𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 𝕝𝕝 [𝔹𝕦𝕓𝕓𝕝𝕚𝕟𝕖★].

𝐌𝐢 𝐨𝐝𝐢𝐨𝐬𝐚 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐚

Bonnibel Bubblegum:
Observaba con atención la casa de al lado, aquella casa había estado sola por mucho tiempo y ahora tendría un vecino. Volví a enfocar mi vista en él libro qué tenía en mis manos, traté de concentrarme en mi lectura pero el ruido de afuera me distrae. Siempre he sido una perfeccionista, me gusta qué todo en mí vida sea perfecto, mis calificaciones en la escuela son perfectas, incluso mi novio es perfecto.

Y no sabía qué eso estaba a punto de cambiar...

Aquel vecino resultó ser vecina, aquella mujer vestida de negro completamente con tatuajes y piercings es mí nueva vecina. Se presentó conmigo y me guiñó el ojo cosa qué preferí ignorar. Marceline resultó ser todo lo contrario a mí, durante estos días ella encendía su música a todo volumen y había comenzado a odiarla, toqué su puerta fuertemente y apareció ella. ¡¿Podrías bajarle a tú música?! ¡Estoy tratando de leer! -Grite para qué me escuchará por él ruido de la música, logró ver un poco su casa y estaba un poco desordenada. Ella sólo me miraba con una tonta sonrisa y los brazos cruzados. ¡Bájale a tú música! -Grite de nuevo y ella rió cosa qué me molestó más. No -Respondió cerrándome la puerta en la cara, molesta regrese a mí casa y traté de tapar mis oídos, habían pasado 10 minutos y finalmente la música se apagó.

Cada día era peor, hacía cosas para molestarme y lo sabía, ella es tan odiosa, la odió tanto. Cada día se acostaba con diferentes mujeres y aveces podía escuchar sus molestos gemidos. Mi novio trataba dé calmarme y me decía qué la ignorará pero cada vez qué la veía sólo quería ahorcarla.

Aveces Marceline me coqueteaba pero siempre le recalcaba lo idiota qué es. Hasta qué sucedió lo inimaginable.

¡Ah! ¡Ah! ¡Ahh! ¡Sigue! -Gemí gritando a todo pulmón, no puedo explicar cómo terminamos teniendo sexo en el sofá de mí casa, simplemente la besé y todos mis deseos oscuros salieron a la luz. Chupaba y succionaba mi coño enviándome escalofríos a todo mí cuerpo, se que sólo vino por sexo y ni siquiera me importa. Sus manos tocan mi cuerpo haciendo gemir, me toca cómo nunca antes lo han hecho y me gusta. Te dije qué algún día tendrías sexo conmigo -Mordió mí cuello, ella traía puesto un Strap on qué inesperadamente lo insertó en mí coño, gemí y rodeé mis piernas en sus caderas, ella me penetraba mientras mordía y besaba mí cuello. Cállate...eres una idiota -Clave mis uñas en su espalda y la arañe, escuché sus gruñidos y aumentó sus embestidas, nuestras pieles chocaban y él sofá rechinaba. Si, soy la idiota qué te pone cachonda y te complace -Dijo con una sonrisa orgullosa. No pude discutir con eso porqué tenía razón. Mí celular sonó, ambas volteamos a un lado y mí novio era él que me estaba llamando, decidí no contestar. Aww, el dulce novio llamando a su inocente novia. ¿Qué crees qué piense si se entera que estás follando ahora mismo conmigo? -Metió un pezon a su boca, sus palabras me hacían mojarme más y ella lo sabe, mordisqueaba mí pezon y no podía parar de gemir a todo pulmón. Apuesto a qué tú novio no lo hace bien. Apuesto a qué ni siquiera te importaría si el nos descubre porque en él fondo sabes qué sólo yo te pongo muy mojada con sólo mirarte -Me susurró en mí oído y gemí. Te odio tanto, odio qué tengas razón y odio qué me estés haciendo disfrutar mucho él tener sexo contigo -Dije golpeándola suavemente su hombro y ella soltó una pequeña risa. Eres mía Bonnibel -Dijo para después besarme apasionadamente. Aquella noche me llevó más allá de mis límites, me dió varios gloriosos orgasmos. Me dijo que nuestra aventura será un secreto porqué ella no está interesada en una relación, continúe en mí relación con mí novio pero cada vez qué Marceline quiere sexo no puedo negárselo, admito qué tener sexo con ella es increíble.

Mi odiosa vecina terminó convirtiéndose en mí increíble amante.