¡Feliz Navidad! [Willgan]

Almuerzo en compañía.

21 de diciembre, 4 días para navidad.

-Buenos días, Willy- saludó con una pequeña sonrisa, el nombrado se detuvo, su hermano y el novio de este siguieron de largo.

-Buenos días, sempai- respondió recibiendo confundido la taza de chocolate caliente que le entregaba Fargan.

-Es para ti- avisó, Willy se sorprendió por eso -¿Almorzamos juntos?- preguntó, Willy parpadeó un par de veces seguidas, desubicado.

-¿Te sientes bien?- preguntó Willy tocando la cara de Fargan, no parecía tener fiebre -Te he dicho que las drogas son malas- Fargan apartó su mano de su cara con un poco de brusquedad.

-¿Quieres ir o no?- preguntó intentando mantener la calma, Willy supuso que aún quería compensarlo por haberle gritado el otro día, simplemente aprovecharía.

-Por supuesto, me encantaría comer contigo, sempai- respondió con una sonrisa, sincero, Fargan asintió con la cabeza.

-Te veo en la cafetería entonces- dijo y siguió su camino, Willy se encogió de hombros, tal vez era su día de suerte, Fargan le había regalado un chocolate caliente y le había pedido almorzar juntos, miró su reloj comprobando que no fuese 28 de diciembre, día de los inocentes y que Fargan solo le estuviera jugando una broma, pero no, era 21 apenas.

Tal vez solo había despertado de buen humor y quería compensarle lo del grito, fuese cual fuese la verdadera razón estaba realmente feliz de que fuese así.

Willy siguió su camino con una sonrisa sincera de felicidad, Fargan suspiró apoyada en la pared, eso pudo resultar en un desastre, estúpido Willy!.

Willy vio la cabellera de Fargan, se acercó a la mesa y se sentó frente a él.

-Llegas tarde- Willy sonrió y pasó su mano por detrás de su cuello.

-Lo siento, me encontré con unas chicas en el pasillo y me distraje unos minutos- respondió apenado, Fargan le pasó la carta.

-Cómo sea, ¿qué vas a pedir?- preguntó levantando la mano y llamando a un camarero para que los atendieran, Willy miró la carta.