so... - minmin (editando)

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Todos entraron a su respectivo cuarto. La cabaña era realmente grande, un solo cuarto bastaba para que dos personas vivieran ahí de por vida pues estos contaban con todo lo necesario, incluso tenían cocina.

Seungmin tomo su maleta y comenzó a sacar la ropa, abrió el armario colocado a lado de su cama y metió ahí la ropa para dos días que empaco.

Comenzó a inspeccionar el cuarto. Lo primero que se veia al entrar era una pequeño sofa para tres personas delante de una tele, poco más adelante una mesa con cuatro sillas y suficientemente grande para 6 estaba decorada con acabados que la hacían parecer de madera. Detrás de esta estaba la ventana con vista al lago con un bosque al rededor, era simplemente hermosa. Una cocina con estufa y refrigerador decorada con azulejos color negro se posaba en la esquina derecha del cuarto, incluso tenía una barra con asientos. Y por ultimo el baño.

Todo eso era solo para el, solo estaría dos días ahí y probablemente la mayor del tiempo fuera. Es increíble.

Termino por salir del cuarto en busca de Hyunjin para preguntarle que es lo que iban a hacer pero al entrar a su cuarto solo encontró a Jeongin.

- Hola, hyung - saludó el menor quien revisaba su teléfono recostado en la cama.

- Hola, Innie - Se sentó en un borde de la misma y miro alrededor el cuarto era exactamente igual que el suyo - ¿No has visto a Hyunjin? - el menor negó.

- Vine a buscarlo pero no lo encontré, luego me llego una notificación y le celular me atrapo - dijo divertido, Seungmin le sonrió y asintió con la cabeza - Debe de estar con Yeji -

- Bien, ire a buscarlo entonces -

Se despidió de Jeongin y salió del cuarto, ahora donde es el de Yeji.

Camino por la cabaña hasta llegar a una fuente. De una forma u otra termino en la recepción.

Se sentó en una esquina ya cansado de caminar. Se propuso descansar un rato y luego encontrar la forma de llegar a los cuartos de nuevo.

Después de unos minutos se levantó. Sintió que fue salpicado por agua y se volteó tan rápido como pudo pero al hacerlo no logro ver a nadie. 

Otras gotas de agua mojaron su nuca y volvió a voltearse pero nuevamente nu hubo nadie.

- Ya sal, Minho - dijo el menor y en tan solo segundos vio como el chico salía de por detras de un cartel que decía "bienvenidos" con un puchero en sus labios.

- ¿Como supiste que era yo? - se acerco a el aún quejandose.

- Solo Lee Minho me lanzaría agua de una fuente - ambos rieron después que el menor dijera eso.

- ¿Que te trajo hasta acá? - preguntó el mayor.

- Buscaba a Hyunjin h terminé aquí ¿y tu? - 

- Vine al baño - Seungmin lo miro confundido.

- ¿No podrías haber ido al tuyo? - preguntó.

- Es que ni siquiera he llegado a mi cuarto - admitió.

- No puede ser - el menor golpeo el brazo de Minho causando que este lo sobara y se quejara dramáticamente - Ya deja de hacer berrinche, vamos a tu cuarto -

El mayor acepto y tomo su maleta siguiendo hacia donde Seungmin lo llevaba.

- ¿Y aqui donde es? - pregunto el Minho viendo a todas las personas que miraban las cosas en venta y las que pagaban en el mostrador.

- Creo que una tienda de souvenirs - habló Seungmin con un ceño fruncido, valla que era dificil ubicarse en esa cabaña.

- Según yo no es aquí a donde queríamos llegar - el menor concordo.

- Bueno vámonos - 

Estaban a punto de salir de la tienda hasta que la voz de Yeji los paro.

- ¡Chicos! - los dos voltearon para ver a la chica que llegaba corriendo a su lugar - Los estuve buscando ¿No han visto a Hyunjin? - increíble, ella tampoco sabe donde esta.

Los dos negaron y ella infló sus cachetes intentando pensar.

- Bueno, seguramente esta viendo algo de los planes de mañana, sera mejor que descansen asi que vamos a los cuartos - ambos chicos asintieron.

Seungmin leía un libró recostado en su cama, los hermanos le dijeron que descansara. Quien sabe que tenían planeado para esa tarde.

Unos leves toques en la puerta lo hicieron levantar la vista, tres toques en específico. Bien sabía de quien se trataba.

- Adelante - pasaron tan solo unos segundos para que la puerta se abriera y Minho entrara por ella.

- ¿Que lees? - el mayor se acerco y se recostó frente a Seungmin leyendo la portada del libro - ¿Rosado atardecer? - el menor asintió devolviendo su vista al libro - ¿De que trata? - Minho ladeo su cabeza hacia el lado derecho, un habito muy de el.

- Sobre un chico que le cuesta aceptar lo que siente por alguien y no es capaz de ver lo mucho que su amada lo quiere - el peliazul formo una "o" con su boca, se removió en su lugar para luego ir y sentarse a lado de Seungmin apoyando su espalda en la cabecera.

- No se escucha mal - Minho quiso ver más así que se acerco al libro para leer.

- Hey, no me dejas ver - el mayor tenía literalmente el rostro pegado al libro, tomo su cabeza y la hizo a un lado.

- ¡Yo también quiero ver! - hizo un puchero con sus labios haciendo que Seungmin riera. Termino accediendo y movió el libro en una posición donde ambos pudieran leer correctamente.

Fueron 3 o 4 capítulos después que el brazo de Seungmin se cansó así que tuvo que bajar el libro un rato. Minho se ofreció a tomarlo esta vez el para que pudieran seguir leyendo.

Y bajo el rosado atardecer, Julian no pudo resistir más. La chica frente suyo lloraba desconsoladamente mientras seguía susurrando las mismas palabras.

Sin siquiera pensar si lo que estaba a punto de hacer era correcto o no, se acerco a Rose, tomo su rostro entre sus manos y la besó.

Ambos chicos saltaron en la cama por la emoción. Era un final muy esperado por los dos y aun que fuera una historia ficticia ambos se sintieron emocionados.

La lectura no era la actividad favorita de Minho, pero solía acompañar a su amigo en sus tardes libres, a el le encantaban los libros así que no era problema para Lee leer unas cuantas páginas con tal de hacer feliz a Seungmin.

- ¡La beso! - exclamó Minho. Seungmin asentía mientras daba pequeños saltos en su lugar.

- ¡Por fin! - 

Hyunjin entro por la puerta encontrando a los dos chicos saltando, no pudo evitar sonreír por ello.

- Mhm - carraspeo para que le prestaran atención. Los dos amigos se voltearon esperando a que dijera algo - Ya nos vamos, pueden irse preparando.

Asintieron y cada quién fue por sus cosas.