Capítulo 2: La enfermedad

2.2K 192 47
                                    

—Kory te estaba buscando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Kory te estaba buscando.

La mención del nombre de su mejor amiga no había hecho más que causarle pesar. Se había olvidado por un rato de su existencia, y se sentía mal por eso.

Seguramente se quedó angustiada en cuanto llegó a sus oídos la noticia de que se fue de la fiesta organizada en su honor. Seguramente lo había estado buscando y no le gustó tener que irse sin despedirse. Seguramente tendría varios mensajes suyos con la intención de saber si al menos estaba bien, preocupándose. ¿Y él? Olvidándola por estar encerrado en su habitación justamente con la persona que impedía que pudiera fijarse en ella.

Pues sí, la quería muchísimo, pero no tenía el valor suficiente para encararla y explicarle que no correspondía sus sentimientos porque sentía algo por alguien más. Alguien que no debía.

Y se culpaba todavía más, porque Kory era una mujer increíble, de esas que no se encuentran fácilmente, pero Dick no podía sentir algo por ella. Sus ojos estaban puestos en otro lugar, a pesar del fantástico partido que era Starfire y de que, a diferencia de la persona que él quería, tenía una personalidad ideal. Ella era alegre, amorosa y generosa; Damian era irritable, reservado y egoísta. Y aun así lo escogió.

¡Hasta parecía que le gustaba complicarse la vida yendo a mirar a su arrogante hermanastro menor!

—La llamaré después —le prometió al niño enfrente suyo que lo miraba con serenidad.

Damian se limitó a asentir con la cabeza. No era que le importara mucho la amiga alienígena de Grayson que estaba enamorada de él —no tenía que preocuparse por ella; sabía que él no le correspondía—, pero la chica le había pedido antes de irse que le comunicara eso a Dick. Suponía que no le costaba nada.

Decidió pasar a lo importante.

—¿Por qué te escapaste de la fiesta? —Dick estuvo a punto de responder, pero Damian se adelantó—. Ni pienses en usar conmigo esa excusa barata de la migraña. Sé que no fue por eso.

—Sí me dolía la cabeza —se defendió.

—Ya, pero te estoy diciendo que esa no es la razón. ¿Vas a mentirme a estas alturas, Grayson, en serio?

Había algo en la forma de hablar de Damian que le daba esa sensación de estar entre la espada y la pared. Era extraño. Se sentía presionado y no sabía por qué. Damian acostumbraba a ser así, directo e invasivo, pero esta vez había una vibra distinta en él.

Tenía el presentimiento de que algo malo iba a suceder. No le gustaba eso.

—Sólo me sentí mal —admitió, derrotado.

—¿Por qué?

Damian no era del tipo de persona que se interesaba demasiado por los problemas de otros, mucho menos en iniciar pláticas significativamente largas, pero el asunto estaba estancado y esa era la oportunidad perfecta para desatorarlo. Tenía que dar el paso él, porque Dick nunca lo haría. Lo sabía bien.

Inoccent 「DickDami」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora