νєηցαηʑα

182 7 0
                                    

Bonnibel Bubblegum:
Ahí estaba yo acomodando mis cosas en mí casillero y cómo siempre en un día normal en la escuela Sandra Martinez me molestaba nuevamente, ella y yo somos enemigas desde hace mucho tiempo, hemos tenido competencias para ver quién es la más inteligente y siempre terminó obteniendo él primer lugar y ella cómo siempre él segundo, por eso me odia y para colmó desquita su irá conmigo algunas veces me empuja o otras tira mis cosas cómo hoy. Pero Sandra logró hacerse novia de Marceline Abadeer, mi crush desde qué la conocí pero eso nadie lo sabe, Marceline definitivamente es mí tipo y muero por estar con ella. Su cabello largo y negro, aquellos ojos verdes qué te hipnotizan, su vestimenta oscura y su cuerpo es tan ardiente cómo él infierno.

Odio con todo mí ser verlas besarse o tomarse de las manos. Realmente odio verlas juntas. Suspiré y me arrodillé para juntar mis cosas, fue en ese instante qué me di cuenta qué alguien más me ayudaba, levanté mi vista y me encontré a Marceline ayudándome y sentí mi corazón latir muy rápido. Lo siento, he tratado de convencerla qué ya no te moleste pero lo sigue haciendo -Se disculpó, me ayudó a levantarme y me entregó mis cosas. N-no pasa n-nada. Es-está bien -Tartamudeé y me maldije por eso. No debería molestarte, trataré de hablar con ella de nuevo para qué deje de hacer esas cosas -Dijo y sentí qué me desmayaría, ¿ella se estaba preocupando por mí?. No t-tienes qué hacerlo. Eres muy amable Marceline -Dije regalándole una sonrisa y ella me la devolvió. Justó en ese momento sentí latir mi corazón más rápido, su amabilidad hace qué sienta calidez en mí corazón. Aún así hablaré con ella. Bueno...nos vemos Bonnibel -Se despidió y me sentí feliz por lo qué acaba de pasar. Marceline siempre es muy amable conmigo y siempre hace latir mí corazón cómo loco cuándo hace ese tipo de cosas por mí, es una sensación difícil de explicar pero con ello hace sentir feliz.

Muy feliz.

Las clases continuaron normalmente y al final de la clase, él profesor nos pidió a mí y a Marceline qué recogiéramos unos libros y los lleváramos a la biblioteca, cuándo sonó el timbre rápidamente la clase se vació y sólo quedamos ella y yo a solas. Recogimos los libros y los llevamos a la biblioteca, al salir nos percatamos qué ya no había nadie, caminar al lado de ella saca mi lado más loco y salvaje. No sé cómo, ni siquiera sé porqué lo hice, simplemente empujé su cuerpo contra los casilleros y ella iba a decir algo pero la besé, al principio no me correspondió pero luego comenzó a responder mí besó incluso tomó mis caderas y me acercó más, gemí en su boca por aquello. Ahí estábamos besándonos cómo si no hubiera un mañana. Al separarme me di cuenta de lo qué había hecho. Bese a la novia de mí enemiga mortal. Y-yo lo siento, no debí hacerlo -Me disculpe mientras la observaba su respiración era agitada cómo la mía y sus labios ahora estaban manchados de mí labial rojo. Iba a decir algo más pero ella simplemente me tomó de la nuca y volvió a juntas nuestros labios. Luego de un par de besos salimos de la escuela y no dijimos ni una sola palabra.

Al día siguiente cómo siempre Sandra me molestaba pero en un momento Marceline me arrastró a un salón vacío sin que nadie se diera cuenta y ahí comenzó a besarme, se sentía tan bien pero estaba mal, ella tenía novia. Esto está mal, tienes novia. Por mucho que me gustes no podemos -Dije rompiendo él besó, mis manos estaban en sus hombros y los acariciaba. Si está mal pero se siente tan bien. Además considera esto cómo un tipo de venganza en contra de Sandra, ella se la ha pasado todos los días molestándote -Explico mientras besaba mí cuello, quería decirle qué no y alejarme pero maldita sea la deseó tanto qué no me importa. En vez de ir a clases estuvimos besándonos y manoseándonos, ella dejó chupetes en mí cuello, y desgraciadamente tuvimos qué irnos a clases.

Desde ese momento Marceline y yo aprovechábamos a meternos a salones vacíos, nos besábamos y nos manoseamos. Estábamos en aquel salón vacío Marceline y yo nos besábamos, ella filtró su lengua en mí boca y gemí al sentir tocar mí lengua, nuestras lenguas sé enredaban, baje una manó hasta su trasero y lo apreté, ella gimió y luego sentí su manó apretar y amansar un pecho, mis pezones al instante sé endurecieron y ahora yo gemí, colocó mí cuerpo contra la pared y mientras seguía apretando mis pechos, elevó su rodilla hasta mí centro en dónde lo presionó y comenzó a causar fricción, besó mí cuello, dejaba besos húmedos y algunas veces succionaba o mordía. Mmh Marceline -Gemí. Mientras ella seguía en lo suyo, de repente escuchamos risas y qué alguien se acercaba y rápidamente Marceline y yo nos escondimos, escuchamos qué alguien entró al salón. No sé si esto esté bien Sandra. Sabes qué Marceline es de mis mejores amigas -Sonó la voz de un hombre y nos percatamos qué era Raul, uno de los mejores amigos de Marceline. Simplemente cállate y disfruta. Apuesto a qué puedes hacerme disfrutar más que la inútil de Marceline -Dijo Sandra, pronto comenzaron a besarse. Y ellos comenzaron a tener sexo en él escritorio mientras Marceline y yo estábamos escondidas. Cuándo ellos terminaron se fueron y salimos de nuestro escondite, me preocupe por Marceline pero ella se veía normal. ¿Estás bien? -Pregunté. Si, me enteré qué ella me engañaba desde hace unos días -Se encogió de hombros. ¿Desde cuándo te enteraste? -Pregunté. Unas horas antes de que me besarás por primera vez en los pasillos -Dijo y me sonrojé. Me enviaron videos y fotos de ella teniendo sexo con mis otros amigos Pablo y Leo -Suspiró. Y ahora con Raul. En verdad me dolió y estaba furiosa pero todo se esfumó en él momento en que me besaste...y ¡Diablos! Contigo todo es más fácil -Finalizó, se llevó las manos a la cara y me percaté qué estaba llorando así qué la abracé, permití qué ella se desahogará y lloró por un buen rato hasta qué se separó y limpié sus lágrimas. Estaba tan molesta por Sandra y quería partirle la cara, la muy idiota lastimó los sentimientos de la persona qué más amo en él mundo. Y en eso se me ocurrió una brillante idea. Creó qué ya sé cómo vengarnos de ella -Dije con una sonrisa, ella me miró por un momento y también sonrió.

Marceline Abadeer:
Estaba feliz, Bonnibel tuvo él mejor plan de todos y Sandra nos la pagaría, fui a su casa, comencé a besarla y la senté en una silla, le até las manos y la boca, ella creía qué tendría sexo con ella. Fue en ese momento en qué abrí su puerta y ahí estaba Bonnibel con una sexy lencería de color negro. ¿Creíste qué no me enteraría que me fuiste infiel con mis tres amigos? -Le dije enseñándole sus propios videos, ella quería decir algo pero no podía. Disfruta mucho nuestra venganza -Le susurré, ella quería gritar y no podía, hasta tenia la cara roja de rabia.

Bonnibel se acercó a mí y comenzamos a besarnos cómo si no hubiera un mañana, ella me quitó mi camisa y besó y mordió mí cuello dejando marcas en él. Entré besos y caricias nos quedamos desnudas, nos acostamos en la cama de Sandra y escuchábamos sus "gritos" ahogados por la mordaza en su boca. Bonnibel estaba a horcajadas encima de mí, tenía dos dedos en su vagina y ella saltaba. ¡Ahh! ¡Siii! ¡Oh, Marceline! ¡Lo haces tan bien! ¡Ah! -Gemía gritando. Besé su cuello y ella enterró sus dedos por mí cabello. ¡Ah! ¡Oh, por dios! ¡Si, ahí justó ahí! -Gimió, mis dedos entraban y salían rápidamente, ella pronto llegó el orgasmo y continuamos teniendo sexo enfrente dé Sandra. Y ella estaba completamente roja. Nos vestimos y nos besamos enfrente de ella. Y por si no te quedó claro... Terminamos -Le dije y Bonnie y yo salimos de ahí tomadas de las manos con una sonrisa en nuestros rostros.

𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤 𝕝𝕝 [𝔹𝕦𝕓𝕓𝕝𝕚𝕟𝕖★].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora