Prioridades
(Tsubasa Ozora)
El cálido día en mi nuevo hogar me hacía sentir algo inquieto y nervioso, quizás sea la sensación de haber tomado una decisión tan drástica que llevó a mi familia mudarse hacia "Neuilly-Sur-Seine" para evitar alguna complicación en mi salud por el estrés extremo que me llevaba a realizar mis constantes viajes a Barcelona, sino que también se incrementa a mi preocupación el cambio brusco para mis pequeños hijos estaba empezando a sentirse.
Los gemelos al comienzo se mostraron alegres y efusivos al ver nuestro hogar en Francia, Sanae había acordado que nos mudaríamos en un lugar exclusivo en Paris para la seguridad de mi pequeña familia y yo estaba de acuerdo con esa decisión. A pesar que extrañaría mi antiguo departamento donde estaba más cerca de Misaki.
Pero el encanto de la ciudad del amor se acabó, mis retoños empezaron a estar en contra de vivir en Paris.
-extrañaré a mis amigos, sobre todo a Oliver y Tom- refunfuñó Hayate mientras se sentaba molesto en el piso de la sala- ellos apenas se conocen y juegan muy bien juntos. La última vez que jugamos, ellos nos ganaron. Queremos nuestra revancha!!
-si, ellos juegan muy bien juntos pero nunca igualaran la combinación que hace papá con Misaki- Daibu comentó con más calma y una gran sonrisa apareció en sus labios, se acercó donde su hermano y le ayudó a ponerse de pie- Hayate!!! Llamemos a Misaki para que venga!! ¿Podemos, papá?
Los grandes ojos llenos de esperanza me miraban con expectación, me sorprendí por la petición de los gemelos y no pude ocultar la emoción de ver a mis hijos que recuperaron la alegría con tan solo la mención de mi pareja dorada.
Busqué con la mirada a Sanae y me sorprendió encontrarla tan concentrada en sus labores: mi esposa estaba tecleando su computadora portátil en el sofá de nuestra sala, pero su rostro mostraba disconformidad y susurraba algo molesta. Los niños se acercaron a Sanae y de inmediato su mal humor se transformó en una sonrisa, aceptando de inmediato el pedido de los gemelos.
Mis hijos corrieron de inmediato a su habitación para llamar a su padrino.
-Deberías descansar- susurré mientras me sentaba al lado de Sanae, ella dejó su atención en la pantalla y me miró fijamente- la mudanza fue demasiado caótico y...
-me encantaría contactar con la señorita Matsumoto; Misaki me comentó el excelente trabajo que ella está realizando siendo agente y representante- fruncí el ceño al escuchar a mi esposa decir esa sugerencia- no pongas esa cara Tsubasa! Sabes que tengo el tiempo en contra y quizás pronto ya no pueda realizar mis actividades como tu representante. Solo si estás de acuerdo o si no podemos buscar otro agente
-suficiente!- hablé con molestia mientras Sanae suspiraba con fastidio- ni siquiera yo pensé en eso y tú ya estás tomando decisiones sin avisarme.
-esto es algo demasiado importante, Tsubasa- Sanae dejó a un lado la laptop y cruzó los brazos- siempre le diste prioridad solo al futbol pero hay muchas cosas detrás de eso: los contratos, los negocios, viajes, pagos, ingresos. Lo bueno es que no tengo que preocuparme tanto por la "Golden Combi", Misaki siempre está al pendiente de todo lo que sucede ahí
Me sentí avergonzado por mi falta de compromiso hacia la organización benéfica que fundamos Taro y yo. Recuerdo que en una tarde de verano mientras mirábamos a los gemelos dar sus primeros pasos, acordamos en fundar "Golden Combi" para ayudar a los niños tengan una mejor calidad de vida y sobre todo un gran futuro. En ese momento hasta bromeábamos que todos esos niños serian como nuestros hijos. Taro siempre fue demasiado responsable y amable, de seguro será un excelente padre.
Pero las palabras duras de Sanae tenían razón y la preocupación de un futuro incierto sin la ayuda de la mujer que me acompañó y ayudó a lo largo de mi carrera como futbolista me estaba atormentando.
-lo siento- me levanté e hice una reverencia en modo de disculpa hacia mi esposa- yo voy a tomarle mayor prioridad y muchas gracias por tu apoyo.
Los brazos de Sanae me rodearon mientras ella escondía su rostro en mi pecho, traté de consolarla con palabras de agradecimiento y enfatizando que hizo un gran trabajo a lo largo que estaba ella al pendiente de nuestro hogar y de mi carrera futbolística.
Las risas y gritos de emoción de nuestros niños nos llamó la atención, los gemelos agarraban de la mano a Taro mientras la mirada de mi querido amigo mostraba un atisbo de tristeza y sus ojos tenían un aspecto brillante y acuoso, como si estuvieran llenos de emociones contenidas.
Yo deseaba abrazar a mi querido Misaki en ese momento.
-Misaki!- Sanae se separó de mi lado para ir a saludar al número once de la selección japonesa- muchas gracias por venir, los niños anhelaban verte. Espero no incomodar tu agenda.
-gracias a ustedes por invitarme y perdón por interrumpir- la sonrisa forzada de mi amigo me sorprendió y me preocupó ver como él evitaba mi mirada- además justo terminé una sesión de fotos y tenía la tarde libre. Ni siquiera está Wakabayashi para que me acompañe.
-no me digas que estás extrañándole- Sanae bromeó- de seguro que él también te extraña y te traerá algo lindo de Alemania.
El rumbo de la conversación no estaba de mi agrado, así que desvié mi atención hacia los gemelos, me daba un poco de curiosidad que se estaban diciendo entre susurros y cuando al parecer se pusieron de acuerdo, mis hijos corrieron en dirección hacia el segundo piso de la casa.
-¡Sanae!- el grito de preocupación por parte de Misaki hizo que reaccionara y me acerque hacia ellos. Misaki sujetaba con fuerza a Sanae, impidiendo se lastime- Tsubasa, tenemos que llamar al médico...
-no llames al médico, solo me siento un poco débil- susurró Sanae, su rostro estaba pálido y apenas podía mantener los ojos abiertos. Yo le cargué para llevarla a su habitación pero ella impidió mi avance- espera Tsubasa, solo quiero pedirle un favor muy importante a Misaki
Traté de razonar con Sanae para que no incomode o comprometa a Misaki, últimamente las decisiones de mi esposa son tan radicales que me saca de mi lugar de confort; pero Taro aceptó escuchar a Sanae, con su habitual tono tranquilo y su encantadora sonrisa iluminó mi hogar, haciendo que mi corazón empiece a latir con fuerza.
Sanae respiró hondo, como si estuviese buscando la fuerza suficiente para no derrumbarse ante nosotros. Ella me agarró con fuerza la mano y yo miraba la escena con angustia. ¿Acaso decidirá contarle sobre su enfermedad y el inminente diagnostico? Ni siquiera sus padres sabían sobre ese delicado y terrible tema.
-Si algo me llegara a pasar, quiero que tú y Tsubasa cuiden de Daibu y Hayate. Eres la única persona que confío plenamente y sé que le darás el amor y apoyo que necesiten.
No me esperaba esa petición por parte de Sanae hacia Taro, mi mente estaba en blanco y trataba de procesar las últimas palabras de mi esposa. Por unos segundos sentía que todo estaba inmóvil, ninguno de los tres se atrevía a realizar algún movimiento o decir algo y el ambiente estaba tan tenso que llegaba incomodar.
Mis ojos se posaron en mi querido Misaki y en sus hermosos ojos color caramelo se mostraba la preocupación. Agaché la cabeza y me reprendí a mí mismo por el efímero placer culpable que me causó al escuchar las palabras de Sanae.
-Yo, Taro Misaki, te prometo que cuidaré a Daibu y Hayate como si fueran mis hijos.
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Tsubasa en Paris / Tsubasaki
FanfictionTsubasa acepta la oferta de fichar en el PSG, emocionado porque va jugar a lado de su mejor amigo de la infancia. Pero nunca imaginó que esta decisión cambiaría su vida drásticamente tanto como profesional y en su vida amorosa.