Epílogo

1.2K 92 11
                                    

Luego de ese día, las cosas volvieron a la normalidad. Bueno, no del todo.

Después de México me reencontré con mi madre, la cual luego de abrazarme efusivamente me encadenó junto a Stiles en la comisaría mientras ella, el Sheriff, Malia y las Martin salían a comer.

Posterior a eso, fueron llegando los problemas sobrenaturales.

Comenzando por Theo, el chico demente que quería separar a la manada y asesinar a Scott. Junto a él llegaron los Doctores del Miedo los cuales raptaban personas con dos juegos de ADN para transformarlas en quimeras, un ser sobrenatural conformado por tres especies.

Entre tanto lío, mi madrina descubrió el mundo sobrenatural y convino que lo mejor para la "loca" de su hija, es decir Lydia, era estar en Eichen House. Con la manada la salvamos de ese infierno y evitamos la muerte segura de ella y de todo el pueblo.

Luego llegó La Bête de Gévaudan, la mejor quimera de los Doctores. Esta poseía el cuerpo del mejor amigo de Liam, Mason Hewitt.

Posterior a eso y por suerte para todos, nos deshicimos del molesto de Theo cuando Kira lo envió al más allá junto a su hermana. Aunque no todo fue felicidad ya que el kitsune de mi amiga se descontroló y tuvo que abandonar Beacon Hills por tiempo indefinido. Fue difícil alejarnos.

Después, para continuar con la racha de mala suerte, llegó la Cacería Fantasma los cuales raptaron a Stiles y lo borraron de nuestra memoria. En un momento de desesperación, el idiota del cachorro trajo a Theo de nuevo y este nos ayudó. Aún así sigo sin soportar del todo a la quimera.

Para cerrar este circuito, debido a Gerard Argent (el abuelo de Allison), Tamora Monroe (la nueva consejera escolar) y el Anuk-Ite (un ser sobrenatural que infunde miedo a donde sea que vaya) hicieron que el pueblo entrara en pánico al descubrir el mundo sobrenatural y se convirtieron en cazadores, dándonos caza a todos.

Por poco perdí a mi madre en esos días de lucha, pero gracias al hijo de puta de Peter, ella está bien.

Esto nos trae al presente, años después del último gran suceso sobrenatural, donde me encuentro en mi casa, disfrutando de un buen libro en un caluroso día de verano.

- ¡Tía Ari! ¡Llegó un paquete! ¡Es para mami! - gritó mi hermosa sobrina de tres añitos, Madeline Hale-Lahey. La hija de Malia y el idiota de Isaac ingresó a la sala con la caja que era tres veces más grande que ella.

Porque sí, Malia y Isaac, el viejo amigo de la manada, se conocieron cuando mi hermana fue de intercambio a Francia y ambos se enamoraron. El fruto de su amor es la tierna Mads.

- Vuelve a jugar mi amor, yo me encargo - hablé mientras le daba un beso en la frente y le quitaba la caja de encima.

Cuando me aseguré de que mi sobrina estaba fuera, empecé a revisar la caja con la intención de adivinar que había dentro.

- ¿Qué es eso? - preguntó una voz en la puerta.

Lydia estaba en el umbral de mi casa y me miraba acusatoriamente mientras se quitaba su bolso, acababa de llegar de trabajar pues los profesores, específicamente los de biología, nunca descansan.

- Es un paquete para Malia - anuncié. La ví mirarme por unos segundos para luego desviar la vista a la cocina y volver a mirarme.

- Yo... voy con mis sobrinos e hijos afuera antes de que tu hermana te mate - avisó mientras salía corriendo.

- ¿Cómo es eso de que husmeas en mi correspondencia? - inquirió Malia mientras salía de la cocina con un tazón de papas chips en la mano.

- ¿Qué es?

¿Humana o Jaguar? [Scott McCall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora