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𝙨𝙤𝙢𝙚𝙩𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙚𝙡𝙨𝙚 "tres"
𝐍𝐞𝐫𝐯𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐩𝐢𝐞𝐥.
Sono la campana, indicando a todos que fueran a clases. Jay se dirigio a su salón después de dejar a su hermana en la oficina del director para que pudiera hablar con él. Y ella se despidió con la mano después de ver como Minu se despedía con un gesto.
Así, ambos desapareciendo por los escalones.
Sorin suspiro, nerviosa por conocer a sus compañeros. Claramente se encontraba pensando en que su hermano estaría en su misma clase, y eso la relajada un poco. Pero todavía estaba muy preocupada por lo demás, ¿y si no les agradaba?, anhelaba tener amigos. El estar ausente de aquello la mayor parte de su vida, si tuvo un efecto. A pesar de que era tranquila y cariñosa, eso solo lo demostraba con las personas con las cuales se sentía cómoda.
Y todos ahí eran tan enérgicos y sociales, estaba aterrada.
Suspiró una vez más, siguiendo a su maestra por el pasillo. Esta le iba haciendo platica y enseñándole a transcurso todo lo tenía que tener en cuenta para acomodarse. Y ella asentia de manera repetitiva, mientras esta le indicaba que esperara afuera para poder llamarla cuando llegara el momento oportuno.
Ya habían llegado a su preciado salón.
La vio pasar, llamando en voz alta la atención de los alumnos que yacían en su propia platica mañanera. Sorin desde fuera escucho el arrastre de las sillas y como el silencio se volvió crucial de un momento para otro. Y luego con unas pocas palabras y un gesto con la mano, la hizo entrar, anunciando la llegada de un estudiante transferido.
Susurros silenciosos llenaron el salón, mientras los alumnos se preguntaban quien sería el nuevo.
"¿Una chica?, ¿Un chico?, ¿Estaría bueno/a?".
Y con eso sintiéndose más nerviosa que decidida, entró al salón con su cabello danzando ligeramente sobre su espalda, mientras se encaminaba al centro. Sus pies golpeaban el suelo torpemente debatiendo en cada palabra que decia, ante las atentas miradas de sus nuevos compañeros, y luego tomo camino hacia su asiento correspondiente.
Movió su bolso al gancho de su escritorio antes de sentarse, mirando a su lado y notando que su compañera de asiento no se había inmutado a su presencia. Estaba demasiada encaprichada con su hermano. Sorin observó fijamente a la chica de al lado aún sin saber su nombre. Su largo cabello rubio y ojos verde menta fue una sorpresa para ella, no esperaba que alguien en Corea tuviera un cabello y ojos tan vibrantes.
