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Minho abrió la puerta del local, la campana sonó indicando al dueño que un nuevo cliente había llegado.

El señor un poco, de echo bastante mayor los miro con una sonrisa.

- Buenas tardes - saludó Seungmin en una reverencia, al enderezarse le dió un codazo a Minho para que el también saludara.

- Ah - se quejo sobando su hombro que fue anteriormente atacado por el menor - Buenas tardes -

El señor saludo de la misma forma, Minho se sentó en una de las sillas que se ubicaban frente al espejo después de que el dueño del local le dijera un "Pase" a quien sea que quisiera ser atendido.

- No hagas esperar al señor dile que es lo que quieres - apuro el menor con una grande sonrisa en su rostro.

Minho rodó los ojos arrepintiéndose de haber apostado aquella vez que estaba seguro de ganarle al menor pero como siempre este ganaba.

- Quiero un tinte - el señor asintió y camino hacia una pequeña bodega de al fondo.

- ¿De que color, joven? - Seungmin estaba a punto de estallar en risas, realmente estaba disfrutando esto.

- Azul, por favor - en cambio Minho juraba que después de esto lo mataría con sus propias manos.




Minho se miro al espejo, veía con claro disgusto los pedazos de aluminio en su cabeza, debía dejar de apostar con el menor o a la próxima acabaría haciéndose un tatuaje.

- ¿Que? ¿No le gusta? - se acerco Seungmin burlón, tomo los hombros del mayor y lo miro aguantándose la risa por el espejo.

Termino yéndose a la sala de espera y oculto su rostro en una revista antes de que Minho lo matara con la mirada.

- Muy bien, ya fue suficiente - el señor se levanto de su lugar dejando su periódico de lado, comenzó a quitar los pedazos de aluminio.

Después de eso lo mando a sentarse en otra silla para lavarle el pelo, termino de hacer uno que otro arreglo al pelo del mayor y le quito la bata una vez acabando.

- Esta listo, joven - el señor sonrió y dejo que Minho se viera.

Seungmin se le acercó sonriente, sabía que le iba a quedar bien pero no tan bien como se veía ahora.

- Tengo que admitir que me queda excelente - Minho se alago a si mismo.

- Claro, ahora pareces una mora - le molesto Seungmin.

- Haha - el contrario fingió una risa, le pagó al señor el dinero correspondiente y salió del local cerrando la puerta en la cara del menor.

Seungmin tuvo que correr para alcanzarlo, valla que era rápido.

- Increíble, ahora más chicas te miraran en la universidad - dijo fingiendo envidia.

- ¿Que? ¿Tienes celos de que sea el centro de atención? - preguntó con una sonrisa burlona.

- Claro que no, odio ser el centro de atención y más si lo soy con un chico de pelo azul a lado -

- Hahaha claro, no te preocupes cargare la atención yo mismo - le revolvió el cabello y corrió más rápido para que Seungmin no le arruinara su hermosa cabellera.





- Ya llegamos - Aviso Seungmin una vez entrando a la casa con un chico peliazul detras.

- Que bueno, justo acabo de hacer la comi- - Ji eun se quedo sin palabras al ver el nuevo color de pelo de Minho - Cariño, te pintaste el pelo - se acerco al chico pars tocar su cabello como si fuera algo completamente desconocido.

- Si heh, ¿Se ve mal? -

- Claro que no - se alejo aun sorprendida del peliazul - si no fuera mucho mayor que tu ya te hubiera pedido salir - soltó haciendo a Minho soltar una risa - Bueno ya - le restó importancia al nuevo color de cabello de Minho para mandarlos a poner la mesa haciendo una señas que los chicos ya conocían - Vamos a cenar.

Tuvieron una cálida cena juntos, contando lo que se les venia a la mente o jugando con la comida.


- ¿Quieres que te acompañe? - pregunto el menor a Minho quien tomaba su chamarra para irse.

- Claro - le sonrió y espero a que se alistara para salir.

- Realmente hace frío - comentó Seungmin al salir de la casa.

- Valla que si, el invierno se acerca - miro al cielo despejado.

- Ahora solo puedo pensar en que habra muchas mas personas en el cafe - dijo preocupado por lo cansados que serian los próximos días.

- Me asegurare de ser una más, te pediré cafe todos los días - habló Minho con intención de molestar.

- Háztelo tu - el menor se prometió no atenderlo nunca, este aprovecharía para sacarle cualquier descuento.

- Creo que el buzon de sugerencias no estará feliz con eso -

- Ya dije -

Ambos llegaron a la estación de autobuses, se pararon uni frente al otro para despedirse.

- Nos vemos mañana - pregunto Minho sabiendo la respuesta.

- Claro, vaya con cuidado - le dedico una ultima sonrisa antes de dar media vuelta y caminar directo a su hogar.

so...  - minmin (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora