Capítulo 18.

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Si existe deseo, la razón queda en un segundo plano.


Addie

—Lamento no haber venido anoche, Addie. —Explicó— Es solo que, ya sabes con lo de las industrias de Asher y mis parciales no tengo tiempo para nada.

Eran las diez de la mañana y estaba desayunando con Eithan y Forest.

El segundo solo escuchaba la conversación con el ceño fruncido y mentiría si dijera que no estaba así por mi culpa, sé que no se dio cuenta al ponerme las esposas tan apretadas pero al fin y al cabo lo había hecho y ahora me sentía mal.

—No te preocupes, Asher me explicó anoche —me encogí de hombros restándole importancia.

Forest empezó a toser y desesperadamente tomo el vaso con agua, Eithan ladeo la cabeza observándome confuso.

¿Qué les pasaba?

—¿Qué ese idiota hizo qué? —masculló Forest

Enarqué una ceja 

—Asher, Forest y volviendo al tema —tomé una manzana y la llevé a mi boca—Me explicó que tú —señalé a Eithan— te habías quedado dormido incluso tuvo que llevarte como bebé a la cama.

Eithan se sonrojó hasta no más poder. 

¡Era muy tierno!

—Oh, así fue que llegue a la cama —se rascó la parte trasera de la cabeza

—Si.

—Hablando del idiota —le puse mala cara— de Asher —corrigió al instante— ¿Alguien lo ha visto?

—Ahora que lo mencionas se levantó más temprano que de costumbre. —aportó Eithan

—¿Por qué? —pregunté con curiosidad

No había podido dormir deseando que me besara pero no sabía que pasaba por su cabeza. 

Cada vez que se acercaba nuestros pulsos se aceleraban al igual que nuestra respiración es como si cada vez que lo hiciéramos las discusiones que teníamos constantemente desaparecieran al igual que los problemas.

Es curioso darte cuenta que a veces te atraen personas o cosas que son totalmente diferente a ti, a tu vida y todo a tu alrededor pero una vez que se acercan o los tenemos presente, todo cambia, algunas veces para bien y otras mejor ni hablemos.

Y Asher es exactamente así para mí.

No se cómo catalogarlo en mi vida, porque siento que está confundido como yo pero también cuando decide algo no hay fuerza humana que lo haga cambiar o echarse para atrás.

—Tenía asuntos pendientes, Addie —Eithan me regresó a la realidad

—Oh, ¿Del trabajo?

—Algo así, o al menos eso escuché.

—¿Van a seguir hablando y que se les enfrié la comida o van a comer?—miró de reojo nuestros platos— Porque yo me puedo comer todo por ustedes. —dijo Forest.

Es que solo pensaba en tragar

Forest si no estaba tragando estaba follándose a cualquiera que le pasara enfrente. Este mes y dieciséis días que he pasado con ellos he aprendido un poco de cada uno.

Que no se note, que llevas la cuenta

Eithan es un parlanchín que se emociona como un niñi con algo tan pequeño, así de pequeño como el diminuto cerebro de Forest. Le gusta escuchar y ser escuchado, no le gusta leer para él mismo pero si para los demás, como lo hace conmigo. Es un chico dedicado a sus estudios y un chico inocente, no tiene ni una sola gota de maldad en su cuerpo aun así después de haber pasado por mucho. 

Mi bendito desastre [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora