La mujer del diablo [+18] ©

14. Hay un Diablo que se parece a otro

Scared to be lonely - Dua lipa ft. Martin Garrix

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—Cada que vengo para acá no dejo de preguntarme el cómo pudiste meterte en un problema como este —Faith se sentó frente a Lenore en una de las mesas de la sala de visita de la cárcel.

—Quisiera que dejaras de criticarme por un momento —La castaña miró con una ceja elevada a su amiga bastante confundida por su comentario, pero decidió ignorarlo.

—Tu juicio es en dos días. Si vuelve a pasar algo como lo que ya ha pasado para que estés aquí, te darán mínimo de dos años y medio de cárcel —Faith suspiró y se inclinó un poco en la mesa para verla —. Estoy haciendo de todo para sacarte de esta pocilga, espero que cuándo salgas de aquí, me lo agradezcas como se debe —No quiso decir más nada y se levantó agarrando su bolso para irse.

Y la verdad es que las cosas entre Faith y Lenore, no estaban bien. Lenore estaba muy cortante y rara, respondía de mala manera, hasta incluso cambió drásticamente la actitud, más con Faith que era la que estaba haciendo muchas cosas para que quedara en libertad. En todo ese tiempo de papeleo y juicios, Craig jamás fue a verla ni siquiera para saber cómo estaba, y eso a ella lo que hacía era sentirse peor hasta creer que su supuesta mejor amiga tenía algo que ver con eso, solo pensaba lo peor en cualquier caso.

Esa larga semana había sido dura para todos, y cansada. Faith hizo que cada uno pusiera de su parte para poder sacarla, y aunque se negaron mucho, terminaron accediendo cuando se molestó y les ordenó, sin notar ella que también Greinger estaba escondido en una esquina apreciando el momento, más el como todos bufaron y solo aceptaron.

Lograron sacar a Lenore con éxito, pero no estaban felices por eso y estaba claro que iba a joder más de lo que ya lo hacía antes, sin embargo, quisieron no prestarle tanta atención, y su deuda con Faith estaba creciendo cada vez más, solo que ella no lo veía.

—Permitiré que me pagues el salvarte el culo yendo a un Jacuzzi nuevo que puse en mi casa conmigo y Lizzie —Sonrió la castaña que estaba afuera de la casa de Lenore.

—Maldita sea, maldita sea, maldita sea. Me lleva el idiota de Greinger —Susurraba Lizzie repetidas veces pegando su frente del volante del auto al mismo tiempo aprovechando que ninguna la escuchaba, ni la veía.

—¿Jacuzzi?

—Sí.

—Contigo y, ¿Lizzie?

—Sí.

—¿Por qué ella?

—¿Por qué no ella? Cámbiate, te espero en el auto —Dijo con seguridad y se dio vuelta para ir a donde había dicho que la esperaría. Justo al entrar ve a Lizzie con la cabeza apoyada en el volante.

—¿Te sientes mal?

—Sí.

—¿Qué tienes?

—Revomititis Lenoritis —Faith la miró bastante confundida levantando también una ceja.