Damian se fue a esconder a la biblioteca. Era inmensa, buena para perderse, solitaria y lúgubre. Combinaba a la perfección con su pésimo humor de ese momento.
No le importó desaparecer a paso rápido de la fiesta ante la atónita mirada de todos los invitados. Los que aún estaban sobrios insistían en que se quedara, pero claramente los desvió. Incluso cuando el tierno Jon lo siguió para preguntarle si estaba bien y si necesitaba un poco de agua, se limitó a ignorarlo con descaro y seguirse de largo hasta llegar a un lugar donde pudiera estar solo con su propia molestia.
Porque sí, estaba molesto. Muy molesto.
Se irritó así en cuanto Dick se fue del evento. Conocía la razón y no se quejaba —se enorgullecía, de hecho—, pero cada vez le fastidiaba más que él nunca tomara cartas en el asunto. Siempre huía, como un vil ratón. ¿Cuándo planeaba darle la cara? ¿Cuánto tardaría su escasa valentía en salir a la luz?
Aquella falta de coraje de su parte era la prueba irrefutable de que, si Damian no hacía nada, seguirían en los mismos términos. Seguirían actuando como los dulces hermanos que en realidad no eran. ¿Tanto miedo tenía Richard? ¿De verdad podía más el temor que sus deseos? ¿O es que acaso él no era una motivación lo suficientemente buena como para impulsarlo a salir de la zona de confort en la que llevaba metido desde hace tanto?
Le enfurecía pensar que, mientras él tenía que hacer esfuerzos sobrehumanos por reprimir sus ganas de ir y declarar a Richard como suyo, ese idiota parecía conformarse con nunca decir la verdad.
Y no era que culpara a su poco esfuerzo. Sabía que ocultar sentimientos de esa magnitud por un hermano no era tarea sencilla, pero también sabía que si nada pasaba entre ellos, si al final los sentimientos de ambos se quedaban guardados en un cofre bajo llave para siempre, Dick podría seguir. Él siempre podía. Damian no.
Damian estaba desesperado. No quería seguir compartiendo a la luz de su vida con Drake, Todd o los despreciables Titanes. No quería seguir soportando esa dualidad suya donde era tan cariñoso y apegado hasta que la culpabilidad atacaba y lo volvía distante y frío.
Sus demonios lo volvían muy cambiante. Esa jodidas criaturas manipuladoras y cizañosas le susurraban que estaba mal lo que hacía. Entonces, ignorando lo que le nacía en el fondo, Dick se arrepentía y dejaba de buscarlo.
Tomaba una distancia que no quería tomar.
Era algo que jamás terminaría de entender. Si quería abrazarlo, ¿por qué no lo hacía? ¿Por qué envolvía sus brazos en él con tanto pavor? En el vocabulario de Damian no existía la palabra “arrepentimiento”, mucho menos si se trataba de algo que deseaba con fervor. ¡Y menos aún cuando tenía la ineludible oportunidad de obtenerlo! ¿Por qué para Dick era diferente?
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Inoccent 「DickDami」
FanfictionTodo el mundo tiene altas expectativas sobre el buen Richard Grayson. Su familia, sus amigos. Él es la persona en la que todos confían sin dudar, pero ¿qué pensarían si se enteraran del insano amor que siente por su hermano más pequeño? ¿Qué pensarí...