Angelica terminó su recorrido hasta posicionarse en frente a una casa de té, una muy humilde, pero a su vez encantadora. Era algo a su parecer extraño que un alto mando del ejército decidiera que su reunión fuera en un lugar público. También en la nota que le había entregado el Capitán Fernis estaba escrito que debía presentarse con ropas de civil, sin el uniforme, eso solo podía significar que el superior del que le hablo Fernis no deseaba que esa reunión fuera notada y esconderla como una simple reunión para tomar el té.
Tomo valor y entró en la casa de té, para su sorpresa no había muchas personas allí, contando al personal de servicio solo debían haber unas diez personas. Pero recordado que la ciudad era en realidad un campo de batalla en donde en cualquier momento se podría llevar a cabo un tiroteo entre las fuerzas rebeldes y republicanas, era más que entendible que lugares como esos no fueran muy concurridos.
Inspecciono todo el local y no pareció ver a nadie que pudiera suponer era el contacto del Capitán Fernis. Pero entonces un hombre que estaba allí sentado leyendo un periódico lo cerró y levantó la mirada, con los ojos clavados en ella muy fijamente sonrió.
- Señorita Geniz - dijo con un claro acento occidental - por favor siéntese y pida lo que desee, yo invito.
Mientras se acercaba a su silla, estudio al hombre que estaba frente a ella. Era de estatura media, con rasgos muy delicados pero a la vez parecían endurecidos por la falta de emociones en su rostro. Ojos grandes y de color negro, cabellos cortos y peinados hacia atrás de un color negro azabache y una barba medio crecido que parecía muy bien cuidada.
-Déjeme que me presente - dijo el hombre mientras apoyaba el periódico sobre la mesa entre ellos - mi nombre es Clement Teran, mi rango dudo que sea relevante en esta conversación, pero debe saber que tengo la suficiente autoridad como para no responder ante nadie que usted conozca.
Eso último la perturbó, porque eso solo podía significar que no era parte del ejército regular.
- Por favor siéntese.
Angelica obedeció al señor Teran mientras no podía apartar la mirada de él.
- Ya he pedido una tetera para dos, pero si lo desea pida algo mas - dijo mientras metía una de sus manos en su abrigo y sacaba una libreta y una pluma - así que, por favor relájese y responda mis preguntas lo mejor que pueda.
- Si señor.
El hombre sonrió con simpatía y se les acercó una de las camareras con una bandeja en la cual llevaba una tetera y dos tazas junto con una jarra y varios platos pequeños en donde había bocadillos.
- Señorita - dijo la camarera - ¿usted desea algo más?
- No gracias - dijo con una sonrisa a la camarera que se retiró rápidamente.
Cuando dejo su orden fue el señor Teran el que sirvió su taza y le preguntó qué deseaba agregarle a su té, su tono de voz cambió por uno extremadamente servil y cuando tuvo su taza él volvió a ser el superior al que le debían respetar absoluto.
- Mi primera pregunta es esta - dijo abriendo la libreta, dando un sorbo a su taza de té y anotando algo que no pudo ver, la tetera y todo el equipo de té le tapaban la vista - según tengo entendido usted afirma que el asesino del Mariscal Pierce Malvon fue un arcanista, ¿Es verdad?.
- Si señor, estoy mas que segura de que el responsable era un arcanista en toda regla.
El superior Teran dio otro sorbo a su taza y luego de analizarla brevemente volvió a anotar en su libreta.
- Le voy a pedir que me lo describa y también describa qué aptitudes arcanistas ha demostrado tener.
Entonces Angélica comenzó a describir al enmascarado, describió su vestimenta, describió su forma de caminar y de hablar, le habló de cómo detuvo sus balas, como hizo que las balas rebotaran y mataran a sus enemigos, le contó cómo empujo y sometió a los hombres con aquella magia y cómo cayó desde el techo y como se volvió a elevar. Para sorpresa de Angelica el señor Teran no parecía para nada sorprendido por su relato, es más parecía aburrido mientras hacía anotaciones y devoraba un bocadillo de vez en cuando.
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Las Semillas De Arcanis
FantasiaHace ya veinte años que el Imperio mas grande que jamas existio llego a su fin. El Imperio de Arcanis, que fue gobernado por mas de medio milenio por los todo poderosos Arcanistas, llego a su fin a manos una gran rebelión en favor de un regimen repu...