Mis ojos ardían, mi camisa blanca se encontraba teñida de rojo debido a la sangre que anteriormente Sunoo botaba sin parar, mis labios estaban resecos, mi garganta dolía, podía asegurar que dentro de unas horas iba a estar ronco. Más nada de eso importaba, volví a sorber mi nariz, mi cabeza daba vueltas y también muchas punzadas.
Esa opresión en el pecho, pero al mismo tiempo no sentir nada, un sentimiento muy difícil de describir, qué sólo los que han pasado por un corazón roto, entenderían, y aseguraba que sólo entenderían la mitad de mi dolor.
Mi mirada se mantenía fija en esas cerámicas blancas, mismas cerámicas por las que Sunoo y yo corrimos juntos antes de aquél escape, mi reloj marcando claramente las dos de la madrugada. Y mis ojos sin querer, de nuevo aquellas lágrimas querían salir con todo nuestros recuerdos juntos viniendo, y sí, quería llorar, y lo iba ser, porque está bien, ¿Verdad? Está bien llorar al saber que la única persona que te hace feliz, sencillamente no se puede quedar con tigo, que la única persona que te trata bien y con amor, sin importar tu dinero, ni cuán famoso seas, ni tu mal humor, sencillamente te ame, y te vea cómo lo más bonito del mundo.
Estaba bien llorar cuando te sentías mal, porque somos humanos, y al fin y al cabo, somos sensibles.
Habían pasado muchas horas desde que estaba en ese pasillo, sin escuchar ningún ruido, o tal vez me hacía el sordo pues lo único que quería escuchar era a Sunoo diciéndome que el diagnóstico estaban mal, y que él no sufría de aquella dolorosa y torturosa enfermedad. Sentía que me iba a volver loco si no hablaba con Sunoo, y muchos pensamientos malos pasaban por mí cabeza, y mis ganas de llorar seguían aumentando, me sentía sólo, pues no tenía a nadie, Sunoo no tenía a nadie.
¿Sunoo estaba muriendo por mi culpa? Esa pregunta me atormentaba a tal punto de querer gritar y hecharme a morir.
-Joven Park Sunghoon. - Llamó el doctor, subí mi mirada suavemente, mis ojos llorosos, irritados y reflejando mucho dolor -
-¿Cómo se encuentra? - Y el doctor cruzó miradas con la enfermera, sus ojos demostraban tristeza y eso me hizo quebrarme en mil pedazos - ¡No! ¡No!
Y esa desequilibrio emocional comenzó, mi llanto incontrolobale, mi pecho oprimiendose, mis rodillas tocaron el suelo de manera tosca. Las personas alrededor observando esa escena con pena y lástima, haciendo que mis gritos ahogados salieran a flote, el doctor intentando abrazarme pero fallando en el intento pues lo empujé lejos de mí.
No, Sunoo no me había abandonado, no, él no lo había hecho.
-Qué hermosos ojos tienes Sunghoonie.
-¡Ahh! - Grite lo más fuerte que pude sin importar el dolor que sentía en mi garganta, pues nada se comparaba al dolor de perder a Sunoo, del abandonó de Sunoo -
Personas queriendo acercarse a aquel chico que gritaba de manera desgarradora y dolorosa, Más fallaban en el intento, no hasta que aquella enfermera gritó. - Sunoo respira, calma Sunghoon.
ESTÁS LEYENDO
Resiliencia
أدب الهواة𝑠𝑢𝑛𝑔𝑠𝑢𝑛 «"Incluso si no podemos estar juntos al final, me alegro que hayas sido parte de mi vida."» >Resiliencia: En psicología, capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas como la muerte de un ser querido, un acci...