Mi bendito desastre [+18]

Capítulo 32.

Esto debe terminar y empezar la acción. No soporto más la tensión.

Addie

Eithan y yo nos acercamos a los susodichos que seguían peleando por quién conduciría. Asher le había arrebatado las llaves a Forest y como era más alto que él, debía alcanzar las mismas pero no llegaba y se le podía apreciar bastante frustrado por no obtenerlas.

— ¡No es justo mocoso! ¡Siempre conduces tú a cualquier lugar que vayamos los tres juntos! —se quejó

— ¡Lo hago porque jodidamente el auto es mío! —respondió de la misma manera en que se encontraba Forest.

— ¡Pues que te den!

— ¡Pues ojalá que la persona que me dé sea alguien más y no tú! —sin poder evitarlo me sonroje en esta parte, no sé si a "alguien más" se refería a mí y la simple idea me hacía sonrojarme hasta no más poder.

¿Algún día lo haremos?

No sabía la respuesta, teniendo en cuenta que aún había ciertos miedos en mí, pero cuando estaba —íntimamente— con él todos esos miedos desaparecían y relucía el deseo y la lujuria de tenernos a ambos unidos. 

Él me ha ayudado a superarlos pero siento que yo soy la que debe dar el paso, la que debe atreverse. No puedo vivir con este jodido miedo para siempre. Si, me ha afectado, demasiado. Esa es una de las razones por la que poco a poco estoy avanzando y aunque sea a paso de tortuga me siento profundamente feliz de estar en la manera en que hoy me encuentro.

Han pasado casi cuatro años y estoy dispuesta a no temer más. No pienso atormentarme más.

Debo avanzar. 

Sé que puedo. 

Jodidamente sé que puedo.

— ¡Un mocoso odioso tenías que ser! —Forest con sus gritos me regresó a la realidad. 

Genial, siguen peleando como dos niños.

— ¡Me la suda! —respondió este. Cansada de sus peleas me acerqué a ambos y me posicioné en medio. Forest me observó con desconfianza y Asher simplemente bajó su tono y me sonrió.

Le di la espalda al primero y me acerqué demasiado rápido para poder darle un beso superficial en los labios. Gustoso lo recibió y bajó la guardia en cuanto a la mano en que tenía las llaves, sin pensarlo dos veces las tomé y me alejé de los dos.

Sonreí victoriosamente 

— ¡Parecen unos niños pequeños!

— ¡Oye! —se quejó Asher —me engañaste.

—Eso es, mocosa, ahora sí que me agradas muchísimo más —extendió la mano suponiendo que le daría las llaves a él, que tonto —Ahora, dame las llaves.

Le sonreí y acerqué las llaves a su mano, las iba a tomar cuando las retire rápidamente. 

Asher y él me observaban detalladamente esperando por mi decisión. Vi a Eithan y pensándolo bien, él nunca había conducido el auto de Asher, y que mejor oportunidad que esta.

Sonriente le pedí que abriera la palma de su mano y en ella deposité las tan clamadas llaves. Masculló un: ¡Gracias, Addie!, me dejó un beso en la mejilla y los otros comenzaron a alegar por haberlos engañado.

Todos nos subimos al auto y estos eran los lugares: Eithan conductor, Forest copiloto y Asher había decidió casualmente irse en la parte de atrás conmigo.