capítulo 11

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"La vida es como un juego de ajedrez, los peones son los inútiles que más trabajan para un final morir, y los reyes son los más importantes pero indefensos sin sus múltiples compinches"

Ardor...

Sentí mi garganta arder, mi mente, corazón y pensamientos. Todo y todos ardían con cada palabra de mi psicólogo.

_Deben concentrarse chicos___ Aclaraba con sus manos jugando en aquel reloj___ ánimo, venga.

Me sentí estúpida, vengo a terapia para mejorar y resulta ser que me encontré sola e indefensa, en lugar de morir aquella señora podía haberlo hecho yo, tal vez yo podía morir, no importaba mamá, mi hermana, Riutt, Yorch e incluso mi psicólogo de mierda. Me siento de más en este lugar.

El peligro más grande está allá afuera...

_Venga, ya casi lo tienen niños___ Repitió.

Lo miré desanimada.

_Michelle, anda___ Recalcó, yo de mala gana.

_Lo siento___ Ofrecí disculpas y sin volver a pensarlo me levanté quedando de frente a mis compañeros, ellos mirándome.

Caminé hasta la puerta.

_Ustedes sigan concentrándose en los que le indiqué___ Pidió, yo doblegando la vista___ Miche ¿qué sucede contigo?

Miré detalladamente su uniforme blanco embarrado de chocolate.

_Nada, sólo que hoy no me siento bien___ Mentí, o eso creo.

_Dime la verdad cariño___ Puso una de sus manos en mi hombro___yo quiero ayudarte.

_Ni que fueras Dios___ Contesté quitando su mano de la anterior posición.

_Anda Michelle, pon de tu parte cariño.

_No soy tu cariño doctor, y sí, ya puse demasiado de mi parte y no funciona.___ Hice una pausa confundida___ No mi iré para siempre, es un hasta pronto ¿vale?

_Se lo diré a tu mamá, no puedes faltar o irte en medio de una consulta tan importante___ Amenazó.

_Vale, has lo que quieras. Me iré de igual forma___ Sonreí sincera.

Caminé hasta dejar atrás la habitación oscuras. Tomé una bocanada de aire acondicionado ya que el fresco aún no lo respiro.

Arreglé mi suéter gris y caminé hacia las escaleras para descender al primer piso y tomar mi auto con rumbo a la escuela.

A pesar de que aquella situación fue hace poco más de cuarenta y ocho horas pues aún la tengo grabada perfectamente en mi cerebro. La sangre goteando, la soga blanca apretando el cuello de la señora y su rostro completamente disficurado.

Recuerdo los ojos del chico fantasma, negros; inspiraba odio, sed de venganza, tristeza, depresión.

¿Quién rayos eres misterioso?

Su cicatriz, la navaja metálica...

_¡Oh Michelle!___ Me sacó de mis pensamientos___ ¿qué haces aquí? ___ Preguntó saludándome cordialmente.

_Em... es que vine a hacerme unos análisis.___ No la sentí segura___Es la rutina de cada mes.

_Entiendo, yo hace más de seis meses que no me inyecto___ Sonrió, yo finjí gracia___ ¿irás a la escuela?

_¿Por qué la pregunta Julia?

_Para saber si puedo irme contigo___ Sonrió.

_Ok, tengo clases ahora, un poco de compañía no me hará mal.

Destinada a morir[📖#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora