Espresso cookie va a mimir

III

Al instante que cerró los ojos, sonó el timbre de su casa.

Se pusó las gafas, cruzó el salón y llego a la puerta principal. Miró desde la mirilla de la puerta para saber quien ha interrumpido su momento de descanso, aunque solo descansó por un milisegundo.

Era Madeleine cookie, su vecino y "amigo". Para Madeleine Espresso es un buen amigo , pero para Espresso él es muy pesado, especialmente con la magia de luz. Que tu amigo el pesado te moleste por la noche es algo que a Espresso no le gusta. Pero igual es algo urgente y serio, asi que la galleta en pijama con sueño abrió la puerta.

- ¡Buenas noches Espresso, que la luz te protega! -saludo con una sonrisa-

- Buenas noches Madeleine, ¿que quieres?

- He invitado a Knight a cenar en mi casa por lo sucedido en la herrería de Avocado cookie. Pero no ha podido asistir porque Princess le llamo para una cosa importante. No me explicoó que era pero si tuvo que cancelar la cena conmigo, ¡tiene que ser algo muy grande! Cuando me informó éso ya tenía toda la comida preparada, yo sólo no puedo terminar todo eso.

- Tiras lo que sobra o lo metes en el frigorífico.

- Pensé en esas dos opciones mi querido amigo, pero no son validas. La comida no se tira ni gasta. Algunos platos que cociné ya no serán tan sabrosos si pasan la noche en la nevera. Entonces pensé en llamar a alguien para que cene conmigo, y has sido la primera persona que he pensado en.

Después de que Madeleine termine su ultima palabra, Espresso sintió un dolor en la tripa. Recordó de que no ha comida nada durante el día excepto el desayuno. La oferta de Madeleine no estaba nada mal. En su frigorífico solo hay un cartón de leche y unas frutas. Eso no le llena el estómago. Cena gratis nunca mal. Pero si Madeleine le invita a cenar hoy, él le tendrá que invitar algún día también...

Le rugió la tripa.

Decidió aceptar la invitación.

- Vale, acepto. 

- ¡Genial! Vamonos a mi casa.

- Espera que me cambio la ropa. -dijo Espresso a punto de volver a su habitación-

- Da igual vivo alado tuyo, no te preocupes por eso.

- Vale...

Los dos galletas salieron de la casa de Espresso.