Tulipanes Azules | Vhope

12.

Hoseok aguantó varios minutos con calma, hasta que Taehyung despertó y pegó su cuerpo incluso más a Hoseok, Taehyung no parecía reparar en lo difícil que era para Hoseok mantenerse quieto y callado.

El calor era insoportable y quería liberarse.

—Hoseok —le susurró— quiero besarte otra vez.

Hoseok comenzó a temblar, pero era diferente, era un tipo de desesperación diferente, porque aunque estuviera nervioso y aún no era la mejor situación para él, solo quería decir que sí.

Giró el rostro hacia Taehyung, buscando a tientas, no tuvo que hacer mucho esfuerzo, los labios del mayor se pegaron a los suyos en un instante, comenzando un movimiento rudo y descuidado.

Sintió la humedad en sus labios cuando la lengua de Taehyung se acercó a ellos y lo hizo trastabillar, alejándose de inmediato.

—¿Qué haces? —pregunta con la respiración pesada.

—¿Qué hago? —sonaba como si se lo preguntara a sí mismo.

En realidad Taehyung seguía pensando en lo que Morfeo le había dicho.

Dentro

¿Dentro de dónde?

—Lo siento —dijo antes de volver a besarlo.

Una mano de Taehyung acariciaba su cintura y le hacía sentir cosquillas, pero no le daban ganas de reír.

De repente Taehyung estaba sobre él y acariciaba sus piernas, se sintió mareado, necesitaba parar.

—Espera, espera —le pidió desesperado, sintiendo miedo de que Taehyung no quisiera detenerse.

—¿Qué pasó? —preguntó— ¿algo te duele? —se alejó.

—No... no —suspiró aliviado— solo necesito..... necesito saber que va a pasar y ust... tú ¿podrías decirme? Lo que vayas a hacer, tengo que saber o, o me pondré nervioso y...

—Sí, yo te digo... y ahora voy a besar tu cuello ¿está bien?

—Claro.

Sí, así podría funcionar.

Taehyung lo besaba con una delicadeza forzada, porque él quería tocarlo con fuerza, sin embargo, eso no estaría bien porque estaba convencido de que Hoseok era delicado como las flores que cuidaba con tanto esmero.

A Taehyung le gustaban especialmente los ruiditos que Hoseok hacía cuando besaba sus clavículas, así que se esmeró allí antes de continuar y sin querer dejó una marca rosada que resaltaba en su piel y levantó la pijama de Hoseok.

—Ahora en tu pecho —dijo Taehyung, Hoseok sintió su aliento golpear contra sus pezones.

Y apenas dijo sí  la lengua voraz del mayor lo atacó, su espalda se encorvó, sus caderas se sacudieron, le gustaba escuchar la voz de Taehyung hablarle en el proceso.

Le gustaba estar seguro de que era él, nadie más, solo él.

Los besos descendieron.

—Quiero quitarte todo esto —dijo casi gruñendo y halando los pantalones de Hoseok.

—Hazlo —dijo Hoseok y quedó desnudo en un segundo, al parecer Taehyung hablaba de toda su ropa.

—Voy a tocarte —anunció.

Taehyung sostuvo con una de sus manos el pene de Hoseok, masajeando suave. Se irguió y sobre sus rodillas observó el cuerpo de Hoseok, todo ante él, sonrojado y con gotas de sudor, la punta de su miembro escurriendo algo que lucía tentador ¿se estaba volviendo loco? Si era así, no le importaba.

Metió la punta en su boca.

Hoseok gimió fuerte, tan fuerte. Taehyung no se detuvo y comenzó a lamer.

—Tenías que avisarme —dijo Hoseok— se supone que... ah!

No fue capaz de continuar hablando, Taehyung continuaba envolviéndolo más y más, las manos de Hoseok fueron a dar al cabello de Taehyung halándolo sin fuerza.

—Lo siento —dijo dejándolo un momento para continuar de inmediato.

—T...tus dientes duelen —se quejó.

Taehyung hizo un sonido apenas y Hoseok no volvió a sentir los dientes, todo era: lengua, labios, presión y humedad.

Cuando lo dejó volvió a lamer todo, absolutamente todo y Hoseok sabía que estaba cerca.

—Voy a...va a salir.

Taehyung volvió a meterlo en su boca y Hoseok no pudo resistir.

Su cuerpo se dejó ir, pero supo que todo su semen estaba en la boca de Taehyung, lo escuchó tragar, no sabía que debía decir ahora.

—Me gusta —dijo Taehyung— me gusta todo de ti.

Continuaba acariciándolo, Hoseok yacía ahí completamente deshuesado y sensible; Taehyung no paraba de tocarlo.

Y llegó a su trasero, Taehyung agarró su culo como si fuera algo completamente desconocido, con ambas manos.

—También me gusta.

Hoseok dejó escapar una risa pequeña ante aquel comentario.

—Me gusta mucho —acariciaba con lentitud.

Sus dedos llegaron al medio, explorando hasta rozar ahí, en su entrada, se sentía lejano y confuso. Pero también curioso ¿Qué haría Taehyung ahora? ¿Qué intentaría?

— N... no, ahí no Taehyung, ahí es... no está bien —dijo Hoseok.

—De acuerdo —aceptó de inmediato y tomó distancia del lugar, pero no dejó de acariciar— voy a hacerlo de nuevo.

Hoseok no estuvo seguro de a qué se refería, pero el roce de su entrepierna con la suya le dejó todo claro, no se había recuperado completamente de su orgasmo y ahora Taehyung se frotaba contra él.

Hoseok estaba siendo ruidoso en ese momento.

A Taehyung le encantaba.