29. Camino a México

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- Nop, nada - habló Malia alejando su nariz de mi cuello.

- ¿Estás cien por ciento segura de que el olor de Scott no está impregnado en Ariana? - preguntó Stiles por decimoquinta vez.

- No, ahora, probemos con otra cosa.

Estábamos en la casa de Scott, buscando algún objeto de él que tenga su olor para poder rastrearlo.

- Ten, prueba con esto - dijo Stiles lanzándome una camiseta de Scott.

- Suavizante de ropa - hablé.

El chico me miró unos segundos antes de salir corriendo como alma que lleva al diablo hacia el baño del alfa.

Hermano ¿Todo bien en casa?

Me acerqué al baño a ver que estaba haciendo, para verlo abrir el cesto de ropa sucia y sacar un bóxer de Scott.

- No olviden que la vida de Scott está en juego - habló mientras nos tendía el objeto a Malia y a mí, ambas sin ganas de oler eso.

- Ok. Ari, tu eres su novia, tu huélelo - habló Stilinski.

- Malia... - rogué a mi hermana.

Ella entendió mi mirada, así que rápidamente buscó otra manera de localizar a Scott. Se aproximó a la cama del chico para tomar su almohada y olerla.

- Sí, eso también funciona.

Los tres bajamos corriendo las escaleras mientras Malia llevaba la funda de la almohada. En la sala de estar nos encontramos con Liam.

- ¡Liam! Ve a casa, no vendrás con nosotros - habló Stiles, pasando de largo del beta.

- ¿Por qué no? - preguntó el cachorro.

- Porque hay luna llena y no tengo ganas de conducir hasta México para que tú me desgarres el cuello - explicó el chico de lunares.

- Ariana todavía no se controla bien - me acusó mientras me señalaba.

Hampón...

- Mi autocontrol es mejor que el tuyo, maldito chupa medias - refunfuñé esto último en español. Ya tenía bastante con que Scott y Kira estén desaparecidos como para wue un minúsculo beta venga a molestarme.

- No te entendí.

- No importa.

Liam suspiró - Pueden encerrarme, encadenarme al asiento trasero.

- Rompiste las cadenas la vez pasada - habló Malia.

- Sí, tendríamos que congelarte en carbonita para poder llevarte - habló el sarcástico.

Liam lo miró fijamente, de seguro no había entendido a Stiles y ahora estaba decidido a buscar carbonita.

- Y ¿De dónde sacamos la carbonita? - preguntó el inocente cachorro.

- Ay imbécil - hablé mientras le daba un ligero golpe en la nuca.

- ¿Tampoco conoces a Han Solo? - preguntó Stiles, entornando sus ojos hacia Liam - Ay - suspiró mientras se daba la vuelta para irse.

- ¡Espera! ¿Y si... me meten en el maletero? - Liam seguía insistiendo.

- También podrías escapar - razoné mientras le ponía una mano en el hombro al beta.

- Liam, llevas siendo hombre lobo cinco minutos. No tienes porqué hacerlo - dijo Stiles.

- Sé que no, pero quiero hacerlo. Debe haber cadenas más grandes, o un maletero más grande... algo.

¿Humana o Jaguar? [Scott McCall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora