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Habían pasado unos cuantos días de lo sucedido pero ninguno de los dos hablaba algo al respecto.

Ambos iban camino a sus hogares después de una cansado día de clases. El sol apenas lograba alúmbrales pues estaba a nada de desaparecer por el horizonte. Compartían un cafe americano que compraron en el camino, nunca lo habían echo, normalmente compraban uno para cada uno pero este día no les alcanzo para dos.

Seungmin estiro sus labios hasta su popote y cuando quiso sorber el líquido no entro nada a su boca más que aire. Volteó la mirada hacia el envase y se entero de que este ya estaba completamente vacío. Miro con una expresión de enojo al chico que caminaba de su lado derecho, este al sentir su mirada volteó.

- ¿Qué? - preguntó sacando la vista de su celular,

- Te lo acabaste - Seungmin señalo con la mirada el vaso vacío mientras le reclamaba al mayor.

- Ya era poco - contestó restándole importancia haciendo que el menor enojara más.

- Sobraba casi la mitad - volvió a reclamar.

- Y la primera la tomaste tu -

Seungmin rodó los ojos rehusándose a seguir peleando, solo lo dejo pasar y siguió rumbo a su destino.

Llegaron a donde sus caminos se separaban, se despidieron uno del otro, prometiéndose verse ahí mismo en la mañana al siguiente día y continuaron dándose la espalda.

Seungmin abrió la puerta de su casa con dificultad, definitivamente le tenía que decir a su mamá que llamada al cerrajero, esa puerta estaba cada vez peor. Fue recibido por el cálido abrazo de su madre, Ji eun.

- Bienvenido a casa - se separo de el para mirar a su hijo - Dios, cada vez estas más alto -  comentó ya que ella al abrazarlo su cabeza calló en su pecho escuchando su corazón, no le llegaba ni al hombro.

- Creo que también es por que tu eres algo chica - se arrepintió de lo dicho cuando Jo eun le dió un pequeño golpe en el hombro.

- Son los años, antes era incluso más alta que tú - se paró de puntitas intentando alcanzar a su hijo fallando en el intento.

- Claro, claro - Seungmin hizo como que le creía.

- Bueno, ¿quieres cenar? hice bibipam - preguntó con emoción, sabía perfectamente que su hijo amaba ese platillo, no era su favorito pero le gustaba y hacía tiempo que no lo comían.

- Dios si, muero de hambre - aceptó de inmediato la invitación y siguió a su madre a la cocina para tener lo necesario.

Se sentaron ambos en la mesa uno frente al otro. Seungmin estaba a punto de devorar todo pero su mamá le interrumpió diciendo que tenían que bendecir la comida, espero impaciente a que los segundos pasaran y en cuanto Ji eun acabo de rezar comió como si ningún tipo de alimento hubiera entrado a su sistema en semanas.

- ¿Que hiciste hoy, hijo? - preguntó su madre intentando sacar tema de conversación con Seungmin.

El pareció pensarlo un poco.

Minho. Minho. Minho. Y más Minho.

- Estuviste todo el día con el, ¿cierto? - el asintió - Que bueno hijo, ustedes siempre fueron tan buenos amigos -

Nadie comentó nada de ahí en fuera, quizá un "buenas noches" antes de que ambos familiares se resignaran a descansar.

Ji eun una vez toco la almohada cayó dormida pero Seungmin no. El sueño no la había visitado mucho las ultimas noches después de aquella vez. El creía que sus sentimientos a Minho estaban 5 metros bajo tierra desde hace un buen tiempo pero ese beso llegó a alborotar todo. Tenía una pizca de esperanza de que tal vez y solo tal vez era recíproco, y enserio deseaba que lo fuera. Supuso que era cuestión de esperar, dejar pasar el tiempo y simplemente dejar que las cosas fluyan.

No había preocupación alguna, ninguna.


Minho llego a su departamento siendo recibido por tres lindos gatitos. Acarició a cada uno de ellos saludándolos de la manera correspondiente y después de dejar todas sus cosas se dispuso a ir a su cama y seguir pasando tiempo con ellos.



11:47pm dió el reloj. Minho decidió que ya era hora de dormir así que se acomodo en su cama asegurándose de no aplastar a ninguno de sus gatos. Cerró los ojos haciendo un análisis de su día. Literalmente todo era Seungmin.

Recordó aquella noche donde se besaron. Mentiría si dijera que ese beso no desperto nuevas emociones en el. Comenzó a cuestionarse muchas cosas que nunca antes había pensado. Se percató de lo bien que se sentía estar con su amigo, su amigo.

El deseo por volver a besarlo aumentaba cada segundo pero el aún no estaba seguro de sus sentimientos. Como Seungmin no había dicho nada, el tampoco lo hizo. Una de dos, le pasaba lo mismo que a el o solo no le significo nada, deseaba mucho que fuera la primera opción.

Mientras los recuerdos de el diario de hoy pasaban por la mente de Minho, el esbozaba una linda sonrisa en su rostro al recordar al menor. Tal vez si le gustaba, tal vez no. Aun había tiempo para que lo pensara, tenía una larga vida por pasar o tal vez no tan larga en realidad.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2022 ⏰

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so...  - minmin (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora