"ᴡʜᴇɴ ɪ ꜱᴇᴇ ʏᴏᴜ" || Chat Noir y tú. 💟✅

~Capitulo 5~

Llegué al salón de clases donde se encontraban algunas personas ya e incluso estaba Adrien junto a Nino.

Yo les sonreí y me acerqué a ellos.

—Hola, tía —saludó el moreno de gafas mientras chocábamos puños—. Así que Adrien y tú, eh.

—¡Nino! —se quejó Adrien algo avergonzado.

—No Nino, solo somos buenos amigos, ¿verdad? A demás, ami me gusta otra person... —me callé de inmediato, la había fastidiado.

⟨⟨Tu igual que el hermoso Tom Holland... no te sabes estar callada⟩⟩

—¿Acabas de confesarnos que te mola alguien? —se rió Nino—. Ahora tienes que decirnos quién es, ¿es alguien del instituto?

—No seas chismoso —rodé los ojos y caminé hacia mi asiento donde se encontraba Nath dibujando con los auriculares puestos.

Él me vió y me sonrió para seguir con su dibujo. Yo dejé la mochila arriba de la mesa y me senté en el asiento.

Pude ver cómo Marinette y Alya entraban al salón e inmediatamente me miraron.

Yo me encogí de hombros sin saber dónde mirar... antes había dicho simplemente la verdad, pero la forma en la que lo dije no era la correcta. Así que cuando volví a mirarlas ya se encontraban sentadas en sus asientos.

El timbre sonó y entró la profesora dando comienzo a la clase.

...

Volvió a sonar el timbre; el recreo había comenzado y todos se encontraban guardando sus cosas en las mochilas y yo no era la excepción.

Entonces sentí como dos personas se acercaba a mi. Yo levanté la vista encontrándome con Alya y Marinette con caras tristes.

—Oye... ______, sentimos mucho habernos puesto así, sé que no es excusa pero a Marinette le dolió mucho cuando escuchó que salías con Adrien por noticias —dice Alya.

⟨⟨¿Qué es? ¿El portavoz de Marinette?⟩⟩

—Yo... también siento haberos gritado, chicas, sé que tampoco es escusa, pero llevo todo el día aguantando las miradas de las personas y es bastante incómodo —dije, levantándome del asiento y acercándome para abrazarlas.

Ellas correspondieron con una sonrisa y las tres nos encontramos hacia la cafetería.

Me moría de hambre.

...

Al llegar nos sentamos con los chicos. Nino al lado de Alya y de Adrien, yo al lado de Adrien y Mari a mi lado y al lado de Alya.

Si, las mesas eran circulares, curioso, ¿no?

—Bueno, ¿al menos nos darás una pista de quién te roba el aliento? —preguntó Nino mirándome pícaramente mientras se metía una patata frita en la boca.

Marinette sonrió, y Adrien dejó de beber su bebida para después mirarme con atención. En cambio Alya le dió con el codo a Nino para que se callara.

—¿Y eso a ti que te importa, Nino? ¿Te preguntamos a ti acaso cuantas veces te bañas en una semana? —bromeó la morena logrando hacernos reír a todos menos al novio.

—¡Oye! Ni que no me bañara nunca —murmuró él lo último, entrecerrando los ojos.

—Pues... lo cierto es que yo si sé quién es el afortunado.

Miré a Marinette con una mirada fulminante, no se atreverá...

—¿Cómo lo sabes? —preguntó la morena, confusa.