𝕺𝕹 | Cafeína

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Capítulo diez

Acabo de salir de la habitación de Sam, todo esta normal, sigue durmiendo como un angelito. Ahora estoy frente a la puerta de Junior, y tengo miedo de tocar.

Esto no me convierte en cobarde, solo en un ser humano prudente, la primera vez que abrí esa puerta me dejó ciertos traumas. No quería volver a cometer el mismo error.

—Jun...—intenté decir, solo que algo me detenía.

Coloqué mi mano en el pomo de la puerta, y luego me detuve.

¿A que le tengo miedo?, solo voy a tocar.

Hice mi mano un puño y toque la puerta varías veces. Me quede plantada frente a esta hasta que me abrió.

—Hola Junior, ¿ya te dormiste?—pregunté con inocencia, y una sonrisa tatuada en mi rostro.

Me miro con cara de pocos amigos.

—¿Te parece que estoy dormido?

Hice una mueca.

—Olvide que a veces eres muy así—solté un bufido, y eche un vistazo—, ¿qué haces?

Cerró ligeramente la puerta.

—Nada.

—¿Nada?—fruncí el ceño.

—Sí, nada, buenas noches—intentó sacarme de su habitación, no obstante, coloqué mi pie en el umbral.

Ambos entramos de golpe, y miramos hacia su ordenador.

—No puede ser...

—¡No es lo que crees!—intentó excusarse, ya era muy tarde.

Sonreí.

—¿Estás viendo teen wolf?, yo también quiero ver, ¿puedo?, no sabes lo aburrido y abrumador que es estar abajo, tu casa asusta.

Se cruzó de brazos.

—¿Sabes?, no puedes entrar a mi habitación cuando se te de la gana.

—Claro que puedo, ya lo hice—respondí con simpleza e hice un ligero puchero—, pero tienes razón, lo siento.

Junior me rodó los ojos y luego se sentó en la cama, por unos instantes juraba que me sacaría de su habitación por haber traspasado su privacidad dos veces, pero no lo hizo. Si no que me invito a sentarme a su lado.

—¿Qué esperas?, no tengo todo el día—se recostó boca abajo.

Copie su acción y ambos fijamos la vista en la pantalla de su laptop.

—Gracias por dejarme estar aq-

—Shh, no hables—colocó una mano en mi boca, a lo que yo fruncí el ceño.

Si que era fanático de esa serie.

Me quede callada todo el rato que vimos la pantalla, sin embargo, al segundo capítulo ya me estaba inquietando, así que iba de un lado a otro en la cama y jugaba con algunos mechones de mi cabello.

—Deja de hacer eso—me pidió.

—Es que no puedo quedarme quieta—respondí.

Ante mi falta de calma Junior detuvo la serie, y me miró.

—No puedo concentrarme si sigues moviéndote como un gusano—me reclamó.

—Primero auch, y segundo culpó al café, siento que todo el cuerpo me está vibrando—suspire—, quiero correr, quiero cantar, quiero saltar—me levante y comencé a dar pequeños saltitos en su cama.

Nunca tomó café, cuando lo hago suelo estar gastando mi energía en cosas importantes como la escuela o los deportes, no para ver teen wolf.

—¡Deja de saltar!

—No, no puedes darme órdenes, yo soy la que mando aquí—seguí saltando, se me va a salir el corazón.

—Baja de ahi, ¡vas a romper algo!—intentó alcanzarme, pero fui más rápida y lo esquivé.

Me reí en su cara. Seguí saltando, y saltando hasta que me quede sin aire y me deje caer al colchón.

Soy pésima calculando distancias, porque aterricé encima de Junior y su laptop.

Eso debió haber dolido.

—Vaya, sí que fue divertido—intenté disipar la tensión, no obstante, Junior no se encontraba muy feliz.

✗ One Night | Junior WheelerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora