capítulo 18

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"Nadie quiere morir"

Las caricias falsas son como el viento arenoso que te chinga la existencia totalmente. Pero tienes dos opciones:

1: Cerrar los ojos para que no te moleste.
2: Ponerte gafas de sol.

Así mismo sucede con las caricias falsas:

1: Cierra los ojos con tal de resistir lo más que puedas.
2: Buscar una solución.

Y una última:

Dejar de fingir que sientes afecto. Al final todo es falso y tú lo sabes muy bien.

El capricho más errado fue quererte cuandoquerías a otra persona, amarte cuando solo te amabas a ti mismo. Y lo peor: darlo todo por ti y tú nunca me diste nada.

R.R.V

M

uchos deben estar cuestionando mi manera de ser, y los aprecio por intentar entenderme. Ustedes ahora mismo deben estar maldiciendo a esa chica cruel que asesina personas inocentes con tal de salvar su pellejo. Y esa chica les habla, no con el corazón en la mano ya que hace mucho se lo arrancó del pecho, pero sí con su cerebro muy bien puesto. Y antes de cerrar la línea quería decirles que no juzgue la actitud de una persona sin conocer su pasado o presente. Porque aunque esa persona sea ángel o demonio tiene sentimientos aunque sea una mínima cosa.


Y recuerda que hay ángeles hechos de pura mierda y demonios abarrotados de inteligencia.

Eso nunca lo olvides..
Michelle Macand's:

Rápido encogió su pies haciéndolo rozar con mi entrepierna. Mordí mis labios aprovechando la oscuridad y su poca visibilidad.

Él respiraba encima de mi rostro. Pude sentir lo acalorado que estaba. Mis hormonas a flor cristal, bien afiliadas esperando solo un paso más.

Y no quería continuar con esto. Sabía perfectamente que sería un grave error hacerlo. Pero él siempre ha tenido ese dominio sobre mí. Y no es que lo sepa sino que lo presiento.

Su piel desnuda fría y mis manos tibias hicieron contacto.

Levanté la cabeza con tal de mirarle a los ojos. Él ya lo hacía...

Su profunda mirada clavada en mí y mis manos aún en su pecho.

Quería besarlo, me apetecía hacerlo pero...

Más que todo creo que esto está mal, no me permito hacerlo.

_Ben, para ya___ Pedí algo hot, mis mejillas ardían.

_¿Segura? ___ Susurró tomando mis manos y quitándolas de su pecho para dirigirlas a su perfecto abdomen.

Mis mejillas ardían aún más. Recordé por un instante el tamaño del bulto.

Volví a morder mis labios, esta vez tan fuerte que mi garganta acarició el sabor de la sangre.

_Para...___ Ya excitada le pedía algo que en estos momentos era un poco incontrolable.

Destinada a morir[📖#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora