IV

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Los dos tardaron nada para llegar a la casa de Madeleine. La estructura de la bolcasa por fuera es igual que las otras casas, lo que destaca es la paleta de color que lleva. Es amarillo y azul, con toques de blanco en los detalles. Aunque sea las diez llegando a once de la noche la casa es muy visible por los colores tan claros que tiene. 

En cambio la casa de Espresso es lo contrario a la de Madeleine. La vivienda por dentro y fuera tiene colores oscuros. Principalmente marron, marron oscuro y negro. Con muy poquito de color claro.

A Espresso le duele el ojo al ver la casa de Madeleine. Todo esta oscuro pero la claridad y el brillo que rodea la casa por esos colores molesta su vista. Si fuera de día incluso afectaría su ojo tapado.

Llegaron al portal y Madeleine metío su mano en el bolsillo para sacar las llaves. Metío la otra mano por el otro bolsillo. Se le veía con nervios. 

- No me digas que has olvidado tus llaves en casa. -suspiro-

- Eh... ¿I-Igual sí? -puso una mano detras de la cabeza sontiendo nerviosamente-

- Joder Madeleine. ¿Por qué tienes que ser tan estúpido? -palmeó la cara-

- Lo siento mucho Espresso. Voy a buscar si tengo llaves de repuesto.

- Aunque lo tengas los tendras dentro de la casa ¿Nó?

- Bueno, la verdad creo que tengo unas fuera escondidas. -respondio mientras buscaba-

El paladín levanto la alfrombra de su casa y encontró unas llaves.

- ¡Aja! ¡Sabía que tenía unas aquí escondidas! -exclamó con alegría-

- ...Me sorprende de que nadie te haya robado.

- ¿Por qué lo harían? No soy rico y además hay muchas galletas por esta zona. Si yo fuera un ladrón no robaría esta casa.

- Roban de noche no de día idiota. A esas horas todos están dormidos y van con mucho silencio.

- Aah...No había pensado en eso. Gracias Espresso. -sonrió-

- ¿Por qué me das las gracias?- Ugh da igual esconde la llave en otro sitio para la próxima vez.

- ¿Dónde lo metó?

- Dentro de la casa.

- Pero no servirá si pasa otra vez como hoy.

- Pues lo guardas en la caseta de Carter. Lo pones en una esquina y que Carter lo cuide. (Carter es el perro pastel/cake hound de Madeleine)

- ¡Que maravillosa idea Espresso! ¡Muchísimas gracias! -dijo estrechando las manos de Espresso-

- Ya ya ya, guardalo allí después. Entremos ya porfavor.

- ¡Ok!

Madeleine metió la llave por el ojo de la cerradura. Lo giró por el lado izquiero y abrió la puerta.

- ¡Bienvenido a mi casa Espresso! ¿Quieres que te haga un tour?

-  No es mi primera vez aquí Madeleine. Se las habitaciones y todo.

- Ah se me había olvidado jeje. ¡Vamonos al comedor!


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