Capítulo 16- El juramento de un Noceda

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Las primeras ideas que tenía Luz de Amity, es que sería otra de esas idiotas nerviosas con faldas largas y lentes que tartamudeaban al hablar y seguramente le tendrían una segura distancia por varios rumores sobre ella y sus ojos e intenciones hacia las mujeres; solo había aceptado entrevistarla ella misma porque Alador Blight le pago para darle una oportunidad a su pequeña mimada.

Sin embargo, la chica con un escote atrevido para el trabajo en su camisa y sin medias panties para cubrir sus largas y gruesas piernas fue todo lo contrario a lo que entró en su oficina, de inmediato y con solo mirar su vestimenta supo que era una chica totalmente diferente a las que siempre se le atravesaban.

No conforme con eso, enserio se le estaba insinuando para tener una noche con ella, y no tenía pudor en sus indirectas.

Esa extraña extravagancia y atrevimiento hacia su persona fue lo que le atrajo. Amity en ese momento creía estar por encima de todo y todos solo por tener un orgullo alto, una fascinante belleza y un gran cuerpo que volvería loco a cualquier.

Obvio, no fue su belleza, ni su cuerpo lo que atrajo a Noceda, sino sus actitudes y la forma peligrosa en la que se le acercó. Ella en ese momento le siguió el juego, y tuvo la excelente idea de seguirle todas sus estupideces para ponerla en su debido lugar.

Sin embargo, esa meta que se puso ella misma muy pronto se convirtió en una severa obsesión. Debía admitir que la dejo sorprendida como un ser inferior a ella logró tener ese efecto en su persona.

No diría que le repugno la forma de vida y actitud de Blight, más bien le divertía su forma de pensar y le daba ternura como es que cayó fácilmente en su trampa, y era obvio que en realidad no sabía ni investigo nada de ella por como la pasó en su primera noche con ella. En sus 27 años de vida jamás vio a un ser tan suicida como ella.

Esa noche, en que por fin tuvo el cuerpo de la Blight en su cama por primera vez, Luz jamás disfruto tanto ver a una cucaracha como ella ser puesta en su debido lugar. Cada grito y cada gota de sangre que salió de ella disfruto escucharlo, verlo y sentirlo, y eso solo terminó de engancharla por completo hacia esa pequeña chiquilla con aires de superioridad. Se juró esa misma noche que ella misma se encargaría de convertirla en su niña perfecta.

Por esa misma razón le jodía verla usando vestidos cortos, porque todos le ponían el ojo encima, y eso le jodía. Le jodía el saber que ella haya tratado de irse de su lado más veces de las que ella se masturbó pensando en ella con la ropa interior que le dio en su cena; le jodía como ese chico en el centro comercial le tomó las manos con tanta sutileza... Le jodía el hecho de que solo la haya querido para sexo de una noche.

Pero la ama, y mientras la mira dormir tan profundamente en sus brazos, se jura a sí misma que no dejara que nada ni nadie las separe ni se interponga en su camino, no ahora que la tiene a su merced.

—Te prometo, Amity, que no dejaré que nadie me aleje de ti, nadie

Y con esto dicho, dejo un último beso en su frente, y se permitió también dormir al lado de la peliverde.

[|--{°}--|]

Luz jamás quiso lastimar a Amity, ella jamás quiso violarla; la amaba, la amaba tanto que incluso estaba dispuesta a dar toda su fortuna por ella.

Sin embargo, el verla sangrar, llorar y gritar activaba un pequeño monstruo que tenía dentro que no puede controlar por sí misma; un monstruo que la acompañaba desde que tiene memoria, el cual le encantaba ver a inferiores sufrir bajos sus pies. Es una increíble obsesión que jamás pudo superar, y una sensación que le encantaba y disfrutaba saborear, y ver ese sufrimiento en la peliverde no solo le encantaba, sino también que la excitaba.

~Say You Are Mine~	🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora