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Cariño, yo, caminaría por el fuego por tí, sólo déjame adorarte

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Cariño, yo, caminaría por el fuego por tí, sólo déjame adorarte.

-Adore You - Harry Styles.

-A veces la mentira es mucho mejor que la verdad, Sunghoonie. - Volví a la realidad al escuchar eso de mí hermana -

-Bora. - Solté un pesado suspiro, sí era triste ver a mi hermana así - No entiendo esto, más, ¿Por qué seguir engañandote?

-Prefiero que me mienta diciendo que me ama, a que me diga la verdad mientras me da un papel de divorcio. - Su voz sonaba rota, lágrimas silenciosas salían, pero ella las limpiaba tranquilamente con su mano -

-Pero, si ésto te hace daño, ¿No sería mejor dejarlo ir? Te lastimas, te dañas. - Tomé sus manos, ella bajó su mirada mientras sus lágrimas no dejaban de salir - Cuando alguien sufre, lo mejor es dejarlo ir.

Escuché un hipo ahogado de mi hermana, sentía mis ojos picar, no iba a llorar, tenía que ser fuerte y apoyarla.

-Lo amo Sunghoon, lo amo mucho. - Su respiración entrecortada y escuchar como sorbía su nariz me hacía compadecerme de ella, mi hermana no era fea, tampoco tenía una personalidad tan horrible como la mía, pero si tenía un esposo mujeriego, y para eso no había cura -

-Entonces déjalo ir y que sea feliz así no sea a tu lado.

Escuché un suspiro agotado, sabía que había llorado toda la noche, sus ojos la delataban, más no podía interferir mucho en esa relación, pues terceros sobran.

-Te notas tranquilo, podría decir que hasta feliz. - Solté una corta risa -

-No me malinterpretes, llevo días así. - Mi hermana sonrió apenas y enredó uno de sus dedos en mi cabello -

-¿Tienes que decirme algo? - Y ahí iba ella con sus preguntas ridículas, tenía que romper nuestra hermosa atmósfera de hermanos -

Miré un momento dado al techo, ¿Tenía algo que decirle? Yo sabía que sí, más no lo quería aceptar. La desconfianza me envolvía, ¿Qué pensaría mi hermana si le dijera que me gusta alguien? Ella es mi hermana, la única persona que siempre me a apoyado y no me a juzgado por cualquiera de mis acciones, mi hermana, la única que me visita en éste hospital.

-¿Qué pasaría si soy diferente? - Tragué duro, no la quería ni ver, así que me concentré en contar las pequeñas manchas que había en el techo -

-Es bueno ser diferente, lo diferente es extraño, y lo extraño, es único. - Asentí, mis manos sudaban, mi nariz también empezó a sudar - Sunghoonie, no importa que seas, eres mi hermano.

Y aquellas palabras fueron suficiente para reír, y querer llorar, porqué no eran unas palabras hirientes, tampoco con sarcasmo, ni nada como aquella vez que viví con mis padres, sus palabras eran dulces y compresivas, todo lo que un hijo quería, pero que no me había tocado suerte con mis padres.

-No llores, sólo dime quién es. - Con la yema de sus dedos, quitó esas lágrimas rebeldes que habían alcanzado a salir -

-Alguien especial. - Abracé más fuerte a mí hermana, soñando y contando el tiempo para volverme a ver con Sunoo, porqué él para mí, era alguien muy especial - Hazme un favor.

Mi hermana me miró, y asintió, ella me amaba y yo a ella, era un sentimiento recíproco.

Jugué con la comida, mi mirada estaba perdida, había pasado alrededor de veinte minutos, y Sunoo no llegaba, no era que había acordado cenar con él, pero se había vuelto como una rutina comer con él, y ahora que no estaba, me sentía vacío, ni hamb...

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Jugué con la comida, mi mirada estaba perdida, había pasado alrededor de veinte minutos, y Sunoo no llegaba, no era que había acordado cenar con él, pero se había vuelto como una rutina comer con él, y ahora que no estaba, me sentía vacío, ni hambre tenía.

Una enfermera pasó cerca de mí, ellas conocían a Sunoo, así que con mi impulso tomé su mano. La joven me observó con confusión.

-¿Podría ayudarme con algo? - La joven asintió y yo le sonreí - ¿Sabe dónde está Sunoo? - La joven pareció dudar, pero sólo asintió de nuevo y se colocó atrás de mí para llevarme, recordando que estaba en una silla de ruedas -

Bajamos en el ascensor y cuando miré donde nos encontrábamos, en mi mente pasaron muchas escenas y ninguna era buena. No quería entrar en pánico, más mis manos empezaron a sudar, mi corazón se empezaba a acelerar.

Cardiopulmonar.

Miré a la enfermera, pero ésta ni se inmutó. Nos adentramos a un cuarto y a los lejos, pude ver aquel cuerpo que reconocía sin importar cuán lejos esté.

Sus ojos estaban cerrados, se estaba nebulizando, mis impulsos me decían que le quitara la mascarilla, más no, él de seguro la necesitaba para respirar, así que para calmar mis manos, tomé las del contrario, éste abrió de inmediato sus ojos.

-Sunghoon. - Ya no era Sunghoonie, sino Sunghoon. ¿Tan impresionado estaba de verme ahí? -

Quiso quitar su mascarilla, pero no lo dejé, en cambio, dejé un tímido beso en su mejilla, el color carmín, por primera vez, lo vi pintarse en su rostro, sabía que yo estaba igual.

Con cuidado, me senté a su lado y tomé su brazo para abrazarlo, y con un acto atrevido, entrelace sus dedos con los míos, otra vez.

Tal vez siendo otro momento, conociendo mi mal carácter, le hubiera gritado, hubiera entrado en pánico, pero sólo decidí quedarme callado y darle mi apoyo, tenía cosas que hablar con Sunoo.

¿Saben que es lo malo de pasar tanto tiempo con la persona que te gusta? Que tu enamoramiento sigue creciendo, así como un árbol, sigue creciendo y floreciendo. Y así me estaba ocurriendo con Sunoo, mis sentimientos cada vez crecían más, y mis ganas de separarme de él, se desvanecían, y se perdían en un cajón que yo no tenía llave.

- Sunghoon, ¿Estás molesto?

-No Ddeonu, nunca lo estaría contigo, además, ¿Porqué lo dices? Yo creo que no me escondes nada.

Aveces la mentira es mucho mejor que la verdad, Sunghoonie.

-Sí, tienes razón, Sunghoon.

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