenedor es muy pequeña.

Avanzo detrás de Orión, caminando por los pasillos oscuros.

Conexión con la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora