Deslicé suavemente mis dedos por la ventana, haciendo una línea invisible, los copos de nieve hoy caían en cantidad, tal vez en otro momento me hubiera detenido por eso, pero no, no lo iba a hacer, hoy era mi día con Sunoo, y nada me iba a detener.
Mi labio inferior titireteaba, sentía mi nariz doler debido al frío, de seguro estaba roja. Miré un momento dado mi celular, en éste habían muchos mensajes sin leer, de seguro de mi madre y de mi padre. Más no le presté atención y lo volví a guardar en los bolsillos de mi sobretodo.
Escuché como la puerta del baño se abrió, di la vuelta, esperé a que Sunoo saliera, éste mostró sus ojos, apenas se veían, ¡Pero yo quería ver como le quedó la ropa! Con mis manos hice un gesto vago para que viniera a mí. Lo pensó por un momento, y luego de un rato, salió de su escondite dejándome ver aquella ropa que le había comprado.
Solté un suspiro, ¿Por que se le veía tan lindo esa ropa? ¿O era yo que lo veía lindo hasta con pijama?
Desde la forma que me sonríes, hasta la forma en que luces, me atrapas.
Sentí sus brazos rodear mi cintura, solté una risa, sentía cosquillas en mi estómago. Coloqué mis brazos encima de sus hombros, y dejé que Sunoo rozara nuestras narices en un gesto de cariño.
-¿Nos vamos? - Pregunté y Sunoo asintió con toda seguridad, era ahora o nunca -
Pero antes dejó un beso en mis labios que me dejó sin aire: - Ahora sí.
Me quedé embobado viéndolo mientras él me arrastró hacia afuera de la habitación. Sentía mis mejillas arder, más agradecía infinitamente que Sunoo no miró para atrás.
Corrimos por los pasillo como dos niños acabando de hacer una travesura, cuando en realidad sí, nos estábamos escapando, sin importar las advertencias de las enfermeras de que Sunoo no podía salir, más, vamos, ¿Quién le gusta permanecer tanto tiempo encerrado? Al menos yo no, no lo soporto.
Las puertas automáticas de la salida se abrieron, y salí yo primero, más Sunoo observó hacia afuera, hacía el mundo, así que extendí mi mano brindándole seguridad, y éste aceptó para luego salir despacio.
Los copos de nieve empezaron a caer encima nuestro, solté una risa, mientras Sunoo observaba con cuidado como cada copo caía en su rostro y en su ropa. Quise quitar ese copo de nieve que cayó en su nariz, pero en el intento, éste se desvaneció, escuché una carcajada de Sunoo, lo miré con el ceño fruncido algo confundido.
—Se siente tan bien esto. — Siguió sonriendo, y sin querer, su risa ya me había contagiado — ¿A dónde iremos?
—Cualquier lugar está bien, si tú me acompañas.
Sunoo me sonrió, con ese tipo de sonrisas que sabes que son cómplices de algo, y eso me encantó.
Salimos tomados de mano y nos mantuvimos todo el resto del camino así, con sonrisas inocentes, miradas avergonzadas, y una que otras palabras por medio, pero de lo contrario, estuvimos casi todo el rato callados, y no, no se sintió incómodo, se sentía bien, esa sensación de no es necesario palabras pues atraves de miradas ya están comunicando lo que quieren que el otro sepa.
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Resiliencia
Fanfiction𝑠𝑢𝑛𝑔𝑠𝑢𝑛 «"Incluso si no podemos estar juntos al final, me alegro que hayas sido parte de mi vida."» >Resiliencia: En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un acci...