Champ-de-Mars
(Taro Misaki)
¿De verdad pensaba que no iba a reconocerlo?
Me basta un simple roce o el olor para identificarle;
Y si me quedara ciego, podría reconocerle por el modo que respira o en que pisa el suelo.
Le reconocería en el fin del mundo,
Incluso en la muerte.(1)
Yo sonreí bobamente y acomodé mis lentes mientras cerraba el libro que leía minutos antes, fue un golpe de romance leer esta parte pero no ayudaba ver a las numerosas parejas enamoradas que paseaban mientras caía el sol en el cielo parisino. ¿Debería de agradecer a Azumi por recomendarme ese tipo de libros? ¿o quizás regañarla?
Leer un libro mientras espero que la torre Eiffel se ilumine era una rara costumbre que adquirí desde mi adolescencia, aunque la mayoría de veces prefiero pintar desde el balcón de mi departamento, ese pasatiempo fue una herencia del talento de mi querido padre y que yo también disfruto en demasía.
Pero ahora necesitaba mantener mi cabeza lejos de la preocupación de ver a Sanae cada vez más pálida, con un aura enfermiza, como si ella estuviera ocultando algo grave que hizo prometerme en cuidar a sus hijos sin siquiera darme una explicación. Lo que más me dolía era ver la mirada perdida y preocupada por parte de Tsubasa que me imploraba por ayuda.
La gélida brisa nocturna me hizo estremecer un poco. Los turistas eran los más entusiastas para visualizar el espectáculo de luces mientras practicaban sus poses para inmortalizar ese precioso momento para sus redes sociales, otros conversaban tan concentrados con sus acompañantes y algunos como yo, solo estábamos admirando el paisaje desde el "Champ-de-Mars". Creo merecerme un poco de descanso después de un agotador día de entrenamiento y varios partidos disputados.
Y en medio de la multitud pude visualizar a él, me mordí el labio inferior al pensar en cómo el destino nos jugaba tan vil que siempre lograba entrelazar nuestros caminos sin que nosotros intervengamos. Me deleité por unos segundos para observarlo minuciosamente: sus cabellos estaban algo ocultos por una boina, mientras un saco color negro le abrigaba en esta noche fría, él sujetaba una bolsa y al parecer esa persona estaba buscando a alguien con desesperación.
Hasta que sus ojos se posaron en los míos y él esbozó una gran sonrisa, corriendo hacia donde yo me encontraba.
-Yo tenía una corazonada que tú estarías aquí- mi inesperado acompañante se sentó a mi lado, entregándome la bolsa- además traje algo para comer y beber mientras vemos la torre Eiffel
-Tsubasa, ¿cómo sabias que estaba aquí? - dejé a un lado mi libro y me acomodé mis lentes, no negaré que estaba un poco nervioso
-te llamé pero no contestabas, así que fui a tu departamento pero nadie me abrió. Después recordé que me dijiste una vez sobre una rara costumbre de ver la torre Eiffel mientras lees- mi mejor amigo me guiñó el ojo haciendo que mi corazón latiera con fuerza- espero no haber interrumpido tu descanso
-yo pensaba que...-
Fruncí el ceño al darme cuenta de lo que quería mencionar sobre nuestro mágico encuentro justo en este lugar hace varios años y desvié mi atención hacia la bolsa que trajo consigo el capitán de la selección japonesa; este contenía una botella de vino, vasos, macarrones, croissant.
La mirada de Tsubasa analizaba cada movimiento que hacía, escuchando atentamente mis halagos por la excelente compra que había realizado y sobre el clima frio de la noche parisina. Nos servimos un poco de vino y después de brindar, las palabras de Tsubasa me dejaron sin aliento.
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Tsubasa en Paris / Tsubasaki
FanfictionTsubasa acepta la oferta de fichar en el PSG, emocionado porque va jugar a lado de su mejor amigo de la infancia. Pero nunca imaginó que esta decisión cambiaría su vida drásticamente tanto como profesional y en su vida amorosa.