Lluvia

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Lluvia

(Taro Misaki)


-no me acostumbro del todo aquí en Paris, para serte sincero aun extraño Alemania- Genzo le dio un sorbo a su cerveza mientras miraba algo melancólico a la torre Eiffel- pero no negaré que me fascina ver la belleza de la ciudad luz desde tu departamento, Taro. Pensaré seriamente mudarme aquí contigo.

La sonrisa de Genzo mientras me miraba fijamente a los ojos hizo que me ponga nervioso y desvié mi atención a mi hermosa mascota que dormía plácidamente en las piernas del arquero japonés, el sonido de la lluvia otorgó una melodiosa calma a mi departamento mientras nosotros observamos en silencio desde el sofá de mi sala el paisaje parisino. Estar acompañado con Genzo me entregaba una tranquilidad y paz pero en momentos como estos hacia que mi corazón se sobresalte con incomodidad.

Genzo es un preciado amigo, no negaré que me sorprendió su decisión de fichar en el club parisino y dejar casi toda una vida en Alemania. A veces la sombra de la melancolía y tristeza se mostraba en su rostro y sus ojos color esmeraldas perdían el brillo en medio de sus pensamientos.

-Wakabayashi, yo traté de ser paciente y esperar el momento que puedas decirme que es lo que te atormenta- me senté a su lado mientras miraba que Genzo desviaba su atención hacia mi gato- te ves triste, ¿acaso algo sucedió en Alemania?

El sonido de la lluvia se intensificó en ese momento, Genzo se mordió su labio inferior como si tratara de evitar que las palabras se escaparan de su boca. Me dolía ver a mi amigo así, él siempre había sido una persona que mostraba orgullo y algo de prepotencia, pero las personas que le conocemos sabemos lo protector que puede ser con sus seres queridos.

-Yo... Yo tuve una discusión con Schneider antes de venir a Paris- susurró el portero japonés con tristeza- cuando yo anuncié sobre mi traspaso hacia el PSG; Schneider se puso furioso y en medio de golpes e insultos, él me confesó que estaba enamorado de mí- una sonrisa melancólica adornó su rostro mientras yo estaba asombrado por lo que me estaba contando- pero le rechacé porque yo quiero a otra persona, solo puedo ofrecerle mi amistad por el momento.

-vaya enredo, solo falta que la persona que tu amas esté enamorada de otro que no le corresponde- hablé en tono de broma mientras Genzo empezó a reír a carcajadas y señalando lo irónico de la situación. Después de romper la tensión en medio de risas, le miré serio a mi amigo- comprendo a Schneider, es doloroso ver a la persona que amas a lado de otro; te consuela pensar que es feliz, aunque no sea a tu lado. Pero eso no significa que vayas a corresponderle si no estás enamorado de él, quizás si lo estés o como me explicas el videíto que le pediste en...

-celos? Acaso Taro Misaki está celoso? Si quieres también puedes enviarme un video bailando- Genzo quiñó el ojo, yo le empujé en su hombro pidiéndole que deje de decir tonterías- yo vine a Francia para corroborar mis verdaderos sentimientos y me alegra volver a jugar con Tsubasa y contigo, como lo hacíamos en la primaria.

-Yo también estoy feliz poder jugar con ustedes en un mismo club- suspiré al traer en mi memoria aquellas experiencia de mi tierna infancia- solo que ahora somos adultos responsables y trataremos de no lesionarnos, Genzo cada vez que te lesionas siempre haces que me preocupes- le resondré a mi amigo mientras agarraba con delicadeza sus manos, aquellas manos que protegían la portería ante cualquier ataque-No es justo que sean demasiadas veces, por favor cuídate.

-no me molestaría estar bajo tu cuidado si me lesionara, tendría un lindo enfermero cuidándome- susurró Genzo mientras acariciaba mis cabellos, estaba asombrado por su actitud pero a la vez cautivado por esos ojos verdes que me miraban como si fuese lo más preciado que tiene- sabes Taro, yo...

El sonido del timbre rompió aquella burbuja de intimidad que creamos Genzo y yo; mi gato despertó y empezó a crisparse mirando en dirección hacia la puerta, es raro ya que Mimi es un gatito muy dócil y tranquilo con casi todos pero desde que conoció a Tsubasa al parecer no le cayó en gracia. Genzo trató de calmarla acariciando su cuello, mientras yo abría la puerta para recibir a mi invitado.

-Misaki!- Tsubasa dejó a un lado su paraguas y me rodeo con sus brazos, no pude evitar suspirar por aquel abrazo tan reconfortante pero en el fondo de mi corazón anhelaba que el capitán se hubiese llegado tarde y así tener más tiempo con Genzo para saber quién es su persona amada- lo siento por llegar tarde, tuve un pequeño inconveniente por culpa del idioma y me perdí. Aun no logro acostumbrarme este lugar...

-Tsubasa!!! Por fin llegas, estábamos esperándote- Tsubasa se acercó dónde estaba el portero japonés y se sentó a su lado, el capitán trató de acariciar la cabeza de Mimi pero mi gatita se fue corriendo hacia mi habitación- si es cierto que te odia

-yo creo que estoy avanzando y cada vez me odia menos, la vez pasada me rasguñó el brazo- Tsubasa enseñó su brazo lastimado por causa de mi minino, mientras Genzo hacia una mueca de dolor- ahora me ignora, cada vez estamos llevándonos bien.

Me acerqué donde Tsubasa y le entregué una cerveza, en ese instante nuestros dedos se tocaron y sentí mi cuerpo estremecerse por tan solo ese toque. Miré a mi mejor amigo y vi sus mejillas sonrojadas, observándome con una cálida sonrisa.

Parecía que ese momento solo existíamos Tsubasa y yo, no importaba la lluvia ni las palabras de Wakabayashi, mi atención estaba completamente hacia el capitán de la selección japonesa. Suspiré al recordar aquellos momentos donde anhelaba siempre estar al lado de Tsubasa, aunque ahora sigo admirando la destreza que tiene el capitán de la selección japonesa con el balón y el liderazgo que ejerce sobre nosotros, me encanta tener a Tsubasa como rival pero sobretodo prefiero tenerlo como compañero en el campo.

Pero el ambiente tranquilo y cálido se transformó en unos instantes en caótico y lleno de preocupación por la llamada de Sanae, haciendo que Tsubasa empalideciera y en sus ojos mostraban inquietud. Wakabayashi preguntaba al capitán de la selección japonesa que es lo que estaba sucediendo pero Tsubasa solo me entregó su teléfono móvil, Sanae quería hablar conmigo.

-Misaki- la suave voz de Sanae se escuchó a través del teléfono y yo le respondí el saludo- quisiera pedirte un favor: Yo necesito que acompañes a Tsubasa, quiero que ustedes dos vengan a Barcelona lo más pronto posible.



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hi!!!

estoy de regreso para darle continuación a esta historia  :)

se que pasó mucho tiempo desde el ultimo capitulo que subí pero ahora si quiero darle un final.

espero que sea de su agrado.

con amor

Amai

Tsubasa en Paris / TsubasakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora