ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ
Para Seok Jin era la primera vez en su vida que había caído tan perdido por alguien y su situación, que no era por un solo hombre, sino por dos. Ambos tan diferentes, uno con cara de ángel y el otro todo lo contrario.
Estaban en medio de...
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Seok Jin por fin había llegado a su departamento, Tae Hyung estaba afuera con Jung Kook aún en sus brazos y apenas le dijo que ellos estaban ahí fue con prisa. Pudo notar que sangre escurría aún por su nariz, que su labio estaba roto y se sentía como un pequeño indefenso. Lo tomó entre sus brazos escuchándolo llorar más fuerte.
—Todo estará bien —apenas dijo al abrazarlo con más fuerza, como si nunca quisiera soltarlo. Tae Hyung por su parte tomó las llaves de las manos del agente y abrió la puerta para que pudieran entrar—. ¿Por qué nunca me dijiste que él te golpeaba?
—No supe como...
—Debería irme —avisó Tae Hyung al interrumpir su conversación.
—Tae —quiso hablar Seok Jin.
—No por favor... Tae Hyung yo... sé que ustedes sostienen una relación, no te vayas por mí.
—Seguiré con la cena entonces... —le avisó a Seok Jin y los dejó a solas, aunque la cocina no estaba muy lejos de la sala donde ellos estaban. El agente tomó varias fotografías de los golpes antes de limpiarlo, un amigo doctor de la agencia estaría pronto para evaluarlo, además Jung Kook tuvo que confesarle exactamente lo que había sucedido.
—Fue mi culpa, yo lo busqué y...
—No vuelvas a decir eso, nadie busca algo como eso. En verdad nunca me di cuenta del miedo que ese infeliz te hacía sentir, no se quedará así, te lo juro, ese mal nacido se va a pudrir en la cárcel, él jamás tuvo derecho sobre ti y nunca lo tendrá.
—Seok Jin... —entonces el hábil oído de Tae Hyung escuchó a la perfección que decían desde su posición—, te amo —lo abrazó fuerte dejándose consolar en el terrible llanto.
Apenas estuvo lista la comida él comió algo para recuperar un poco de fuerza. Estuvieron esperando a que el médico de la agencia llegara para sacar el informe, así era más fácil registrarlo con la denuncia.
Jung Kook se quedó en una habitación con el médico, Seok Jin no quiso quedarse ya que podía interferir en el testimonio del menor, había regresado a la sala donde vio a Tae Hyung sentado en el sofá con su mirada apartada y removiendo sus lágrimas de forma disimulada.
—Seok Jin —dijo Tae Hyung algo serio—, así te llamas ¿o cuál es el alias? ¿Quién eres... de quién se supone que me enamoré?, no entiendo qué está sucediendo.
—Yo te quiero Tae, eso nunca fue una mentira, ninguno de los meses que estuvimos juntos fue una mentira.
—Tienes una doble vida...
—La tengo por trabajo, si me quieres debes confiar en mí, voy a decirte la verdad, porque confío en ti y lo único que quiero es protegerlos.
