08.

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Hoseok estaba ya en la cama dormido cuando Taehyung regresó y si no lo estaba no lo molestaría, se sentía avergonzado.

Taehyung saltó al río en busca de alivio para el calor que se había juntado en su cuerpo, él se sentía triste, enojado, frustrado y confundido.

Taehyung no quería sentirse así, disfrutaba de la compañía de Hoseok, le agradaba hablar con él y no quería que se fuera. Así que se dijo a sí mismo que debía comportarse, que debía dejar de decirle a Hoseok que le gustaba su cuerpo o que quería verlo, sabía que eso ponía incómodo a Hoseok, podía notarlo al ver como reaccionaba, pero solo sentía que sus manos tenían que tocarlo y...

Suspiró profundamente antes de quitarse la ropa y recostarse en el lado vacío de la cama. Estos días había estado durmiendo con ropa porque Hoseok hacía lo mismo ¿debería vestirse entonces?

Taehyung prefería estar desnudo porque las mantas eran suaves y estaba en su habitación ¿debía preguntarle a Hoseok? Pero él estaba dormido y de todas formas no podía verlo.

Hoseok estaba de costado, todo lo que Taehyung veía era la espalda de Hoseok, su nuca que apenas podía notar por la vaga luz de la luna, el nacimiento de su corto cabello. Su cuello se veía como un dulce ahora mismo y no podía forzar a su mente a dejar de pensar así.

¿Qué tan malo sería tocarlo aunque sea un poco? ¿Solo con la punta de sus dedos?

Acercó su mano y rozó su cabello antes de detenerse.

No. No puedes acercarte sin su permiso.

Taehyung eso sí lo entendía.

—Llegaste —resonó la voz de Hoseok.

—¿Te desperté? —preguntó Taehyung preocupado.

—No estaba dormido...

— Oh...

Hoseok volteó quedando frente a él, había algo raro en su rostro, resaltaban los colores rosados, como si tuviera mucho calor o hubiera llorado.

—¿Por qué te fuiste?

—Tenía que hacerlo... para no molestarte— admite.

—Señor yo quiero hacer algo —dice Hoseok de repente.

—¿Eh? Dime ¿Qué quieres hacer? —pregunta entusiasmado.

¿Querrá ir de paseo? ¿Ir al pueblo? ¿Aprender de las flores?

—Quiero tocar tu rostro.

—¿Quieres?

—Quiero saber cómo es.

Las manos de Hoseok están debajo de las mantas así que las de Taehyung se escabulles para llegar a ellas y coloca una en medio de su cara, Hoseok ríe antes de sentarse y tocar su mejilla con más delicadeza, luego la otra al otro costado y delinear desde sus cejas con sus pulgares, acaricia sus pómulos y sus labios, son delgados, y puede notar el contraste con los propios, puede notar el contraste de ese rostro con todo lo que conoce.

No puede imaginarlo, no puede aunque intente, pero es una piel bonita, al tacto al menos. Escucha a Taehyung suspirar, pero no se mueve.

Es un hombre extraño; vuelve a comprobar.

Hoseok se vuelve a recostar, esta vez sobre su espalda.

—Tú también puedes —dice Hoseok dejando de lado el trato formal.

Taehyung no responde; él actúa. Siente las manos grandes en la piel, siente el relieve de las heridas en estas y tiene ganas de preguntar, pero se queda callado, Taehyung delinea sus labios con demasiada atención.

Tulipanes Azules | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora