Ponts des Arts
(Tsubasa Ozora)
La algarabía de mi ingreso al club parisino estaba mermando gracias a mi reciente rutina en mi nuevo hogar; en realidad todo es nuevo ante mis ojos y mis sentidos pero la gran constante de mi vida, que es el futbol, siempre me ayuda a olvidarme los temores que me angustia. Dribleaba con destreza por el famoso "Ponts des Arts" admirándome del hermoso paisaje y la majestuosidad del rio Sena; no puedo evitar esbozar una sonrisa al recordar mi reencuentro con Misaki en el PSG.
-Misaki!- exclamé al verlo en medio del Parc del Princes, él estaba haciendo algunas maniobras con el balón pero al escucharme detuvo el gran espectáculo que está realizando- Taro Misaki! – embargado por la emoción corrí hacia su lado y mi querido compañero dejó a un lado el balón y fue a mi encuentro.
-Tsubasa, bienvenido- Misaki susurró cerca de mi oído mientras yo lo estrechaba entre mis brazos. Deseaba con todo mí ser que este momento fuese eterno- me alegra poder jugar a tu lado
Detuve mi andar para calmar mi corazón y regular mi respiración mientras la suave brisa alborotaba mis cabellos, me acerqué en una de las barandas del puente para vislumbrar con detalle el rio parisino y los cruceros que navegaban por sus aguas; aun no podía creer que estaba en esta mágica ciudad pero mi dicha no era completa ya que me causaba melancolía recordar cuando mis hijos junto con Sanae partieron hacia España. Habíamos acordado que mi familia estaría en Barcelona hasta finalizar el año escolar; al momento de despedirnos en el aeropuerto me dolía separarme de mis pequeños retoños, verlos llorar mientras se aferraban en mis piernas hacían que se quebrara mi corazón.
-nunca nos separamos- susurró Sanae en modo de reproche mientras se enjugaba las lágrimas, yo trataba de calmar el llanto de mis infantes- no quiero imaginar cómo estarán en Barcelona...
Sentí un nudo en mi estómago al escuchar aquellas palabras de mi cónyuge; respiré profundamente para no quebrarme ante mis gemelos y me agaché para estar a su altura y limpié sus regordetas mejillas que estaban empapadas de sus lágrimas. Mis promesas de vernos lo más pronto posible no era creíble para mis pequeños; suspiré tratando de calmarme pero la angelical voz de Taro hizo magia en ese momento, admirar su encantadora sonrisa me otorgaba una calidez y un deseo loco de estrecharlo entre mis brazos.
-mis pequeños campeones- miraba fijamente hacia la persona que había pronunciado aquellas palabras que estaban dirigidas para mis hijos, deleitándome ante su belleza. Los gemelos me soltaron y corrieron abrazar a Misaki mientras le daban su queja
Wakabayashi y Misaki vinieron acompañarme para despedir a mi familia, el portero de la selección japonesa me dio una palmada en el hombro en son de saludo mientras hacía una pequeña reverencia a Sanae. Nos quedamos en silencio al ver como mi mejor amigo estaba calmando a mis hijos, no pude evitar esbozar un suspiro al ver tan tierno espectáculo.
-Taro siempre tiene ese encanto- susurró Wakabayashi mientras se acomodaba su gorra; el brillo en sus ojos esmeraldas que admiraba con adoración a mi pareja dorada, aquella expresión en su rostro no me gustaba para nada- me atrae verlo en su faceta paternal
-ahh!- exclamó Sanae mientras se tapaba la boca, en un intento de callar su entusiasmo por nuestro recién descubrimiento- no me digas que... tu... Misaki...-fruncí el ceño por el comentario de mi esposa; Wakabayashi no niega o afirma aquella conclusión- que emoción!
-aun no somos pareja, ni siquiera él sabe que le tengo sentimientos románticos y desde hace mucho tiempo no lo veo como un amigo- el portero suspiró tratando de sacar toda esa frustración que le embarga ante la expectante mirada de mi esposa, mientras yo no podía evitar estar fastidiado por sus palabras- ustedes son los primeros que saben sobre esto, me gustaría su discreción ante este tema- susurró algo avergonzado y sus mejillas se ruborizaron
Recordar aquellas palabras que mencionó mi amigo y rival de la infancia hizo que esté muy activo en estos días, trataba de descargar mi infortunio enfocándome en los entrenamientos intensos que tienen el club parisino y tratar de mantener en calma mi mente cuando veía como Genzo siempre buscaba la compañía de mi querido Taro. Recargado en una de las barandas del "Ponts des Arts", mi corazón se estremece con solo imaginar a la persona que tanto adoro podría estar en los brazos de otro.
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Tsubasa en Paris / Tsubasaki
FanfictionTsubasa acepta la oferta de fichar en el PSG, emocionado porque va jugar a lado de su mejor amigo de la infancia. Pero nunca imaginó que esta decisión cambiaría su vida drásticamente tanto como profesional y en su vida amorosa.