Corazón Ardiente [Endeavor/Enji Todoroki y Tu ]

《 24 》

"Época Muromachi"

-La delicadeza de una flor, es como la sensibilidad de una mujer que no debe ser estropeada por ningún agresor -

Una bella mujer de cabellos de lava bajaba de la tradicional carroza china, con un abanico en su mano cubriendo la parte baja de su rostro, caminando con su elegante túnica hacia la entrada de un inmenso palacio. Los guardias abrieron la gran puesta para dejar pasar a la fémina de ojos azulados , camino buscando a una persona.

Los sirvientes que la veían pasar realizaban reverencias en forma de respeto, para luego hablar entre si.

-Por Kami-sama, es raro ver a Teka-sama por aquí —murmuro un sirviente con una mujer —

-Probablemente tenga un asunto después de "eso" —agrego una sirvienta—

-《Pero que molestos, no se dan cuenta que los estoy escuchando 》—pensó Teka mientras fruncía el ceño y giraba un poco su cabeza para ver hacia atrás, todos se quedaron callados regresando a lo suyo— 《Que más da, luego les daré un sermón 》

Continúo caminando hasta llegar a una puerta abriendo con dos manos esta, tomando los bordes de su vestido.

Un hombre de cabellos rojizos estaba señalando con una barita el amplio mapa que se encontraba sobre la mesa.

-¡Tu mocoso! —le apunto con un dedo la mujer de cabellos de lava—

Enji se sobresalto al escuchar la voz de su madre, todos los demás hombres empezaron a sudar, sabían que cuando la madre del Emperador aparecía sin dar aviso se trataba de algo serio en la familia.

-Lady Teka —saludaron todos a excepción de Enji, haciendo una reverencia —

La mencionada solo asintió con la cabeza, para luego hacerles una seña con la mano para que todos salieran, el grupo obedeció, dejando solos a madre e hijo.

-¿Puedo saber por qué llegas de esa manera? —pregunto Enji, escondiendo sus manos en las mangas de su túnica—

-Más respeto Mocoso, que soy tu Madre —le jalo la oreja, este solo se quejo—

Teka lo soltó, para luego abanicarse ligeramente con su abanico, el pelirrojo pasaba su mano sobre su oreja sobándose debido al dolor que sentía.

-Una delegación del Imperio del Trueno estará aquí dentro de un par de días —informo viendo a su hijo de manera seria—

-¿Y a que se debe la ocasión de la visita? —indago tomando asiento en una silla recargando su barbilla en la palma de su mano—