𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 𝕝𝕝 [𝔹𝕦𝕓𝕓𝕝𝕚𝕟𝕖★].

"𝗖𝘂𝗹𝗽𝗮𝗯𝗹𝗲"

Marceline se despertó sobresaltada, un golpe agresivo en la puerta sacudió toda la casa. Se cayó de la cama con un "ruido sordo" y se impulsó hacia arriba, tropezando por la escalera y apenas recordando que podía flotar antes de golpear el suelo. Los golpes no se detuvieron. Oye, espera -gruñó. ¡Marceline Abadeer! ¡Abre está puerta ahora mismo! -Marceline voló hacia la puerta y la abrió, se encontró a Bonnibel con el ceño fruncido. Su alteza. Estaba dormida -se burló. Bonnie cruzó los brazos sobre el pecho. Pantimedias. ¿Dónde están? -exigió. Marceline parpadeó un par de veces. ¿Pantimedias? No las tengo. No es mi estilo -Respondió burlona. No, mis pantimedias. Eres la única persona que las tomaría -Dijo la princesa muy segura de su respuesta. Vaya, ¿por qué iba a robarlos? No estamos juntas. Y yo puedo nombrar a alguien más que los robaría -dijo Marceline. Se apoyó contra el marco de la puerta. Bonnie gimió y puso sus manos en sus caderas. Te gusta tomar mis cosas para molestarme. ¿Y quién más las tomaría sino tú? -Bonnie gruñó. Bueno, no lo sé, aquí hay una suposición descabellada. ¿Rey Helado? Y me gusta tomar tus cosas, como cosas científicas al azar y camisetas y cosas así, no tu maldita ropa interior -Gruñó en respuesta cruzándose de brazos. No podía creerlo la princesa perfecta la culpaba de algo qué ni siquiera hizo, sin prueba sobretodo. Me olvidé del Rey Helado -murmuró Bonnie y se dio la vuelta, saliendo del porche. Está bien, sí, ven a mi casa y acúsame de robo y vete! ¡Eso es genial! ¡Todo está bien! -Gritó con sarcasmo, la reina vampiro no desaprovecharía esté error de la princesa para molestarla. ¡Solo quiero mis pantimedias, Marceline! ¡Te lo compensaré más tarde o algo así! -Bonnie silbó y viernes bajó. Lo abordó y se fue, dejando a Marceline confundida. ¡Cómo diablos alguien te robó las pantimedias! -Marceline gritó sin respuesta.

«¿porqué nunca se me había ocurrido robarle su ropa interior? Bueno, ya será para la próxima» pensaba para si misma la reina vampiro con una sonrisa malévola.